Cada año los ojos del mundo se posan en Sídney para el año nuevo. Allí arranca rimbombante la fiesta de bienvenida para un nuevo ciclo, con un despliegue pirotécnico de rosetas y otras formas pirotécnicas que explotan y se desintegran en los cielos con figuras caprichosas.
En tierra, millones de personas se aglomera con sus contenedores de comida y bebidas alrededor del puente para presenciar este espectáculo único, mientras decenas de miles de millones miran desde el otro lado del planeta encandilados por este derroche.
Pero este año el deseo de ser testigo de uno de los símbolos turísticos más importantes de Sídney es superado por el horror y la tragedia causada por los incendios forestales, que han sido calificados ya de catastróficos.
No es para menos. La temporada recién empieza y ya han muerto en Nueva Gales del Sur 6 personas, más de 2.000 koalas y un número indeterminado de ganado y animales salvajes.También se han calcinado más de 700 casas y 2.000 kilómetros cuadrados de terreno, un área similar a la que ocupa El Salvador. Eso solo en este estado, que es el más afectado por los incendios, porque la cifra aumenta si se mira al resto del territorio australiano que arden en llamas.
Source: Facebook
Ante esta catástrofe y “lo peor” que se avecina, más de 170.000 personas han firmado una petición que circula por internet. En ella se solicita al primer ministro australiano, Scott Morrison, que se destine el dinero que se invierte normalmente en los fuegos artificiales a los granjeros, los bomberos y a los cuidadores de los animales salvajes.
“$ 5.8 millones se gastaron solamente en Sídney para los fuegos artificiales el año pasado. Todos los estados deberían decirle no a los fuegos artificiales. Esto puede traumatizar a algunas personas y ya hay demasiado humo en el aire”, reza el pedido que circula en change.org.
La economía y el turismo en juego
La alcaldesa de Sídney, Clove Moore, dijo recientemente en un comunicado que la cancelación de los fuegos artificiales supondría “poco beneficio práctico” dado que éstos se planifican con 15 meses de antelación y el dinero, que en gran parte se destina a la seguridad de la multitud y en la limpieza, ya se ha gastado.
Además, estos fuegos pirotécnicos compensan las emisiones de carbono y son biodegradables, una apuesta que hace Sídney, ciudad declarada este año en emergencia climática, con el fin de mitigar el impacto ambiental y evitar la producción de basura, agregó.
Moore aclaró que la cancelación solo se haría por condiciones meteorológicas adversas como serían unos vientos de enorme potencia.
Por su lado, la vicealcaldesa de Sídney, Jess Scully, precisó a SBS Spanish que si bien el municipio aprecia “la preocupación de los ciudadanos por sus compatriotas en un momento de emergencia muy grave” se debe pensar “en el impacto de cancelar un evento de importancia mundial”.
Los fuegos artificiales de año nuevo “son importantes para la economía del estado y la ciudad. Inyectan 130 millones a la actividad económica y por eso hay que pensar con mucho cuidado”.
Scully también destacó que el ayuntamiento ya ha donado más de 620.000 dólares para los damnificados de la sequía y los incendios, así como para el cuidado de los animales salvajes, al mismo tiempo que aseguró que los fuegos artificiales solo contribuyen por unas horas al denso humo que cubre ya a Sídney desde hace días por los incendios.
En ciertas zonas de la ciudad los niveles de contaminación por los incendios superan en 12 veces los niveles peligrosos a tal punto que se ha comparado al fumar un total de 80 cigarrillos en un día.
En las redes sociales circulan bromas sobre la calidad del aire en Sídney, una ciudad en la que generalmente el cielo es azul y se respira aire puro. Una de ellas indica que los residentes ahora viajan a China en busca de aire limpio.
Los hispanos se oponen a los fuegos pirotécnicos este año
Una encuesta realizada por SBS Spanish en nuestra página de Facebook indica que un 83 por ciento de los 844 hispanos que respondieron “no” a la pregunta ¿estás a favor de tener fuegos artificiales este año?. El 17 por ciento indicó que “sí”.
Cecilia Verónica Tirendi opinó que no debería realizar.
“No, para nada! No tenemos ganas de festejar si estamos viviendo una tragedia y además, ese dinero debería utilizarse para combatir estos incendios. No necesitamos más fuego! Si se hacen serían por intere$. Si el gobierno escucha a su gente, lo suspende. Sería un sacrificio digno y una toma de conciencia. Esto es grave, muy grave”.
Victoria Curiel Fernández expresó que “sé que puede llegar a ser muy desolador el no cumplir con una tradición tan linda como esta. Pero creo que por respeto a las víctimas y por tomar conciencia sobre la cantidad de humo, este año no deberían haber fuegos artificiales”.
Otra seguidora, Haydee Martínez Murillo comentaba que “no se puede pensar solo en el negocio de la atracción turística, hay que pensar en la tragedia y pérdidas ocasionadas por el fuego, apenas se puede ver el puente o el Opera House”.
“Además de la contaminación, ¿que hay ya mismo, no piensan en la gente y niños que irían a verlo? ¿Que hay que festejar con tanta desolación?. Cada vez la gente está más deshumanizada, ojalá que la gente tome conciencia y no vayan si es que lo hacen, en estos casos habría que hacerles el boicot, pero nunca falta un bobo, o sería genial que como milagro se pusiera a llover a cántaros y se les agua la fiesta, en fin roguemos que la realidad supere la fantasía!!”, indicaba Martínez.
Sin embargo, frente a la opinión de más de 170.000 en una ciudad de más de 5 millones, la vicealcaldesa de Sídney, una ciudad que se ha declarado este año en emergencia climática, consideraba que en medio de tanta tragedia y en momentos de “mucho sufrimiento” habría “unirse para celebrar el año que pasó y darle la bienvenida al que viene!.