Así lo reveló el ministro australiano de Educación, Simon Birmingham, quien agregó que las nuevas medidas también se aplicarán a los cursos de capacitación, o a instituciones como el TAFE.
Unos 150.000 estudiantes internacionales vienen a Australia cada año. Representan el tercer sector de exportación del país, que genera unos 130 mil trabajos.
Y, por esta razón, dice el ministro, es que Australia debe mantener una educación de alta calidad y las personas que llegan deben tener la confianza de que se llevan un grado que vale la pena, y para empezar, dice él, necesitan tener las habilidades lingüísticas para participar.
Según el ministro, si los estudiantes no tienen la suficiente habilidad lingüística, bajan el nivel del curso lo que afecta a los demás.
O sea que a partir del próximo año, tendrán que pasar nuevos exámenes de idioma Inglés, más difíciles, antes de que puedan comenzar sus cursos preferidos.
La organización ELICOS, las siglas en inglés de los Cursos intensivos para el idioma inglés para estudiantes extranjeros, se encargará de las evaluaciones formales de los aspirantes a los centros de educación terciaria en Australia.
Las normas se extenderán por primera vez más allá de las universidades a los cursos de educación y formación profesional.
Todos los cursos de ELICOS tendrán un mínimo de 20 horas de formación presencial por semana y una proporción máxima de maestro a estudiante de 1 a 18.
De los que estudiaron los cursos de inglés en Australia el año pasado, más de 60.000 siguieron estudiando, principalmente en cursos de educación superior o de formación profesional.
En Hora 13 conversamos con Miguel Mudbidri, consultor en Educación internacional e inmigración, sobre el impacto de estas medidas. Escucha el podcast.
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