De acuerdo con el nuevo informe dado a conocer por Anglicare Australia el mercado de alquiler es menos asequible que nunca.
Alrededor del 98 por ciento de las propiedades en renta en todo el país son demasiado caras para quien gana el salario mínimo, lo que pone a millones de personas en la incertidumbre de si tendrán donde dormir los siguientes días.
En la encuesta realizada por Anglicare Australia se incluyeron 45,992 viviendas en renta en todo el país. De éstas, solo 720 de las propiedades de alquiler encuestadas, es decir menos del dos por ciento, podrían ser costeadas por australianos que trabajan a tiempo completo ganando el salario mínimo.
Puntos destacados:
- Alrededor del 98 por ciento de las propiedades en renta en todo el país son demasiado caras para quien gana el salario mínimo.
- De acuerdo con la encuesta que incluyó casi 46 mil viviendas en toda Australia, solo cinco propiedades en alquiler eran asequibles para una persona que recibe pagos del programa JobSeeker.
- Los australianos pensionados solo podrían pagar menos del uno por ciento de las propiedades encuestadas.
De acuerdo con el reporte dado a conocer por Anglicare Australia, muchos australianos están enfrentando una situación sin precedentes de una escasa oferta de viviendas para rentar, la mayoría de ellas a un precio imposible de costear.
“En el último año el número de los anuncios de casas en alquiler se han desplomado en más de un tercio. Esta es una caída sin precedentes. La tasa nacional de vacantes ha caído a mínimos históricos, reduciéndose del dos por ciento al uno por ciento en el último año”, explica el documento.
Si Australia ha mantenido sus fronteras cerradas por más de dos años -lo que se traduce en casi nula inmigración y turismo- y miles de personas se han ido del país, ¿por qué es que se presenta esta crisis de renta de vivienda, cuando se supone que se debería haber más lugares disponibles en todo el país?
La tasa de propiedades de alquiler vacantes está en mínimos históricos, lo que significa que hay aún más presión sobre los inquilinos de bajos ingresos.
Estas personas necesitan encontrar una vivienda asequible en un mercado que se ha reducido porque hay un número récord de personas que ya no pueden permitirse comprar y por tanto no se mueven del mercado del alquiler.
“Esto ha creado un mercado que nunca había sido menos asequible como ahora", detalla el informe de Anglicare Australia.
Los inquilinos de bajos ingresos son los más afectados por la restricción del mercado, porque se ven obligados a competir con personas de ingresos más altos y trabajos más estables por la escasa oferta de nuevas viviendas de alquiler.
De acuerdo con la encuesta que incluyó casi 46 mil viviendas en todo el país, solo cinco propiedades en alquiler son asequibles para una sola persona que recibe pagos del programa JobSeeker. De éstas, solo una la puede rentar una persona que recibe el subsidio Youth Allowance, con la aclaración de que todas éstas eran habitaciones en casas compartidas.
Actualmente hay 950.000 personas en el programa de subsidios JobSeeker u otros pagos por desempleo, casi 50.000 más que antes de la pandemia.
Por su parte, las parejas sin trabajo, los padres solteros con pagos de Centrelink y las personas con una pensión por discapacidad se enfrentan a un mercado en el que el solo pueden costear la renta del menos del 0.1 por ciento de los alquileres disponibles.
Una persona trabajando tiempo completo, ganando el salario mínimo, apenas tiene un poco más de posibilidades de rentar una de estas viviendas, al acercarse al dos por ciento. En Australia, el salario mínimo nacional es de $772,60 por una semana de 38 horas, o $20,33 por hora.
Llamado a todos los partidos políticos a actuar con urgencia
"La crisis de la vivienda en Australia ha llegado a un punto álgido", asegura la directora ejecutiva de Anglicare Australia, Kasy Chambers.
“Ninguna parte del país se ha salvado. Los alquileres se están disparando en pueblos y regiones, y nuestras ciudades nunca han sido tan caras.
Seguimos escuchando que esta elección se trata de los costos de vida, pero la vivienda es el mayor costo que enfrentan los australianos.
El reporte también subraya que los australianos pensionados están aún peor que aquellos que ganan el salario mínimo, ya que solo podrían pagar 312 del total de las viviendas encuestadas; es decir, menos del uno por ciento.
Anglicare pide ahora a quien gane las elecciones de mayo que eleve la tasa de JobSeeker por encima del umbral de la pobreza.
“Hacemos un llamado a los gobiernos de todos los niveles para que trabajen juntos para proteger a las personas de los aumentos de alquiler injustos”, señala la directora ejecutiva de Anglicare Australia.
Sobre este tema, la directora ejecutiva del Consejo Australiano de Servicios Sociales, Cassandra Goldie, apunta que las personas de bajos ingresos están atrapadas en un "una especie de pinza aplastante" de alquileres en aumento e ingresos estancados.
Ella agrega que los hallazgos de esta encuesta son alarmantes y deberían ser una llamada de atención para el gobierno y los que se postulan para las elecciones, ya que sin cambios importantes en la política de vivienda, la situación seguirá deteriorándose.
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