¿Suenan "tambores de guerra" entre Australia y China?

China and Australia

China and Australia Source: ABC Australia

Las declaraciones del Secretario del ministerio de Interior australiano, Mark Pezzullo, diciendo que los "tambores de guerra" del mundo están sonando y que Australia debería prepararse para un conflicto en la región, tuvieron una contundente respuesta desde el ministerio de Exteriores de China. Las tensiones siguen aumentando entre ambos países.


Las tensiones entre los gobiernos de China y Australia han aumentado ha medida que se suman los desacuerdos entre ambos países.

En el día de Anzac, el Secretario del ministerio de Interior de Australia, Mark Pezzullo, dijo que los "tambores de guerra" del mundo están sonando y que Australia debe prepararse para un conflicto en la región.

Estas declaraciones fueron respondidas con contundencia por el portavoz del ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, quien rechazó lo dicho por Pezzullo y aprovechó para acusar a ciertos políticos australianos de "alborotadores".

"Algunos políticos australianos, por sus intereses egoístas, se empeñan en hacer declaraciones que incitan a la confrontación y exageran la amenaza de guerra, lo que es extremadamente irresponsable", dijo el portavoz.


Puntos destacados:

  • El Secretario de interior de Australia declaró que sonaban "tambores de guerra" en la región. China rechazó estas declaraciones.
  • Las tensiones han escalado entre China y Australia por los aranceles impuestos a productos australianos y por la rotura de acuerdos de parte de Australia, además de las denuncias de las acciones chinas en la región y también con la población uigur.
  • Australia canceló el acuerdo "Road and Belt" entre Victoria y China, mientras que algunos políticos quieren que se revise también el arrendamiento del puerto de Darwin por 99 años a una empresa china.

"Esta gente es la que realmente da problemas", dijo Lijian.

El portavoz chino dijo también que Australia había recibido beneficios de la cooperación con China y que ahora "está faltando a la verdad y siendo inmoral" al levantar "la teoría de la amenaza china".

Lijian pidió a los políticos australianos que se "desprendieran de la mentalidad de Guerra Fría".

Si bien Pezzullo matizó en su discurso que Australia buscaba "incesantemente la oportunidad de la paz", dijo que la nación estaría preparada "una vez más para la maldición de la guerra".
Estas declaraciones de Pezzullo no solo molestaron a China, sino que incomodaron también a la ministra del Interior, Karen Andrews, que trató de bajar el tono de las palabras del Secretario.

"El mensaje general del gobierno es que debemos estar alerta, pero no alarmados", dijo Andrews.

Quien sí criticó directamente los dichos del Secretario de Interior fue el ex líder laborista Bill Shorten, quien consideró las palabras de Pezzullo como "incendiarias".

"Por supuesto, tenemos que defender nuestro comercio, defender los derechos humanos, pero un lenguaje como 'tambores de guerra', creo que es un lenguaje bastante hiperexcitado", dijo Shorten.

Australia y China han caído en un espiral de tensiones en el último tiempo, motivados por la petición de Australia de una investigación independiente para conocer el origen del coronavirus y las posteriores sanciones comerciales que aplicó China a productos australianos como represalia.

A este capítulo se sumaron otros eventos recientes, como las críticas de China a la actuación de los soldados australianos en Afganistán. Mientras que por parte de Australia, las preocupaciones demostradas por el ministro de Defensa, Peter Dutton, por la postura de Beijing frente a Taiwán o también la posición del parlamento australiano de denunciar el uso de mano de obra forzada de la población uigur por parte del gigante asiático. Este cruce de declaraciones, acciones e intenciones no han hecho otra cosa que acrecentar las disputas entre ambos países.
La suspensión del acuerdo entre el estado de Victoria y Beijing, conocido como "Belt and Road", sumado a las preocupaciones por el alquiler del puerto de Darwin por 99 años a la empresa china Landbridge, son más situaciones que se suman a la saga de desencuentros entre los gobiernos.

Peter Jennings, del Instituto Australiano de Política Estratégica, afirma que bajo la guerra de palabras se esconde algo mucho más serio.

"Por debajo de la retórica está surgiendo un problema estratégico realmente grave, y es que China se está volviendo mucho más agresiva y está imponiendo sus exigencias a otros países de nuestra región, y Australia se está oponiendo a ello", dijo Jennings.

El experto cree que la posibilidad de un conflicto regional no es tan lejana.

"Este es el momento estratégico más serio que recuerdo en mi carrera y creo que deberíamos ser conscientes de que debajo de todas las palabras se esconde la posibilidad de que estemos en un conflicto en los próximos años", concluyó Jennings.
Miguel Híjar, experto en política internacional de la región Asia-Pacífico, considera que "definitivamente hay muchas cosas por las que sentirse preocupados".

Sin embargo, el académico de la Universidad de Guadalajar, cree que un conflicto armado no conviene a ninguno de los dos países. Y a pesar del empeoramiento de la situación, Híjar considera que "un conflicto militar entre Australia y China todavía no es una posibilidad".

"No solamente Estados Unidos, Australia y sus aliados en la región tienen mucho que perder, sino que la propia China tiene bastante que perder en caso de un enfrentamiento militar".

"En el corto plazo todavía veo con muy pocas posibilidades un conflicto militar de esta naturaleza", concluye Híjar.

Para escuchar la entrevista completa con Miguel Híjar, presiona en la imagen principal.

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