La profesora de enfermería chilena Paula Sánchez intenta obtener al menos 150.000 votos para ocupar un puesto en el Senado del Parlamento de Australia, un espacio que mayoritariamente está conformado por diputados o senadores de origen anglo-celta-sajón y europeo y que tiene un número reducido de miembros de origen asiático o aborigen.
De lograr esta hazaña, Paula Sánchez, quien renunció a la ciudadanía chilena para entrar a la escena política de Camberra, se convertirá en la primera persona nacida en Latinoamérica y en la primera mujer nacida en esa región en ocupar uno de los cargos democráticamente electos más altos en Camberra.
Hasta la fecha solamente el político uruguayo-australiano retirado, Telmo Languiller, ha logrado ser el presidente del Parlamento del estado de Victoria, aunque no renunció a su ciudadanía porque ese requisito solo se impone a nivel de la política federal en virtud del artículo 44 de la Constitución del país.Sánchez postula con un programa basado en la lucha contra la desigualdad, el cambio climático, la reducción del gasto en el sector de la defensa en favor de la educación, la salud y la vivienda pública, además de las reivindicaciones de los indígenas australianos y las minorías multiculturales y sexuales.
Paula Sánchez, candidata al Senado en NSW por Socialist Alliance Source: Supplied
También a favor de la promoción de un incremento en la migración, tanto de refugiados como de trabajadores cualificados y por reunión familiar.
“Muchos de los principios de la alianza están dentro de lo que yo creo que es correcto, yo empecé la política activista con 13 años con mi hermana para luchar en contra de la dictadura de Pinochet” relató la candidata.
“Luego fui prisionera política cuando tenía 19 años, lo que afianzó más mis sentimientos de justicia y de mejorar la situación de la gente pobre”.
"Cuando conocí a gente de la alianza socialista me pareció que tenía los principios muy parecidos a los míos, con respecto a la igualdad de género, las políticas de salud pública tienen que ver mucho con la salud universal. Yo trabajo en el área de salud he sido enfermera por muchos años también la educación universal, soy educadora, casas que tiene necesidad de casas, y un montón de puntos que tienen que ver con mis principios".
El partido Socialist Alliance propone la construcción de viviendas públicas y de calidad, en un formato diferente a las viviendas sociales, "casas que el gobierno pueda subsidiar", detalló Sánchez. El valor de la vivienda es carísima y lo que estamos haciendo es pagar a las empresas privadas y la idea es hacer una vivienda de carácter público".
Otros partidos proponen resolver los problemas de acceso a la vivienda con una variedad de propuestas.
Los laboristas proponen, entre otras medidas, un plan de capital compartido para la compra de viviendas, (shared equity scheme) por el cual el prestamista y el prestatario comparten la propiedad de una vivienda.
El líder laborista, Anthony Albanese dice que este plan no hará subir los precios y ayudará a que más australianos sean propietarios de sus hogares.
"Ha operado con eficacia en Australia Occidental durante unos 30 años. En Nueva Gales del Sur, el premier Perrottet está analizando un plan de este tipo. Se realiza en Victoria. En Tasmania, están buscando extenderlo. Funciona en el Reino Unido y Canadá. Tenemos una alta inflación y tasas de interés potencialmente crecientes. Esto pondrá ahora más presión sobre las familias", dijo Albanese.
El líder de la Coalición, Scott Morrison criticó el plan, a pesar de que anteriormente apoyó una idea similar en 2008 después de la crisis financiera mundial.
"Lo que los laboristas han dejado muy claro es que tienen una participación en su casa y, por lo tanto, a medida que aumenta el valor de su casa, están ganando dinero con usted", dijo Morrison.
“A medida que sube el precio de su casa, el valor de su casa sube, ellos están tomando una parte, por lo que tiene que devolverle al gobierno su capital y la apreciación del capital".
En la última semana de campaña electoral, Morrison presentó un nuevo plan por el que los primeros compradores de vivienda podrían usar hasta el 40 por ciento de su jubilación o superannuation, o hasta un máximo de $50,000, para comprar una propiedad.
