El ministro de Salud federal, Greg Hunt, afirma que, desde el inicio del programa de vacunación, ha habido una “aceleración extraordinaria” en la batalla contra el COVID-19 en Australia, asegurando que un número “masivo” de personas han sido vacunadas.
Pero, según los objetivos iniciales anunciados por el propio gobierno, el programa de distribución de la vacuna ha sufrido de retrasos considerables. Estos traspiés han sido incluso noticia internacional.
Según el medio británico, Australia está 3,4 millones de dosis por debajo de su objetivo inicial de inocular cuatro millones de vacunas para el 31 de marzo.
El gobierno de Morrison ha enfurecido a los gobiernos estatales porque los ha culpado a ellos por los problemas de distribución.
El gobierno federal dijo que Nueva Gales del Sur había distribuido poco más de 96.000 de las 190.610 dosis suministradas.
También criticó a Queensland por almacenar y reservar parte de su suministro. El estado justificó esta acción alegando que quería asegurar que podría proporcionar segundas dosis de la vacuna a los grupos más vulnerables.
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Los ministros federales Dan Tehan y David Littleproud han sido sumamente vocales en sus críticas a los estados en entrevistas a la prensa.
En una entrevista otorgada al programa matutino del canal nueve, Today, Littleproud declaró que los premiers no habían hecho su trabajo, al cual minimizó, catalogándolo de simple. Durante su intervención, Littleproud utilizó la frase ofensiva “bugger all” en inglés, para referirse a la supuesta falta de acción de los gobiernos estatales.
“Los estados tienen que admitir que tienen un problema porque han hecho tres quintas partes de absolutamente nada. Están frenando a esta nación y desafortunadamente nuestros premiers … se han quedado dormidos al volante.”
El ministro de Salud de Nueva Gales del Sur, Brad Hazzard, respondió indignado, alegando que el gobierno federal se estaba comportando de manera engañosa y ofensiva.
Esto de estar lanzando cifras engañosas a la prensa es totalmente inapropiado, muy decepcionante y creo que no es útil al momento de asegurar la confianza de la comunidad.
Hazzard señaló que los estados han sido pacientes con el gobierno federal en vista de los problemas y retrasos que enfrentan tras la decisión de Europa de retrasar el envío de las vacunas de AstraZeneca. Asimismo, dejó claro que se sentía sumamente agraviado por la falta de solidaridad del gobierno federal.
“Esto es lo que más me ha enojado en estos 15 meses de batalla contra este virus. Todos los gobiernos de Australia deberíamos estar trabajando juntos”, recalcó Hazzard.
Por su parte, el viceprimer de Queensland, Steven Miles, describió los comentarios de Littleproud como un escandaloso ataque orquestado contra los estados.
Queensland recibió críticas agudas del gobierno federal por almacenar dosis de vacunas. Pero el estado justifica su decisión alegando que no confiaba en la capacidad del gobierno federal de suministrar suficientes dosis de manera constante.
Australian Prime Minister Scott Morrison joins Aged care resident Jane Malysiak (left) as she receives the first Codid-19 vaccine in Australia Source: AAP
Mientras los políticos pelean, la población espera
Personal que trabaja en varios centros del sector de los cuidados a personas de la tercera edad en Nueva Gales del Sur han dicho a SBS Spanish que ha habido retrasos en la distribución de las vacunas en el estado, y que la información que reciben de las autoridades es contradictoria con frecuencia.
Los retrasos incluyen tanto las inoculaciones para los residentes, como para los empleados.
Marta Aquino, Directora Ejecutiva de Residential Gardens, el hogar para ancianos de habla hispana en Sídney contó a SBS Spanish que afortunadamente, su centro ya tiene confirmación de cuándo asistirán las autoridades a vacunar a los residentes.
Sin embargo, Aquino afirma que la comunicación de parte de las autoridades ha sido confusa.
"Vienen muchas comunicaciones. En un día puedes recibir tres o cuatro comunicaciones diferentes y tienes que estar llamando para asegurarte."
Además, considera que el gobierno “se adelantó” al anunciar su calendario de vacunación, sin realmente evaluar la dimensión y complejidad de los retos que presentaría la distribución.
"No es un proceso fácil", dijo.
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