El Consejo del Clima alerta en su reciente informe de un verano peligroso. Australia afronta condiciones extremas y el verano se perfila peligroso con una combinación volátil de olas de calor, sequía e incendios.
En solo 90 días se han roto 206 récords que incluyen las temperaturas más altas, las de menores niveles de lluvias, entre otros. Pero lo peor está por venir y las grandes ciudades como Sídney y Melbourne podrán afrontar días con 50 grados de calor. Esto sería la nueva norma. Al mismo tiempo, en el interior, la despensa de alimentos de las ciudades, seguirán los devastadores incendios y las sequías.
La temporada de incendios 2019/20 comenzó en Nueva Gales del Sur y el sureste de Queensland en invierno, muchos meses antes de lo previsto. Desde entonces han muerto seis personas, se han calcinado 600 casas y 2 millones de hectáreas. También el ganado y la vida salvaje se ha perdido, entre ellos mil koalas.
Se calcula una caída de un 20 por ciento de los cultivos por los incendios.
“Hemos visto que los incendios han comenzado en invierno, que las olas de calor atravesaron el país en primavera, así como una sequía prolongada. El cambio climático está influyendo en todas estas cosas”, dijo el consejero del Clima y autor del informe, Will Steffen.
Se está cambiando “el curso de la historia de la naturaleza”
Los “incendios monumentales” están “cambiando el curso de la historia de la naturaleza” en Nueva Gales del Sur, alertó el Consejo de Conservación de la Naturaleza al insistir en que el gobierno debe redoblar esfuerzos para salvar los bosques que quedan.
Del terreno quemado, más del diez por ciento pertenecen a los parques nacionales. Un 20 por ciento del área patrimonial de las Montañas Azules también ha sido calcinado, de acuerdo a un informe obtenido por The Guardian.
Pero, la preocupación principal de los ambientalistas son los bosques tropicales Gondwana que se extienden entre la costa esta de Newcastle a Brisbane. Este bosque de 370,000 hectáreas, hogar de especies endémicas, fue declarada por la Unesco como patrimonio de la humanidad de la Unesco.
Estos bosques, que normalmente son demasiado húmedos para incendiarse, están en llamas.
El mes pasado el primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo que la producción doméstica de gases de efecto invernadero no es la causante de los incendios del país.
“El sugerir que solo con el 1.3 por ciento de las emisiones mundiales que produce Australia haría diferencia, más o menos, en el impacto de los resultados de los incendios esta temporada, creo que no se sostiene con ninguna evidencia científica”, expresó Morrison a la ABC.
La salud de los australianos
La salud de los australianos está en riesgo por las olas de calor y el humo de los incendios dado que están más propensos al agotamiento por calor, problemas cardiovasculares y respiratorios.
El Consejo del Clima recordó que en 2009 al menos 500 muertes más se produjeron en Melbourne y Adelaida por el calor.
“Así como hablamos del peligro del amianto (asbestos) o del tabaquismo, tenemos la obligación de hablar sobre el cambio climático”, dijo la experta en salud pública Kate Charlesworth.
“El humo de los incendios contienen carcinógenos, partículas, monóxido de carbono, entre otras cosas. Son extremadamente peligrosas para la salud humana, es como fumarse 40 cigarrillos al día”, precisó la experta.
Sídney ha estado cubierta por varios días por los humos de los incendios, incluso ha llegado a estar entre las ciudades más contaminadas del mundo. Los niveles en algunas zonas son alarmantes.
La ansiedad de los granjeros
Robert Lee, quien vive en una granja cerca del centro regional de Orange, dijo a SBS que el cambio climático le ha provocado ansiedad por más de 15 años.
“Nunca he visto una sequía tan severa como esta”, precisó Lee quien ha tenido que vender un a gran parte de sus vacas por no poder criarlas debido a la escasez de agua y alimentos.
Este ganadero le ha pedido al gobierno australiano a que escucha las demandas de los granjeros y adopte medidas para que se promuevan las industrias de energía renovable.
“Australia necesita adoptar acciones reales contra el cambio climático. La energía renovable es una inversión para el futuro, una oportunidad que puede crear muchas industrias en áreas regionales como el Central West”, precisó.