El ministro del Interior de Australia, Peter Dutton, volvió a ser foco de atención pública al revelarse que él personalmente intervino para evitar que una tercera niñera fuera deportada del país.
Dutton, quien es investigado por un comité del Senado australiano por haber hecho uso de sus poderes especiales para que dos niñeras no sean deportadas presuntamente aduciendo que los casos eran de interés nacional, también fue informado de una tercera mujer, de 27 años de edad y nacionalidad francesa, que llegó a Australia en noviembre de 2015.
Las autoridades de control de fronteras la detuvieron para interrogarla ante la sospecha de que quería trabajar en el país.
Dutton aparentemente hizo uso de sus poderes especiales como ministro, entonces de Inmigración, tras la presión contra su oficina ejercida por el jefe de la liga de rugby australiano Gil McLachlan en nombre de un pariente de Australia del Sur.
Los documentos obtenidos por la ABC muestran que Dutton le otorgó un visados de turista de tres meses con la condición de que no trabaje.
“Al haber considerado las circunstancias particulares de esta persona y sus características personales, he decidido usar mis poderes discrecionales….porque es de interés nacional garantizarle a esta persona con un visado”, de acuerdo a la orden de Dutton. “En las circunstancias, he decidido que un acto humanitario y discrecional para actuar en favor de una persona con necesidades permanentes es de interés de Australia, una sociedad humana y generosa y garantizar un visado de turista (subclase 600) por un período de tres meses”, de acuerdo a la cita.
El senador del Partido Verde, Nick Minchin, opinó en Twitter que “Dutton tiene que responder a preguntas serias. Espero la investigación del Senado”.
El portavoz de la oposición en Inmigración, Shayne Neumann, recalcó que su partido, el Laborista, “espera que el nuevo primer ministro, Scott Morrison, asegure que su ministro coopere totalmente con la investigación del Senado y los esfuerzos de este para llegar al fondo del asunto”.
Dutton y la Liga no se han pronunciado al respecto aún.
La actitud de Dutton contrasta con la férrea determinación que tiene para evitar trasladar a solicitantes de asilo y refugiados que se encuentran en a isla Manus, en Papúa, y Nauru, en el Pacífico, a la espera desde hace unos cinco años a que se les otorgue asilo en un tercer país.
Incluso ha denegado los traslados de niños y madres con problemas graves de salud.
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