Puntos destacados:
- Según Médicos sin Fronteras, en enero de 2024 las bandas criminales que operan en la zona violaban a tres mujeres cada día en promedio y en febrero la cifra se elevó a 16 por día.
- El gobierno de Panamá ordenó a la organización suspender las operaciones en el país y le acusó de ocultarle datos de las personas migrantes que denunciaron violaciones sexuales.
- Más de 82.300 migrantes cruzaron el Darién, según datos de las autoridades panameñas. En su mayoría proceden de Venezuela.
Sinopsis:
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras denunció un incremento en las violaciones sexuales y la "brutalidad" que sufren muchas personas migrantes en la selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia que es usada a diario como ruta migratoria hacia Centroamérica y Estados Unidos.
Según las cifras de la ONG, en enero de 2024 las bandas criminales que operan en la zona violaban a tres mujeres cada día en promedio y en febrero la cifra se elevó a 16 por día.
El año pasado, más de 675 migrantes víctimas de violencia sexual en el Darién recibieron atención médica integral de la organización.
Tras la denuncia de Médicos sin Fronteras, el gobierno de Panamá ordenó a la organización suspender las operaciones en el país centroamericano y le acusó de ocultarle datos de las personas migrantes que denunciaron violaciones sexuales.
La directora de Migración Panamá, Samira Gozaine, informó que existen reportes asegurando que organismos internacionales otorgan mapas a migrantes en Colombia, de cómo cruzar la selva de Darién, sin importar el peligro que representa para los niños.
Unos 120,000 menores de edad cruzaron la inhóspita selva del Darién, como parte de un récord de medio millón de migrantes que buscaron llegar sin documentos a Estados Unidos en 2023, informó el gobierno panameño.
En tanto, Unicef dijo que ve con «preocupación» la reciente suspensión por orden del Gobierno panameño de la atención humanitaria de Médicos Sin Fronteras.
Médicos sin Fronteras mostró su «enorme» preocupación «por las consecuencias que la suspensión de sus operaciones tiene sobre la población migrante», pues en promedio, cada mes, sus equipos médicos brindaron atención en salud física y psicológica a casi 5.000 personas, «con un especial énfasis en las sobrevivientes de violencia sexual».
Mientras las autoridades panameñas han endurecido el discurso hacia el tránsito de migrantes por la selva e insisten en que este es un «negocio» del crimen organizado.
Los criminales se hacen pasar por guías para despojar de sus pertenencias a los migrantes. Las mujeres son abusadas sexualmente frente a sus hijos, cuentan las propias víctimas. Les cobran 400 dólares para dejarlos en libertad, según testimonios de migrantes.
Los migrantes tardan de tres a seis días en atravesar esta frontera natural entre Colombia y Panamá, de 266 kilómetros de longitud, donde se enfrentan a los peligros naturales, pero también de la bandas criminales.
Solo en lo que va de este año, más de 82.300 migrantes cruzaron el Darién, según datos de las autoridades panameñas, que los registran a su llegada a las primeras comunidades indígenas en la salida de la selva. En su mayoría proceden de Venezuela.