Barnaby Joyce ha vuelto a ser viceprimer ministro de Australia, tras jurar esta mañana su cargo además de ministro de Infraestructuras y Desarrollo Regional del exlíder Michael McCormack.
Joyce se impuso ayer lunes al ex líder de los Nacionales, Michael McCormack, en una votación celebrada en la sala del partido, poniendo fin a días de especulaciones sobre el liderazgo del partido.
Joyce estuvo acompañado por su pareja y sus dos hijos.
El primer ministro Scott Morrison asistió por videoconferencia mientras estaba en cuarentena domiciliaria a 5 kilómetros de distancia en el Lodge.
Joyce dimitió en 2018 tras las revelaciones de una relación extramatrimonial y una denuncia por acoso sexual que negó rotundamente.
También había salido a la luz que tuvo un romance con una ex empleada. Ese affaire hizo que el entonces primer ministro Malcolm Turnbull introdujera la llamada "prohibición de parejas", que hacía que tener relaciones sexuales con el personal fuera contrario al código de conducta ministerial.
Una investigación del Partido Nacional sobre la acusación de acoso sexual no pudo llegar a una conclusión sobre el asunto.
La ex mujer rural del año en Victoria, Alana Johnson, afirma que la reelección de Barnaby Joyce demuestra que los principales partidos todavía tienen que trabajar para escuchar a las mujeres.
La senadora de los Verdes Larissa Waters y la diputada laborista Peta Murphy compartieron sentimientos similares.
Se espera que en los próximos días se produzca una remodelación del Gabinete, en la que los partidarios de Joyce serán probablemente recompensados con puestos en las carteras.
La senadora Bridget McKenzie, que dimitió de la primera fila tras la saga de los fraudes deportivos, podría volver al ministerio, mientras que el ministro de Asuntos de los Veteranos, Darren Chester, se vería relegado a la segunda fila para hacer campo.
Con Joyce al frente de los Nacionales, el partido parece dispuesto a resistirse a cualquier presión de sus colegas de la Coalición para adoptar el objetivo de cero emisiones netas para 2050, al que el gobierno se ha acercado.
Joyce dijo que su objetivo era dar al partido la "mejor oportunidad" de ganar las próximas elecciones.