Miles de personas en todo el país salieron a las calles en las celebraciones del Domingo de Ramos para exigir el cierre de los centros para inmigrantes que tiene Australia en la isla de Manus, en Papúa Nueva Guinea, y Nauru en el marco de una protesta organizada por diversas iglesias y organizaciones de defensa de los derechos de los refugiados del país.´
Los manifestantes aseguran que los solicitantes de asilo y refugiados, que intentaron llegar a Australia por mar antes de ser interceptados y trasladados a estos centros, han sido olvidados por el ministro del Interior, Peter Dutton, después de que éste expresara públicamente que quiere dar un trato especial a los agricultores blancos de Sudáfrica para que puedan venir a Australia.
Dutton, que el año pasado ganó con dificultades las elecciones en su electorado de Dickson (Queensland), ha sido criticado duramente por varios sectores políticos y organizaciones sociales por darle la espalda a personas vulnerables como los rohinyás, la minoría musulmana que es, según la ONU, víctima de un genocidio en Birmania.
Australia ha sido condenada en varias oportunidades por varias agencias de la ONU y organizaciones como Amnistía Internacional por el trato dado a los solicitantes de asilo, que provienen en su mayoría de zonas de conflicto, en estos centros desde que reabrió los centros en el Pacífico para tramitar sus solicitudes de asilo.
Muchos de los solicitantes de asilo, entre ellos niños y mujeres, padecen de enfermedades mentales graves que incluso los han llevado a autolesionarse o inmolarse, mientras otros han sido víctimas de abusos sexuales en esos centros en los que viven en condiciones precarias.
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