Los laboristas se opusieron rápidamente a la propuesta de la Coalición, y el portavoz de la oposición en la cartera de Vivienda, Jason Clare, calificó el anuncio como "el último acto desesperado de un gobierno moribundo".
"No deberías tener que saquear tus fondos de jubilación para comprar una casa, y no lo harás bajo el partido Laborista", dijo.
Por su parte, el líder de los Verdes, Adam Bandt, propuso la construcción de 1 millón de nuevas viviendas, como parte de su política.
"Se acabó el tiempo. Los jóvenes han despertado y quieren una solución. La gente merece algo mejor", dijo Bandt.
"Nuestra prioridad es tomar medidas climáticas parando nuevas minas de carbón y gas, pero también abordaremos el costo de la vida con tres demandas clave: incluir la salud dental y mental en Medicare, solucionar la crisis de asequibilidad de la vivienda construyendo un millón de casas nuevas que la gente pueda comprar por $300,000 o alquilar por el 20 por ciento de sus ingresos y eliminar la deuda estudiantil".
Subida de salarios
Otras de las grandes reivindicaciones ed la candidata Paula Sánchez es la fragilidad de los contratos laborales en Australia, así como el incremento del sueldo mínimo a $25 la hora y la generación de empleo a largo plazo a través del desarrollo de proyectos de viviendas públicas a bajo coste, algo que es similar a lo que propone el Partido Laborista Australiano.
"La idea es crear trabajos sostenibles a largo plazo, como el área de la enfermería, donde hay mucho trabajo casual", afirmó Sánchez.
"Muchos fondos se han retirado de las áreas de salud, pero hay necesidades porque estamos cortos de gente ¿Cuántos billones se han gastado en las fuerzas armadas acá?" criticó.
En esa línea, su plataforma política apoya una férrea política tributaria contra las grandes empresas, aunque también – con diferencias en las metodologías- la propuesta para que las grandes multinacionales que operan en Australia paguen una proporción de impuestos en relación a los beneficios que obtienen en el país sin aprovecharse de los vacíos legales, fue defendida durante la cumbre del G20 del 2014 en Australia.
"Es como cambiar el modelo económico, que sea un modelo en el que se le pueda dar cabida a empresas internacionales,pero que el bienestar de la gente esté antes que ellos. Yo pienso que darle un impuesto más alto a los super ricos y a ciertas empresas no van (a hacer que) pierdan tanto. Lo estamos perdiendo nosotros", comentó.
Los sindicatos y otras organizaciones sociales también están abogando por una subida de los salarios, un tema que ha creado mucha controversia en la campaña.
El tesorero federal Josh Frydenberg acusó al líder de la oposición Anthony Albanese de inventar su política económica sobre la marcha.
Albanese respalda un aumento del 5,1 por ciento en el salario mínimo para mantener los niveles de inflación actuales, aunque no ha prometido que los laboristas harían una presentación formal a la Comisión de Trabajo Justo, que es el organismo que propone los cambios salariales.
"Lo que he dicho constantemente... es que si la Comisión de Trabajo Justo, que opera independientemente del gobierno, toma la decisión de no recortar los salarios reales y mantenerse al día con el costo de vida, eso es algo que agradecería y lo agradecería absolutamente", dijo Albanese.
Frydenberg dijo que el aumento propuesto por Albanese aumentaría la inflación y que el asunto debe dejarse en manos de la Comisión de Trabajo Justo ya que Albanese no sabe lo que está haciendo.
"Corresponderá a la Comisión de Trabajo Justo independiente tomar su determinación. Ahora, esta era la posición del Partido Laborista, hasta que el Líder de la oposición tuvo otra burbuja de pensamiento, cuando de repente se comprometió a un aumento del 5,1 por ciento", dijo Frydenberg.
La gente sabe que Anthony Albanese simplemente no está a la altura. Saben que no entiende de economía, ni de hecho, las consecuencias de las supuestas posturas que está tomando.
El máximo organismo sindical del país pide un aumento del 5,5 por ciento en el salario mínimo, mientras que los grupos empresariales han sugerido un 3 por ciento.
Escucha el podcast completo con la entrevista a la candidata Paula Sánchez presionando la imagen de portada.
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