Un vuelo de la aerolínea Virgin Australia con destino Melbourne, procedente de Nueva Zelanda, se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia 50 minutos después de despegar, debido a que uno de sus motores se incendió.
El incendio provocó que el motor se apagara y el avión Boeing 737-800 alteró su ruta para aterrizar en Invercargill, poco después de su salida de Queenstown.
Los servicios de bomberos estaban listos para recibir al avión en el aeropuerto de Invercargill. La portavoz del aeropuerto de Queenstown, Catherine Nind, declaró que no se sabía de momento cuántas personas había a bordo del avión, ni cuál fue la causa del incendio.
Virgin Australia emitió un comunicado, poco después de que el avión aterrizara de manera segura en Invercargill, diciendo que todos los pasajeros recibirían alojamiento gratuito durante la noche y que se les organizarían nuevos vuelos a Melbourne.
"En este momento, no tenemos conocimiento de ninguna lesión física entre los pasajeros o la tripulación", dijo el director de operaciones de Virgin Australia, Stuart Aggs.
Aggs agregó que el incidente pudo haber sido causado por un "posible choque de un pájaro".
El regulador de la aviación de Nueva Zelanda declaró que el promedio de aves que chocan con aviones en los aeropuertos de Nueva Zelanda es de cuatro de cada 10.000.