Un nuevo y extenso informe de la Universidad de Melbourne ha revelado los efectos de la pandemia en sus primeros meses, en relación con el bienestar de los australianos.
Los resultados del informe conocido como HILDA (Hogares, Ingresos y Dinámica Laboral en Australia), muestran que los habitantes del estado de Victoria, y en particular los residentes de Melbourne, se vieron especialmente afectados por los confinamientos del 2020.
En el estudio participaron más de 17 mil personas, y los resultados muestran que el 45 por ciento de los encuestados piensa que la pandemia empeoró sus vidas.
Los resultados de la más reciente encuesta HILDA han sido publicados por el equipo de Investigación Económica y Social Aplicada de la Universidad de Melbourne.
El informe muestra que el deterioro de la salud mental al principio de la pandemia fue sustancial, y los jóvenes de entre 15 y 34 años son los que han visto su salud más deteriorada.
El autor principal del informe, el profesor Roger Wilkins, señala que este impacto tiene una fuerte asociación con los confinamientos ordenados por el gobierno.
“En 2020 vimos un empeoramiento mucho más rápido en la salud mental, en comparación con otro momento anterior; lo que está relacionado fuertemente con el COVID, particularmente cuando ves que Victoria y Melbourne tuvieron los mayores efectos. Y quizá lo que más contribuyó no fue tanto el temor al virus, sino los efectos adversos de los confinamientos”, asegura el profesor Roger Wilkins.
Los resultados de la encuesta comprueban que el deterioro en la salud mental se debió en gran medida al trabajo desde casa y a la falta de redes de apoyo social.
La pandemia provocó el mayor aumento de la inseguridad laboral en 20 años
El informe HILDA también destacó el mayor aumento de la inseguridad laboral en 20 años. Casi uno de cada 20 trabajadores perdió su empleo y casi uno de cada diez se retiró sin paga.
Si bien los confinamientos a nivel estatal pudieron haber tenido un costo humano inesperado, el Dr. Wilkins puntualiza que otras políticas gubernamentales ayudaron a mitigar la pérdida generalizada de empleos.
“Vimos que la tasa de despido laboral alcanzó los niveles más altos que hemos visto este siglo, por lo que claramente hubo mucha pérdida de empleos, particularmente entre los trabajos casuales. Pero dicho esto, si no hubiera sido por las intervenciones masivas del gobierno en ese momento, particularmente con JobKeeper, estaríamos viendo una situación mucho más grave".
Los hallazgos de este estudio contribuyen en gran medida a identificar los fracasos y éxitos de los planes gubernamentales para la pandemia.
El informe también destacó una disminución significativa de la desigualdad en 2020.
El profesor Wilkins asegura que el apoyo financiero proporcionado por el gobierno australiano es un ejemplo de cómo las políticas pueden ayudar a los más vulnerables en tiempos de crisis.
"Definitivamente vimos a muchas personas salir de la pobreza, particularmente entre los beneficiarios de asistencia social con el pago del suplemento de coronavirus y también hubo un pago de apoyo económico. Tuvieron un profundo efecto en los niveles de vida de los miembros del grupo de ingresos más bajos de nuestra comunidad. Y creo que, si bien puede haber argumentos sobre la sostenibilidad fiscal de eso, sobre lo que no puede haber un argumento es que está dentro de la capacidad del gobierno sacar a mucha gente de las terribles circunstancias económicas”, señala.
La encuesta anual, que consulta a 9.500 hogares, también registró una disminución en la productividad de los participantes después del cambio a trabajar desde casa.
El coautor del informe HILDA, el profesor Mark Wooden, describe cómo este cambio drástico pudo haber afectado a los australianos.
Muchas de estas personas que se vieron obligadas a trabajar desde casa no estaban necesariamente listas para ello.Profesor Mark Wooden, coautor del informe HILDA.
No necesariamente viven en casas o viviendas que están bien configuradas para trabajar desde casa. No tienen una oficina en casa. Es posible que tengan que trabajar en la mesa del comedor con otra persona que trabaje desde casa en la familia y pueden tener hijos corriendo por ahí. Ese tipo de cosas que se interponen en el camino y que pueden interferir con la productividad", explica el profesor Wooden.
Si bien estar encerrado en casa puede haber obstaculizado la productividad, el informe de HILDA también muestra que las relaciones de pareja pudieron haber mejorado en este entorno.
Los resultados exponen que el 19,1 por ciento de las parejas informó que durante las primeras restricciones de COVID-19 habían mejorado su relación, y solo el 6,6 por ciento aseguró que empeoró.
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Los resultados de la encuesta HILDA también cubrieron el impacto en la educación en 2020, con el aprendizaje en el hogar definido como una peor experiencia para más de la mitad de los padres.
Estos hallazgos y los datos de este reciente informe HILDA cubren solo el primer año de la crisis de COVID-19, con análisis sobre el resto de la pandemia aún por publicar.
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