El Territorio del Norte se convirtió en pasado mes de Marzo en el último de los estados y territorios de Australia en permitir que las parejas homosexuales adopten niños. Esta noticia ha llevado a primera página historias de parejas del mismo sexo como el caso de Paul y Brendan Upcroft, una pareja de Nueva Gales del Sur que al principio de su relación decidieron que querían tener una familia, un sueño que han logrado, en primer lugar, a través de la acogida familiar y finalmente, a través de la adopción.
Este es el caso de Brendan y Paul Upcroft, que pudieron finalmente adoptar a los hermanos de 13 y 11 años Aidan y Kaleb, después de haber estado bajo su cuidado desde 2014. La adopción de los niños fue el último paso para poder formar finalmente una familia, en la ciudad regional de Maitland, en Nueva Gales del Sur.
Las estadísticas del Instituto Australiano de Salud y Bienestar muestran que más de 46.000 niños australianos viven en la actualidad en instituciones de cuidado de menores, y de ellos más del 40% pasan al menos cinco años en estos lugares.
Kaleb y Aidan han pasado gran parte de sus cortas vidas en hogares de acogida, pero cuando ambos acordaron ser adoptados por los Upcroft, se produjo un cambio, ya que para la pareja se trataba de darles a los niños una sensación de seguridad.
"Algo importante que nos impulsó a la adopción fue la estabilidad que brinda a nuestros hijos. Aidan y Kaleb han estado en hogares de acogida durante casi nueve años. Y a pesar de que han sido tres años y medio muy estables con nosotros, siempre está colgando sobre sus cabezas el hecho de que la cosa podría cambiar, que la agencia podría entrar repentinamente y decirles, 'Bien, necesitamos moverlos a una ubicación diferente'. Ahora, tienen estabilidad, y estarán con sus padres para siempre, no piensan en su vida solo hasta los 18 años. Pueden sentir que sus vidas tienen un largo recorrido”, explica Brendan Upcroft
A pesar de los intentos del gobierno de que la atención a los niños en instituciones no se prolongue, pocas acogidas familiares terminan en una adopción.
El año pasado, en Australia solo se produjeron un número de 315 adopciones, incluidas las adopciones internacionales, y de ellas el 45% eran por cuidadores conocidos, como sus padres de acogida o sus familiares.
Entre las adopciones locales, alrededor del 88% permiten cierto grado de contacto o intercambio de información entre las familias biológicas y las adoptivas, como en el caso de los Upcroft, para los que es importante que sus hijos mantengan contacto con su madre biológica.
"Tenemos una relación muy fluida con su madre biológica. Nos comprometimos con ella desde nuestra primera reunión, y hemos trabajado muy duro para asegurarnos de que todos esos compromisos se cumplan o, en algunos casos, se superen. En estos días, no se trata tanto de cumplir un horario de visitas sino de hacer un arreglo por el cual nos ponemos al día. Así que, recientemente, ella pasó un día entero con los niños. Para el cumpleaños de Kaleb, fuimos a un show local, y pasamos el día con ella en el show. Por lo que, es una relación realmente fluida, y eso es exactamente lo que estamos buscando", explica Brendan.
La adopción de parejas del mismo sexo solo se legalizó en toda Australia el pasado mes de Marzo, cuando el Territorio del Norte se convirtió en el último estado o territorio en cambiar sus leyes de adopción. El parlamento del Territorio acordó cambiar la norma que solo daba el derecho a adoptar niños a parejas heterosexuales casadas, o a matrimonios aborígenes tradicionales.
En Adelaide, Australia del Sur, el profesor asociado de la Universidad de Flinders, Damien Riggs, ha investigado las acogidas familiares y las adopciones en Australia, y ha explicado a SBS que las agencias aún pueden todavía rechazar las solicitudes de personas LGBTIQ por motivos religiosos, lo que lleva a un efecto adicional sobre las tasas de adopción de las parejas del mismo sexo.
"Todavía hay limitaciones en cuanto a la acogida, porque las agencias pueden solicitar exenciones religiosas. Por lo tanto, todavía existe la posibilidad de que algunas agencias digan: 'No, no evaluaremos esa solicitud', así que, supongo, tiene efectos de limitar su adopción si la adopción viene desde la acogida. Entonces, si se trata de una adopción directa desde cero, entonces probablemente haya pocas barreras, pero, debido a que, en muchas situaciones, y Nueva Gales del Sur es un buen ejemplo - esa adopción a menudo pasa por la acogida, entonces si no puedes convertirte en un cuidador de acogida en primer lugar, eso limitará tus opciones de adopción", explica Riggs.
Aunque las barreras legales para la adopción de parejas del mismo sexo ya no existen, los progresos en la medicina reproductiva hacen que muchas personas LGBTIQ opten por tomar la ruta científica para formar una familia.
Según explica Riggs, "Ahora que todos los estados de Australia permiten el acceso a la fecundación in vitro y ahora a la subrogación, incluso si las leyes son un poco diferentes en cada estado, ese tipo de invitación ahora es una invitación a las parejas de lesbianas y homosexuales a ver otras posibilidades de tener hijos.”
Es por esta razón que el profesor Riggs ve que la acogida familiar y la adopción han supuesto una opción menos frecuente entre las parejas homosexuales, en favor de la fecundación in vitro o la subrogación, una opción más accesible para ellos.
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