Los trabajadores con tarifas negociadas (Awards en inglés), subirán un 4,6 por ciento -un recorte de los salarios reales-, con un aumento mínimo de 40 dólares semanales para los trabajadores con tarifas negociadas inferiores a 869,60 dólares semanales.
La Comisión de Trabajo Justo dijo que su decisión afectaría a más de 2,7 millones de trabajadores, así como a otros empleados con acuerdos de empresa y otros ajustes salariales.
El primer ministro, Anthony Albanese, hizo de la subida del salario mínimo un pilar de su campaña electoral al abogar por un aumento salarial de al menos el 5,1 por ciento, en línea con la inflación.
Algunos grupos empresariales se opusieron a la subida salarial, sugiriendo que las presiones de la cadena de suministro y de los costes la hacían insostenible.
El presidente de la Comisión de Trabajo Justo, Iain Ross, afirmó que el aumento del coste de la vida ejerce demasiada presión sobre los trabajadores mal pagados como para ignorarlo.
Entrevistado: Charlie Rios, economista en Sydney.