Estudiante colombiana no puede cobrar el dinero que le adeuda empresa que se declaró insolvente

Patricia Villa

Patricia Villa lost her job during the coronavirus pandemic. Source: Catalina Florez/SBS News

Se teme que la pandemia de coronavirus y la recesión puedan conducir a una mayor explotación y a la creación de una nueva subclase temporal de trabajadores. SBS News realizó una serie de reportajes sobre estudiantes internacionales en Australia.


Como muchas otras personas en Australia, Patricia Villa fue víctima de la COVID-19, pero no físicamente, sino financieramente.

Esta mujer colombiana de treinta años de edad perdió su trabajo cuando la tienda de regalos de Sídney para la que trabajaba tuvo que pasar a administración voluntaria durante la pandemia.

"Ha sido heartbreaking (desolador) porque no hay nada que yo pueda hacer", dijo Patricia a SBS News.



Puntos destacados:

  • Los administradores de la empresa estimaron que a Patricia se le debía más de $15,000
  • 628,000 estudiantes internacionales permanecían en Australia entre enero y abril de este año.
  • Los estudiantes internacionales están autorizados a trabajar hasta 40 horas por quincena, salvo excepciones.


Por casi cuatro años Patricia estudió inglés, negocios internacionales, liderazgo y administración en la escuela de inglés ILSC y también realizó cursos como proveedora de entrenamientos en la Sydney Business and Travel Academy.

Al poseer una visa de posgrado, Patricia tiene permitido trabajar a tiempo completo.

Por más de dos años, ella trabajó en la tienda llamada Mr & Mrs Jones y luego de un tiempo fue promovida a administradora de local. Sin embargo, cuando el negocio cerró en abril, los administradores estimaron que se le debía más de $15,000 dólares en salarios impagos y otros beneficios, sin incluir el pago del Superannuation, la pensión para la vejez en Australia.

El salario impago corresponde a las dos semanas que Patricia trabajó antes de que el negocio se fuera a administración voluntaria, luego de declararse insolvente.

A Patricia se le instó a realizar un reclamo ante el organismo gubernamental Fair Entitlements Guarantee o FEG (Garantía de Derechos Justos, en español), sin embargo, se le comunicó que ella no es elegible para el beneficio.

"Pienso que es injusto, especialmente porque es dinero por el que trabajé, es tiempo que gasté en la compañía. Fueron dos años y medio en donde construí una carrera", dijo Patricia.

La liquidadora Suelen McCallum dijo a SBS News que Patricia podría calificar como acreedora prioritaria, pero ella está insegura sobre si habrá fondos para los acreedores, dado que la compañía posee solo una pequeña cantidad de bienes.

La profesora asociada Laurie Berg, de la Universidad de Tecnología de Sídney, ha llevado a cabo sondeos entre estudiantes internacionales sobre las condiciones y el trato en el trabajo. Ella dice que la Garantía de Derechos Justos necesita reformas urgentes.

"Nosotros también necesitamos un foro de recuperación salarial eficaz y accesible. El Ombudsman del Trabajo Justo no es un abogado de los trabajadores y no está configurado para llevar a cabo una recuperación salarial a gran escala en casos individuales, e igualmente ellos solo investigarán un número menor de casos", dijo Berg.

El ministro de relaciones industriales Christian Porter dijo: "Mientras el gobierno sigue considerando la recomendación concerniente a la FEG. Se han tomado acciones importantes para reconducir la explotación de los trabajadores migrantes en los años recientes".

La ministra en las sombras de educación Tanya Plibersek declaró: "Estamos abiertos a considerar cualquier medida que prevenga que los trabajadores sean explotados en estos tiempos difíciles".

Con la recesión que afecta a Australia, no tener una red de seguridad para los estudiantes internacionales se convertirá en un problema más urgente a medida que las empresas luchan por mantenerse a flote, dejando a muchos estudiantes en una vulnerabilidad mayor al no pagárseles lo que se les debe.
Retail
Source: AAP
La doctora Angela Lehman es consultora en educación de la empresa especializada en educación internacional Lygon Group. Ella dice que esta es una receta para el desastre.

Lehman dice que algunos estudiantes no solo luchan porque han perdido su trabajo por la pandemia y no son elegibles para los beneficios del gobierno, sino también porque su única fuente de apoyo son sus propias familias en sus países de origen, quienes también podrían estar afectados por la COVID-19.

"Nosotros también tenemos aquí en Australia negocios de hospitalidad y del sector de ventas minoristas que están luchando y que han necesitado recortar gastos para poder mantener sus negocios. Así que tenemos una situación en donde se da una posibilidad potencial de explotación a estudiantes internacionales y la creación de una potencial subclase de nuevos trabajadores temporales en Australia".

Los datos del gobierno australiano muestran que fueron más de 628,000 los estudiantes internacionales que residieron en Australia entre enero y abril de este año. Ellos están autorizados a trabajar hasta 40 horas por quincena con excepciones hechas, justamente, durante la pandemia de COVID-19 para quienes trabajan en sectores de cuidado de ancianos y enfermería.

Dado que muchos trabajan en ventas al por menor y hospitalidad, sectores duramente afectados por la COVID-19, la amenaza de insolvencia y ausencia de la red de seguridad del gobierno es una realidad para muchos de los estudiantes.

Afortunadamente para Patricia, ella ha encontrado otro trabajo de tiempo completo en el sector del comercio minorista y espera que la situación no se repita.

"El retail es un área en que existe una alta rotación de personal, pero también es un lugar en donde muchos estudiantes internacionales, mucha gente con visas temporales, encuentran un sector donde es fácil encontrar trabajo", dijo Patricia.

"Definitivamente esto puede suceder otra vez en el futuro, y podría ser peor", concluye Patricia Villa.

Escucha el podcast con el reportaje.

 

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