A medida que Australia se prepara para relajar las medidas de restricción impuestas por la pandemia del coronavirus con el fin de reanudar las actividades económicas para julio próximo, en otras partes del planeta, como en Estados Unidos y Europa, también se dan pasos para la distensión del confinamiento que se impuso desde marzo pasado.
El primer fin de semana de mayo los españoles salieron por primera vez a las calles a hacer deporte y dar la cara al sol primaveral. En Queensland, sus residentes podían conducir unos 50 kilómetros sus coches para pasear, mientras que en Nueva Gales del Sur por primera vez dos adultos podían visitar a un familiar o un amigo en su vivienda.
Las medidas de restricción sociales masivas y globales aplicadas en el mundo han sido inéditas. Durante la Gripe Española (1818-1920), que mató entre 20 a 50 millones de personas en todo el planeta según la Organización Mundial de la Salud (OMS), también se adoptaron medidas restrictivas, pero el control de la pandemia en ese entonces “se nos fue de las manos”, según explica el demógrafo Vladimir Canudas Romo a SBS Spanish.
Puntos destacados:
- La paciencia es una de las claves para vencer a la pandemia de COVID-19, junto a las medidas para aplanar la curva de infecciones.
- El cansancio a la cuarentena provocó una crisis en la ciudad de San Francisco durante la Gripe Española, que mató entre 20 y 50 millones de personas en el planeta.
- La pandemia de COVID-19 afecta a la tasa de natalidad, de mortalidad y de migraciones.
La infección de la Gripe Española, considerada como “la madre de todas las pandemias”, se escapó de las manos de las autoridades, porque “la gente se cansó de estar en esas cuarentenas”, comentó el demógrafo mexicano de la Universidad Nacional Australiana (ANU).
“En San Francisco, que fue de las últimas ciudades infectadas, se había prevenido muy bien la infección usando tapabocas, se había cerrado los teatros y todos los espacios donde la gente mantenía contacto. Pero la gente se cansó, la población dijo ya ha bajado en otros lugares (los contagios) y vamos a empezar a abrir. Y (la Gripe Española) llegó a San Francisco mucho más fuerte que en cualquier otra ciudad”, relató.
La Gripe Española, que infectó a alrededor de 500 millones de personas, es considerada la pandemia más mortífera de la historia, y el “gran miedo que tenemos es que podamos regresar a esos años”, señaló Canudas, al destacar que a pesar de las muertes que ha provocado COVID-19 “son pocas a las que podría verse, tal y como la experiencia histórica nos dice, en una pandemia”.
El virus de 1918-1920 se extendió por todo el planeta, pero erróneamente fue conocida como la gripe española. En plena Primera Guerra Mundial, la censura de la información fue menor en España, neutral en aquel conflicto, lo que generó la falsa impresión de que el país europeo había sido el epicentro de aquella crisis sanitaria.
La pandemia de COVID-19 hay que enfrentarse con paciencia
La pandemia de COVID-19 ha infectado a más de 3,8 millones de personas, de las cuales más de 264,000 han fallecido. Los países más afectados son Estados Unidos, España, Italia, Reino Unido y Francia, mientras en Australia y Nueva Zelanda, con dos estrategias distintas, se está logrando aplanar la curva.
Al momento de publicación, Australia registraba al menos 6,875 casos de coronavirus, de las cuales unas 5,984 personas se han recuperado. La cifra de muertos es de al menos 97.
Los líderes estatales, territoriales y federales de Australia decidirán qué reglas se relajarán el viernes en una reunión crucial del Gabinete Nacional, en momentos en que el primer ministro australiano, Scott Morrison, quiere que la economía vuelva a la normalidad en julio y un millón de pobladores vuelvan a sus puestos de trabajo lo más pronto posible.
“Tiene que haber una planeación muy cuidadosa de cómo vamos a abordar la (lucha contra) la enfermedad ... Necesitamos paciencia. La paciencia es la ayudante número uno”, recalcó el demógrafo mexicano de la ANU, al destacar la importancia de aplanar la curva para evitar el control de las infecciones.
El número de reproducción efectiva, que mide la capacidad de propagación del virus, tendrá que mantenerse por debajo de un contagio por persona para que se mantenga el relajamiento de las restricciones que se han ido dando en los últimos días.
Asimismo, es importante que se mantenga a niveles bajos el crecimiento de las infecciones y demostrar la capacidad de mantenerse al tanto de los brotes.
“Ese aplanamiento de la curva nos da tiempo para descubrir la vacuna, extender las medidas de salud pública que a lo mejor ayuda a eliminar (el coronavirus)”, precisó.
Baja la migración y la tasa de fecundidad en Australia
Canudas también explicó que la pandemia tiene impacto en los tres pilares de la estadística: la mortalidad, la fecundidad y la migración.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo el viernes pasado que se esperaba que el impacto del coronavirus en la migración fuera "bastante significativo".
"Esperamos una caída de poco más del 30 por ciento en 2019-20 de la migración neta del extranjero, el actual año fiscal. Y en 2020-21, una caída del 85 por ciento de esos niveles de 2018-19", dijo Morrison a los periodistas tras una reunión del Gabinete Nacional.El año anterior, la población de Australia creció en 239.600 personas a partir de la migración neta del extranjero, según los datos de la Oficina Australiana de Estadística (ABS), que tiene en cuenta para estos cálculos cuántas personas entran en Australia y permanecen en el país durante más de 12 meses, en comparación con el número de personas que salen del país durante el mismo período.
SBS Spanish Source: SBS Spanish
Ante la perspectiva de que el cierre de las fronteras a nivel internacional se mantenga durante al menos otros tres o cuatro meses, el gobierno federal prevé que la migración neta se reduzca a sólo 36,000 en 2020-21, la cifra más baja en más de 40 años.
“La migración interna se ha parado y la migración internacional se ha detenido totalmente en Australia sino en todo el mundo”, indicó Canudas.
Por otro lado, “la situación de tanta inseguridad, en donde se ha perdido tanto empleo y no queda claro cuándo va a parar la pandemia y hay muy poca interacción física entre las distintas generaciones, es decir los abuelos que pueden ayudar en el cuidado de los nuetos, está parando también la fecundidad”.