Sinopsis:
De acuerdo con algunos analistas, las elecciones presidenciales y legislativas en Ecuador podrían ser recordadas posiblemente como los comicios del miedo, la violencia y la marca sangrienta de los grupos del narcotráfico, cada vez más presentes y poderosos en el país suramericano.
Los carteles de la droga se convirtieron en protagonistas de esta campaña luego del asesinato, a manos de sicarios, del candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien había denunciado vínculos entre estas bandas y el poder político.
Más de 13 millones de ecuatorianos estaban convocados a las urnas. Aunque el voto es obligatorio, el Consejo Nacional Electoral confirmó que sólo el 82 por ciento de los votantes inscritos acudió a ejercer ese derecho.
La imagen más impactante fue tal vez la de Christian Zurita, quien sustituyó a Villavicencio en la candidatura presidencial de la alianza Construye. El también periodista acudió a votar ataviado con casco y chaleco antibalas.
Por primera vez los ecuatorianos votaron luego de ser testigos de un magnicidio, enfrentando la peor crisis de seguridad de su historia y con candidatos que vistieron cascos y chalecos antibalas, escoltados por policías y militares.
Los inesperados resultados dejaron para la segunda vuelta a Luisa González —delfín del ex presidente socialista Rafael Correa— quien obtuvo 33 por ciento de la votación. La candidata se enfrentará al joven Daniel Noboa, hijo de uno de los hombres más ricos del país suramericano, que logró el 24 por ciento de los votos válidos. Hace solo unas semanas, Noboa aparecía con porcentajes de una sola cifra de respaldo en los sondeos.
En tercera posición figura el asesinado Fernando Villavicencio, con el 16 por ciento de los votos, los cuales serán para su sustituto, el periodista Christian Zurita. Mientras en cuarto lugar aparece el ex legionario y empresario especialista en seguridad Jan Topic, con el 14 por ciento.
El analista Igor Laborem advierte el techo del correísmo y que el balotaje lo ganaría Daniel Noboa.
Los ecuatorianos se encontraron en la papeleta de votación la cara de Fernando Villavicencio porque no hubo tiempo para hacer el cambio. Y, si antes de su muerte, aparecía como cuarta o quinta opción en las encuestas con un ocho por ciento de apoyo, en las urnas logró el 16 por ciento.
El partido Construye queda fuera de la carrera presidencial de Ecuador, pero la alianza irrumpe como la segunda fuerza política en la votación a la Asamblea Nacional con al menos 20 diputados.
Los ecuatorianos volverán a las urnas para elegir presidente el 15 de octubre, en un nuevo duelo entre el socialismo y la derecha para gobernar a un país dividido, asediado por las bandas del narcotráfico y en duelo por el asesinato de un candidato.
El experto ecuatoriano Vladimir Paspuel prevé que la segunda vuelta de los comicios estará reñida y teme que los cárteles terminen influyendo activamente en la política del país suramericano.
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