La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, realiza una gira no oficial en Australia. Su paso por Australia se considera como muy simbólica, ya que la expresidenta chilena vivió en Australia como refugiada política a mediados de los años 70, luego de escapar del régimen de Augusto Pinochet.
Si bien la visita de Bachelet ha sido ampliamente publicitada, se desconoce a ciencia cierta con quién se reunirá y qué temas se discutirán a puerta cerrada con mayor urgencia. Solamente ha trascendido en ciertos círculos que la Alta Comisionada mantendrá reuniones informales con funcionarios gubernamentales y también con organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Pero hasta el momento, no se tiene contemplado que Bachelet, que no ha publicado su agenda oficial, otorgue conferencias de prensa.
Sin embargo, la expresidenta estará ofreciendo dos conferencias públicas en Sídney.
El martes será la invitada de honor en un evento organizado por la Comisión Australiana para los Derechos Humanos, titulado "Free and Equal: An Australian Conversation of Human Rights", que se puede traducir como "Libre e Igual, Una conversación australiana sobre DDHH".
Por otro lado, el miércoles, Bachelet dará una segunda conferencia en Sídney organizada por el Instituto Whitlam, que forma parte de la Universidad del Oeste de Sídney. Las entradas para esta conferencia ya están agotados, ya que su precio sí era bastante asequible.
Una deuda que le reclaman los chilenos con los DDHH
Dentro de la comunidad latinoamericana, la visita de Bachelet ha atraído mucho interés, pero también críticas.
La activista chilena Cecilia Jiménez, dijo a Radio SBS que se sentía decepcionada que los precios para la primera conferencia fueran tan prohibitivos, ya que como hija de una víctima del régimen de Pinochet y como chilena, tenía muchas interrogantes para Bachelet.
“Me gustaría preguntarle, como presidenta de un país donde los derechos humanos se han trastocado, por qué no hubo durante su gobierno un pacto sobre los derechos humanos para los detenidos desaparecidos. También por el maltrato del pueblo Mapuche, que también pasó durante su gobierno, y por qué no se derogó la Constitución del 80”, comentó Jiménez.
Las preguntas de la activista chilena se refieren a las deudas del gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet con las miles de víctimas y sus familiares que aún reclaman justicia por los abusos a los derechos humanos de Pinochet, de quien heredaron la Constitución.
Asimismo Jiménez se refería a la población indígenas de los mapuche quienes luchan por sus tierras, su cultura y su lengua en Chile.
Members of the Chilean Australian community from the National Campaign for Truth and Justice in Chile, Australia wear pictures of some of the victims. Source: AAP
Venezuela, la piedra en el zapato
La visita de Michelle Bachelet a Australia también ha atraído críticas de grupos simpatizantes del gobierno bolivariano de Venezuela en el país, quienes tienen contemplado organizar demostraciones en Sídney para protestar contra el informe que la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos presentó en julio de este año sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela.
Recordemos que el informe condenó presuntos asesinatos y torturas a manos del gobierno de Nicolás Maduro, que podrían ser considerados crímenes de lesa humanidad.
El informe de Bachelet describió la actuación del Estado venezolano como una estrategia sistemática - “orientada a neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política y a quienes critican al Gobierno”.
Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro criticó la metodología utilizada y negó rotundamente las acusaciones.
Venezuela es uno de los países que se ha postulado para obtener un asiento en el consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, hecho que ha sido duramente criticado por varias organizaciones que velan por los Derechos Humanos, entre ellos Human Rights Watch.
Ante las críticas y las protestas, Leanne Smith, directora del Whitlam Institute, recalcó que éstas eran parte normal del proceso democrático.
"Las personas tienen derecho a expresar sus puntos de vista si tienen una perspectiva diferente a la que ella ha expresado en su rol actual como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Sin embargo, tengo un gran respeto por ella personalmente, y confianza en su capacidad y en su trabajo. Sé que su informe se basa en evidencia sustancial e investigación sustancial, que de ninguna manera es frívola, así que estoy segura de que le dará la bienvenida a tener conversaciones sobre las diferencias de opiniones, pero esperamos que éstas discusiones sean constructivas".
Bachelet: Desde los indígenas hasta el cambio climático
La directora del Whitlam Institute, Leanne Smith, quién trabajó con Michelle Bachelet en la ONU, contó a Radio SBS sobre algunos temas que cree serán tratados durante la conferencia.
"Esperamos que la Alta Comisionada ofrezca a los australianos una visión más amplia de lo que está sucediendo en el mundo ahora, en todo el mundo, en cuanto a los derechos humanos”
“Tenemos nuestros propios desafíos aquí en Australia, y sé que pasará algún tiempo hablando con el gobierno australiano y hablando con profesionales de derechos humanos sobre temas aquí en Australia, desde la detención de niños aborígenes e isleños del estrecho de Torres, hasta la detención en ultramar de los refugiados, los derechos de las personas con discapacidad, los derechos de las mujeres, los niños, etc ... pero ella también pondrá esos problemas en el contexto de los cambios masivos en curso en todo el mundo", señaló.
"También ella tiene una voz muy particular en este momento sobre los problemas del cambio climático y las enormes ramificaciones que eso tiene en materia de derechos humanos, desde el impacto en las poblaciones hasta los impactos en las comunidades, así que creo que ella podría centrarse en eso también".En años recientes, los informes de los enviados especiales de las Naciones Unidas han criticado fuertemente a Australia por cómo se han tratado a los solicitantes de asilo y refugiados, y también por la detención desmesurada de indígenas australianos, sobre todo las mujeres. Otras críticas se han centrado en la edad de responsabilidad criminal, que en Australia es de sólo 10 años de edad.
1988 : PROTEST DURING THE AUSTRALIAN BICENTENUARY.(Photo by Patrick Riviere/Getty Images) Source: Hulton Archive
La semana pasada, una agencia de la ONU instó al gobierno australiano a que liberara a una familia tamil que se encuentra detenida en la isla Christmas.
Leanne Smith, quién es también abogada de derechos humanos, cuenta que espera que la visita de Bachelet sirva para detallar cuáles son las principales críticas que la ONU le hace a Australia y por qué.
"Creo que lo que dirá va a ser esclarecedor para nosotros como australianos en términos de comprender el contexto más amplio de los derechos humanos. También creo que será un reto aceptar ciertas verdades. A veces los australianos se quejan, diciendo: "¿por qué la ONU está constantemente señalándonos negativamente?" Si somos un gran país...' "
"En ese sentido, creo que es importante darse cuenta de que todos los países del mundo tienen fortalezas y desafíos, y no somos diferentes a ninguno de ellos, y es importante considerar lo que ella tiene que decir de una manera abierta, ya que estoy segura que sus críticas se dan de manera constructiva".
Source: AAP (from archive)
Australia parece soslayar las críticas
Leanne Smith agrega que considera que Australia también ha cambiado su política de respuesta a las críticas.
"Repetidamente observamos en diferentes comités de derechos humanos, no sólo en los informes de los relatores especiales de la ONU, pero también en informes de derechos humanos más generales, desafortunadamente, ha habido una tendencia creciente en Australia de ser un poco menos receptivo a las recomendaciones. Hemos visto que en éstos informes, que se publican en ciclos de siete años, surgen los mismos problemas . Entonces, existe la sensación de que quizás Australia no está respondiendo tan bien como lo hacía en el pasado a algunas de esas críticas constructivas. O que Australia podría ver sus prioridades internas y su interés nacional de manera ligeramente diferente," decía Leanne Smith del Whitlam Institute.