Puntos destacados:
- Qantas recibió una multa de $ 250.000 por despedir al representante de salud y seguridad Theo Seremetidis en 2020.
- Seremetidis fue despedido tras dar instrucciones a los trabajadores para que no limpiaran los aviones que llegaban de China a principios de la pandemia.
- El juez David Russell calificó la conducta de Qantas de «vergonzosa» al dictar la pena el miércoles.
- Seremetidis ordenó a los trabajadores que no limpiaran los aviones en virtud del artículo 85 de la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo, que establece el derecho de los trabajadores a dejar de trabajar en condiciones inseguras.
Un exrepresentante de salud y seguridad de Qantas afirma que por fin ha sido reivindicado después del dictamén de la corte que le ordenó a Qantas pagar $250.000 por haberlo despedido tras expresar preocupación por el bienestar de sus compañeros de trabajo a principios de la pandemia de COVID-19.
La aerolínea fue declarada culpable de infringir las leyes de salud y seguridad en el lugar de trabajo y, a finales de febrero, accedió a pagar $21.000 a Theo Seremetidis, quien dio instrucciones a sus compañeros de trabajo para que no limpiaran los aviones que llegaran de China a principios de la pandemia de la COVID-19, por peligro de contagio o propagación del virus.
La filial de Qantas, Qantas Ground Services (QGS), despidió a Seremetidis en febrero de 2020, horas después de que pidiera a otras personas que dejaran de limpiar y reparar los aviones provenientes de China.
Al hablar ante el Tribunal de Distrito de Nueva Gales del Sur el miércoles, el exempleado de Qantas dijo estar contento con el dictamen, pero que la multa era «insignificante» para la aerolínea.
«Me alegro de que hoy se haya hecho justicia con Qantas», dijo Seremetidis.
[Pero] Qantas obtuvo beneficios de $3.800 mil millones en los últimos 18 meses, entonces, ¿qué es un cuarto de millón? Es una gota en el océano.
El juez David Russell impuso una multa de $250.000 a Qantas por haberse conducido de manera «bastante vergonzosa» contra Seremetidis.
«Incluso cuando fue destituido y estaba siendo investigado, QGS intentó inventar otras razones para justificar sus acciones», afirmó.
Theo Seremetidis fue despedido después de pedir a otros trabajadores que no limpiaran los aviones que llegaban de China al principio de la pandemia de la COVID-19. Source: AAP / Dean Lewins
«Había un enorme desequilibrio de poder entre los altos directivos de QGS y el señor Seremetidis, un empleado a tiempo parcial con un salario modesto», afirmó.
La aerolínea se enfrentaba a una multa máxima de $500.000. Es el primer caso en el que una aerolínea de mayor imporatancia se enfrenta a un proceso penal por infringir las normas de seguridad en el lugar de trabajo.
Seremetidis ordenó a los trabajadores que no limpiaran los aviones en virtud del artículo 85 de la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo, que establece el derecho de los trabajadores a dejar de trabajar en condiciones inseguras.
El caso de Qantas es el primero en el que una importante aerolínea se enfrenta a un proceso penal por infringir las normas de seguridad en el lugar de trabajo. Source: Getty / James D. Morgan
Qantas dijo que había aceptado la sanción y presentó una disculpa a Seremetidis ante el tribunal.
«La seguridad siempre ha sido nuestra prioridad número uno y seguimos alentando a nuestros empleados a denunciar todos los asuntos relacionados con la seguridad», dijo la aerolínea en un comunicado.
El abogado de la fiscalía Matthew Moir dijo que Qantas daba prioridad a sus intereses comerciales y operativos por encima de la salud y la seguridad de sus trabajadores.
Pero el abogado de Qantas, Bruce Hodgkinson, argumentó que la aerolínea intentó hacer frente a la pandemia que se estaba desarrollando rápidamente, de manera educada e informada.
La ministra de Salud y Seguridad Laboral de Nueva Gales del Sur, Sophie Cotsis, dijo que ningún representante de seguridad debería ser destituido por hacer su trabajo.
«Hoy, Theo ha sido reivindicado», dijo.
Dejemos que este caso sirva de advertencia, no solo para Qantas sino para todos los empleadores, para que no discriminen a sus representantes de salud y seguridad.La ministra de Salud y Seguridad Laboral de Nueva Gales del Sur, Sophie Cotsis.
El senador laborista Tony Sheldon, exsecretario nacional del Sindicato de Trabajadores del Transporte, dijo que el caso ponía de manifiesto la falta de responsabilidad empresarial en materia de seguridad.
Pidió la renuncia del consejero general de Qantas, Andrew Finch, y del presidente Richard Boyd.
«La decisión de hoy significa que la empresa es una organización delictiva y que hay gente responsable que tiene que ser despedida», dijo Sheldon.