Desde marzo de 2020, todos los martes, en un rincón de la capital de Queensland, la tarde se pinta con ritmos latinos y charlas en español, portugués e inglés. Son las mujeres y hombres del Latin Choir Brisbane, un testimonio musical sobre cómo conservar la salud mental en tiempos de pandemia.
La española Tania Balil, directora musical del coro, asegura que esta es una agrupación a la que no solo se va a cantar; ya que el espíritu de comunidad y fraternidad que se vive en los ensayos hace que este espacio sea un refugio emocional.
“Cuando llego siempre me encuentro con risas, abrazos, comida para compartir, algo de beber. La gente llega antes; ellos no vienen solo para cantar. Vienen media hora antes para crear un espíritu de comunidad. Siempre es muy agradable entrar en el espacio y sentir esa calidez y esas ganas de estar juntos. Y entonces, me siento al piano y empezamos a vocalizar”, describe Tania.Denise Gibran, una brasileña integrante del coro, define ese momento previo a la vocalización como una parte fundamental de la agrupación. Ella dice que esa media hora que antecede al ensayo sirve para calentar el corazón.
Ensayo del Latin Choir Brisbane. Source: Facebook
“Los martes nos juntamos en el salón a las 6:30 más o menos. Y desde las 6:30 hasta las 7 es una socialización. Tenemos algunas comidas, vino o agua; cada quien lleva cuando puede, lo que quiere. Pero siempre hay algo. A mí me gusta llamar a este momento como el calentamiento del corazón o del espíritu del coro”, comparte Denise.
En esa primera media hora calentamos el espíritu del coro con charlas, risas, conversaciones en las esquinas del salón.
Después de esto empezamos con el calentamiento de la voz, pero allí el espíritu del coro ya está establecido para que tengamos una buena onda”, señala la brasileña.Increíble pensar que este coro surgió en medio de una pandemia.
Integrantes del Latin Choir Brisbane. Source: Facebook
Sin embargo, para la mexicana Adriana Sánchez, otra de las integrantes, la creación de esta agrupación en medio del caos tiene sentido.
Varias mujeres integrantes del grupo ya se conocían desde hace un tiempo y de vez en cuando se reunían para compartir con las familias.
En dichas reuniones no faltaba la fogata, una guitarra, alguien que se animara a cantar y así pasaba la noche.
Sin embargo, cuando comenzó la pandemia las reuniones eran cada vez más esporádicas, pero la necesidad de escapar del ruido mediático, las malas noticias y los días de incertidumbre era cada vez mayor, por lo que estas mujeres decidieron que era momento de concretar su proyecto de formar un coro para explorar la música latinoamericana.
“Empezamos justo en la pandemia. Las pláticas comenzaron un poco antes, pero cuando empezaron los confinamientos fue que nos motivamos", comenta Adriana Sánchez.
Teníamos la necesidad de un espacio, un espacio para seguir conviviendo en comunidad. Obviamente, siempre seguimos las indicaciones que estaban en el momento respecto al número de personas.
Ella afirma que crear este espacio fue un gran alivio al encierro en casa y a toda la incertidumbre que trajo consigo la crisis del coronavirus.
Para Adriana este refugio musical además significaba una conexión con casa, la casa de origen que muchos integrantes de este coro tiene en Latinoamérica o Europa.
Denise coincide con Adriana al afirmar que la pandemia fue el catalizador que ese grupo de amigas necesitaba para que floreciera la idea de explorar la cultura latina a través de la música.
“Yo creo que la pandemia nos dio más energía para crear el coro. Porque podríamos continuar encontrándonos informalmente, como siempre hacemos, pero cuando estuvimos separados nos extrañamos, extrañamos estos momentos donde cantamos y celebramos la vida”, explica Denise Gibran.Aunque jamás se dijo, ni se impuso como regla, de una manera orgánica estas mujeres comenzaron a construir un espacio libre de COVID.
Latin Choir Brisbane durante una presentación. Source: Facebook
“Encontramos un espacio que fue nuestro. Aun siguiendo las restricciones por el COVID y teniendo presente el COVID todo el tiempo, se convirtió en nuestro espacio no COVID. Es un poco irónico. Pero era nuestro espacio en el que no hablábamos de COVID, en el que no repetíamos noticias, en el que no decíamos qué debe hacer cada quien. Nosotros nos juntábamos, nos respetábamos, conectábamos, y de ahí llegaba el profesor y nos poníamos a cantar”, detalla Adriana.
Con los meses las raíces culturales del coro se multiplicaron
Al principio el refugio fue la casa de una de ellas. El pequeño número de integrantes les permitió permanecer allí por poco más de un año, bajo la dirección del maestro de música Ricardo Bona.
Con los meses el grupo comenzó a crecer y al año tuvieron que buscar un espacio más grande. Poco a poco también se fueron integrando voces masculinas. Las raíces culturales del coro se multiplicaron y hoy son entre 20 y 25 personas provenientes de Brasil, Ecuador, México, Argentina, Perú, España, Italia y Australia.
“El coro nació de la idea de reunirnos personas de Latinoamérica para cultivar la musicalidad de nuestra región. Pero es impresionante ver que hay personas en el coro que no hablan español o portugués, pero les encanta la cultura, la música y el espíritu que traemos en el coro”, dice Denise.Tania Balil, quien comparte la dirección musical del coro con Ricardo Bona, cuenta que en diciembre de 2021 el coro tuvo una presentación y en el ensayo siguiente todos expresaron las experiencias positivas que les ha dado el coro. Eso para Tania fue una revelación de lo que esta agrupación significa para sus integrantes.
Integrantes del coro. Source: Facebook
“El valor del coro no solo es musical. La música es la plataforma en la que nos encontramos, pero lo que se está generando en este coro es de una calidad humana que es difícil cuantificar”, asegura Tania.
Durante el tiempo que ha durado la pandemia, en algún rincón de Brisbane, todos los martes un grupo de mujeres y hombres de diversas partes del mundo se unen en un coro para cantarle a la vida con vino y con alegría.
Presiona en la imagen principal para escuchar la historia del Latin Choir Brisbane en la voz de sus protagonistas y disfruta de su trabajo musical.