Sinopsis:
A lo largo de la historia reciente maestros, intelectuales, académicos y trabajadores han encontrado refugio en México huyendo de los golpes de Estado casi permanentes en América Latina.
México ha abierto sus puertas a perseguidos por las dictaduras a raíz de los golpes de Estado en Chile, Bolivia, Uruguay, Argentina, Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
El investigador mexicano Adalberto Santana Hernández, aseguró que estos conflictos en la región llevaron de 20 mil a 30 mil refugiados a México. Así lo destacó en un coloquio internacional titulado “El exilio y la vida intelectual de estos personajes está presente en México”, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Veracruzana.
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El otro 11 de septiembre
El golpe militar que derrocó el gobierno democrático del presidente Salvador Allende, hace 50 años, no ha sido un caso aislado en Latinoamérica. Durante la segunda mitad del siglo XX, trece países de la región vivieron largos periodos de regímenes dictatoriales y la opresión de autócratas.
Al referirse a la llegada de chilenos a México después del golpe de Estado en 1973, el investigador comentó que México acogió, entre otros, a intelectuales y académicos, quienes impartieron cátedra en la Universidad Nacional Autónoma de México y otras instituciones de educación superior del país norteamericano.
Cuando sucedió el golpe militar en Chile encabezado por el general Augusto Pinochet, el entonces presidente mexicano Luis Echeverría envió un avión a Santiago, para sacar de la embajada de México a la esposa del presidente Salvador Allende y a otras personas que estaban asiladas, todas ellas sumaron más de 800 chilenos.
Entre los intelectuales chilenos asilados en México destaca Isabel Allende, hija del expresidente Salvador Allende y hoy senadora chilena de 78 años de edad, quien recibió la condecoración de la Orden del Águila Azteca de manos del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Destacó que gracias a la ayuda del gobierno mexicano en aquellos años, le ayudó a poder rehacer sus vidas, al igual que a otros chilenos.
Otro chileno que vivió el exilio en México es José Miguel Insulza, excanciller y secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) de 2005 a 2015. Durante un encuentro de legisladores de México y Chile, Insulza compartió su experiencia de trabajar al lado de Salvador Allende y que en suelo mexicano se ganó la vida como investigador, se casó y tuvo dos hijos.
La tradición de asilo en México comenzó en 1853, cuando firmó, junto con Colombia, un tratado de no extradición por delitos de políticos.
En distintos momentos los gobiernos mexicanos han recibió bajo la misma condición de asilo a una larga lista de personalidades del mundo de la política, activistas de derechos humanos, artistas y ex presidentes.
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