Puntos Destacados:
- Según la ONU, en la actualidad existen 120 millones de personas desplazadas a la fuerza en todo el mundo, por la guerra, la violencia y la persecución.
- El programa humanitario y de aceptación de refugiados en Australia incluye 20,000 plazas en 2024-25, la misma cantidad que el gobierno aprobó en 2023-24.
- Cerca de 9,000 solicitantes de asilo permanecen en Australia en el limbo, sin visado, permiso de trabajo o cobertura médica, una situación “muy lamentable” según Jorge Aroche de STARTTS.
El número de desplazados por la fuerza en todo el mundo ha alcanzado un récord, según , que cifra en 120 millones las personas que en la actualidad sufren desplazamientos forzados por culpa de la guerra, la violencia y la persecución.
El programa humanitario y de aceptación de refugiados en Australia se comprometió a acoger 20,000 personas entre 2023-2024, una cifra que se mantendrá en el nuevo año fiscal 2024-25.
Sin embargo, un gran número de solicitantes de asilo que llegan a suelo australiano se mantienen en una situación de “limbo” en la que, tras años viviendo en Australia, aún no tienen visa, derechos laborales ni cobertura sanitaria, mientras esperan que se les conceda protección.
El programa de acogida de refugiados de Australia ha aumentado en los últimos años, pero según los profesionales que atienden a estas personas, aún hace aguas.
“Desde que cambió el gobierno se ha encontrado solución a unos 13,000, pero aún quedan unos 9,000 cuyos casos son más complicados y que aún están en el limbo”, asegura Jorge Aroche, psicólogo clínico y director ejecutivo de STARTTS, el Servicio para el tratamiento y rehabilitación de supervivientes de tortura y trauma.
Eso ha sido muy lamentable, porque las 25,000 personas que han sido afectadas por esto han sufrido mucho en esa situación. No se ajusta a la propuesta moral de lo que significa tener un programa de refugiados.Jorge Aroche, director ejecutivo de STARTTS
Entre el 16 y el 22 de junio se conmemora la semana del refugiado que tiene como objetivo promover una mayor concienciación sobre los refugiados, los problemas que enfrentan y las contribuciones que están haciendo a la comunidad australiana.
Según la ley internacional, cualquier persona tiene derecho a solicitar asilo en caso de persecución. No es ilegal que las personas huyan de la persecución en su país de origen o crucen fronteras sin documentos ni pasaportes para solicitar asilo. Tampoco es un delito, según la legislación australiana, llegar a su suelo en barco sin un visado válido y solicitar protección.
Sin embargo, todas las personas que llegan a Australia en barco y sin un visado válido están sujetas a detención obligatoria.
“Por muchos años Australia ha tenido una política muy peculiar respecto al resto del mundo”, apunta Aroche, “porque es una isla y ha podido mantener sus fronteras muy ajustadas y ha usado mecanismos como detener a la gente que llegó o mantenerlos en situaciones de limbo”.
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El responsable de STARTTS explica que el periodo 2023-24 ha sido muy complicado por la situación global de refugiados, “con situaciones humanitarias críticas, como la de Gaza, pero tenemos la de Sudán, con 4 millones de gente desplazada, también Afganistán y Siria, Ucrania, Myanmar…”
Aroche asegura que uno de los problemas más preocupantes es que hay un contexto muy polarizado que hace más difícil la prestación de servicios.
“Sobre todo alrededor del conflicto en Gaza, donde muchos grupos toman partido. Es lamentable, porque lo que tenemos en esa situación es una cantidad de gente inocente que ha sido afectada por este conflicto, tanto por el ataque de Hamas, como por la respuesta tan tremenda y horrorosa del ejercito de Israel en la franja de Gaza”.
(El conflicto en Gaza) ha polarizado a mucha gente que lamentablemente termina tomando una posición más política que humanitaria alrededor de estos problemas.Jorge Aroche, director ejecutivo de STARTTS.
“Tenemos que tomar conciencia de que estamos en un mundo que está más integrado que nunca y es esencial que tratemos los problemas de esas personas como algo que nos afecta a nosotros también como parte de la raza humana”, concluye Jorge Aroche.