Más de la mitad de los 25 millones de habitantes de Australia están en confinamiento después de que, Australia del Sur, adoptara también las medidas de Nueva Gales del Sur y de Victoria con el objetivo de controlar la propagación de la variante delta del coronavirus.
Por otra parte, las personas que han perdido sus trabajos en lugares calificados como "hotspots" por el elevado número de individuos con COVID-19 o porque son áreas de alto riesgo de infección, podrán acceder a pagos semanales de entre $ 375 y $ 600 cuando se encuentran en un confinamiento que se extiende más allá de los siete días.
Sin embargo, el representante de tesorería del partido laborista, Jim Chalmers, destacó que los subsidios salariales nacionales, que originalmente incluían un pago de $ 1,500 por quincena, conocidos como Jobkeeper, funcionan.
Por su parte, el ministro de Salud, Greg Hunt, dijo que los pagos por desastre son más altos que la ayuda de $ 1,000 por quincena, que era el pago de JobKeeper cuando el Gobierno decidió eliminarlo.
En Nueva Gales del Sur, se aprobaron 388.000 reclamos por valor de $186 millones durante el brote del último mes que ha infectado a 1.418 personas.
Mientras tanto, los habitantes de Victoria calificarán para recibir los pagos por desastre a partir del viernes (23 de julio) cuando el estado supere 7 días de confinamiento.
El jefe del Gobierno de Australia del Sur, Steven Marshall, confía en que su estado podrá tener acceso a los fondos del Gobierno federal, a pesar de que el plan es mantener el confinamiento por solo siete días.
El martes por la noche, Australia del Sur se convirtió en el tercer estado en entrar en confinamiento y se unió a Victoria y a Sídney y sus alrededores.
Entrevistado: Charlie Rios, economista en Sydney.
