En una entrevista exclusiva con SBS World News, la relatora especial de las Naciones Unidas sobre la lucha contra el terrorismo y los derechos humanos, Fionnuala Ni Aolain, reveló que se ha iniciado un diálogo con el nuevo gobierno australiano y tiene la intención de reunirse con sus representantes en las próximas semanas.
La relatora especial dijo a SBS que el gobierno australiano tiene obligaciones con los compatriotas atrapados en el noreste de Siria.
"El gobierno australiano tiene la obligación internacional inequívoca de traer a sus ciudadanos a casa, incluidos sus hijos. Y le corresponde a este nuevo gobierno tomar esas obligaciones en serio, y comprometerse y reaccionar rápidamente ante la oportunidad de traerlos a casa lo más rápido posible”, dijo Fionnuala Ni Aolain.
Los campamentos de Al-Hol y Roj, ubicados en el noreste de Siria, se han convertido en el hogar de las familias de hombres que viajaron allí para luchar por el autoproclamado Estado Islámico.
Entre ellos se encuentran más de 60 australianos, incluidos 47 menores, según el grupo humanitario Save the Children.
Puntos destacados:
- Según organizaciones humanitarias, más de 60 australianos, incluidos 47 menores, se encuentran atrapados en campamentos en el noreste de Siria, viviendo en condiciones infrahumanas.
- La relatora especial de la ONU está pidiendo al gobierno de Albanese que los repatrie, tal y como han hecho otros países con sus nacionales.
- Ante las diversas crisis humanitarias en el mundo, la organización STARTTS pide que se eliminen las restricciones de las visas temporales para refugiados y que se reactive el programa de refugiados con un planteamiento más generoso.
Ni Aolain dice que las investigaciones sobre la vida en esos campamentos, gestionados por las autoridades kurdas revelan que las condiciones de vida equivalen a tortura.
"La situación en los campamentos es terrible. Y otros relatores especiales y yo hemos llegado a la conclusión de que las condiciones alcanzan el umbral de tortura y trato inhumano y degradante según el derecho internacional”.
“Estos niños esencialmente viven y crecen en un sitio de detención masiva sin absolutamente ningún derecho y sin acceso a los servicios más básicos, agua limpia e instalaciones higiénicas adecuadas, sin educación, sin atención médica, todas estas cosas les son negadas”, dijo la relatora de la ONU.
Por otro lado, Sophie McNeill, investigadora australiana de Human Rights Watch, confirma que otros países han tomado medidas para evacuar a sus ciudadanos.
"(Australia) ha utilizado la excusa de que los funcionarios australianos no podían ir allí y que era demasiado peligroso. Pero Estados Unidos lo ha hecho. Alemania lo ha hecho y Dinamarca también. Y Estados Unidos ha dejado muy claro que quiere que otros países asuman la responsabilidad de sus propios ciudadanos y ha ofrecido ayuda para hacerlo”.
“Por lo tanto, Australia no puede poner excusas para evitar asumir la responsabilidad sobre estos ciudadanos y traerlos a casa y, cuando corresponda, realizar investigaciones y enjuiciamientos penales, para aquellos miembros acusados de ser partidarios del Estado Islámico”, dijo McNeill.
Recientemente, Bélgica ha sido uno de los últimos países en llevar a sus ciudadanos a casa, y sacó del campamento Al Roj a seis mujeres y 16 niños que ya llegaron a Bélgica.El nuevo gobierno laborista hasta ahora no se ha comprometido a tomar más medidas.
Children at al-Hol camp, which houses families of members of the Islamic State group, Syria, May 1, 2021. (AAP Image/AP Photo/Baderkhan Ahmad, File) Source: AP
SBS pidió una respuesta al gobierno sobre su posición en este asunto, y un portavoz del departamento de interior dijo:
“El gobierno australiano está al tanto de la situación en los campamentos de personas desplazadas internamente en el noreste de Siria. El Gobierno continúa monitoreando, lo mejor que podemos con la ayuda de los actores humanitarios, y el bienestar de los australianos".
¿Puede Australia ayudar a más solicitantes de asilo con su programa humanitario?
El programa humanitario de Australia ha estado dominado por dos crisis en curso en los últimos 12 meses; la caída de Afganistán y la invasión rusa de Ucrania.
Bajo el gobierno anterior, más de 8.000 ciudadanos ucranianos recibieron visas humanitarias temporales, lo que les permitió trabajar y estudiar.
Australia evacuó a unas 4.000 personas de Afganistán cuando cayó Kabul, y desde entonces ha otorgado casi 1.100 visas familiares.
Australia ha asignado 31.500 plazas para afganos durante los próximos cuatro años, una cifra que aumentó más de seis meses después de la caída de Kabul.
Jana Favero, del Centro de Recursos para Solicitantes de Asilo, dice que la respuesta más rápida a Ucrania mostró una clara preferencia por ayudar a las personas de ese país.
"La forma en que respondimos a Ucrania es exactamente como deberíamos haber respondido. Hicimos anuncios rápidamente, evacuamos a la gente a un lugar seguro y los sacamos de allí. Hay una gran diferencia en cómo tratamos a los diferentes refugiados según cómo llegan, cuándo llegan y de qué país han huido."
Hay una gran diferencia en cómo tratamos a los diferentes refugiados según cómo llegan, cuándo llegan y de qué país han huido.
Pero el exsecretario del Departamento de Inmigración, Abul Rizvi, no cree que Australia tenga visas preferenciales basadas en prejuicios raciales.
“Australia también favorecerá tradicionalmente a los países que están más cerca de Australia que los que están más lejos. Australia dará prioridad, por ejemplo, a personas en riesgo como las mujeres. Y esa gama de factores se tienen en cuenta. No es una ciencia, es un arte. Pero es un análisis que los gobiernos deben hacer”, dijo el exsecretario.
En un comunicado, el Departamento del Inmigración dice que el programa humanitario de Australia es flexible y puede responder de manera efectiva a las situaciones humanitarias en evolución.
Antes de las elecciones, el Partido Laborista dijo que planeaba aumentar progresivamente la admisión humanitaria de Australia a 27.000 plazas al año, frente a unas 14.000.
El programa humanitario de Australia es flexible y puede responder de manera efectiva a las situaciones humanitarias en evolución.
Jorge Aroche, director ejecutivo de STARTTS, el servicio de NSW para el Tratamiento y Rehabilitación de Sobrevivientes de Tortura y Trauma dijo a SBS Spanish que su organización tiene la expectativa de que se eliminen las restricciones de las visas temporales.
“Es un problema enorme que hemos estado arrastrando por muchísimo tiempo, esperando a un cambio de gobierno para que esto pueda pasar”, reconoció Aroche.
“La última vez vimos un cambio tremendo en la gente que estaba en visas temporales una vez que recibieron la visa de protección permanente. La gente que ha sufrido esta situación por tanto tiempo se lo merece”.
Jorge Aroche apunta además a que se reactive el programa de refugiados tras la pausa por la pandemia, y a que se “reconsidere cuántos son los números óptimos”.