El líder del Partido Nacional Australiano, Michael McCormack, afronta el peligro de perder el liderazgo de la formación política que gobierna en coalición con los liberales, este lunes, día en que los legisladores nacionales tienen previsto reunirse en Camberra.
El viceprimer ministro, Michael McCormack, pasó el fin de semana rechazando los informes que apuntaban que Barnaby Joyce busca recuperar el liderazgo del Partido Nacional, socio de la coalición gobernante de Australia, que le arrebató en 2018.
Joyce, calificado por The Australian Financial Review como un populista rural y quien perdió el liderazgo tras conocerse que tuvo una relación extra-matrimonial con una de sus empleadas y esperaba un bebé con ella, solamente necesita 11 votos para tumbarse a McCormack y liderar al equipo de 21 legisladores del Partido Nacional.
Puntos destacados:
- Los legisladores del Partido nacional se reúnen en Camberra, en una sesión en la que se cree puede pedirse la elección de un nuevo líder, tal y como lo informó primero el editor político Phillip Coorey el sábado por la mañana.
- Barnaby Joyce salió del liderazgo del Partido Nacional en 2018 tras conocerse que tuvo una relación extra-matrimonial con una de sus empleadas y esperaba un bebé con ella.
- Michael McCormack ha sido criticado por su aparente debilidad en la política climática del gobierno, en donde un sector conservador presiona por defender la explotación de los combustibles fósiles.
A pesar de las especulaciones, McCormack declaró al The Australian Financial que "no es un desertor" y que tendrían que echarle del cargo en medio de las amenazas de un desafío a su liderazgo, mientras que Joyce aseguró a Seven Sunrise que "no hay perspectivas de un desafío en este momento".
Barnaby Joyce, quien intentó fallidamente recuperar le liderazgo el año pasado, expresó que McCormack está haciendo el mejor trabajo que puede", pero acotó que a puertas de que se realicen elecciones suplementarias en el Valle de Hunter, Central Queensland y en y alrededor de Darwin, se tiene que dejar en claro que “somos claramente identificables en nuestra estructura política de tal manera que podemos ganar no sólo para los nacionales, sino para la coalición".
La política climática en el meollo de la crisis
Un sector del Partido Nacional achaca a McCormack una postura débil en materia de política climática, en medio de la creciente preocupación de algunos diputados nacionales ante la posibilidad de que el primer ministro australiano, Scott Morrison, de pasos hacia una mayor descarbonización de la economía del país.
Morrison se ha fijado el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas "lo antes posible" y "preferiblemente" en 2050, antes de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático COP26 que se celebrará en Glasgow (Escocia) en noviembre.
El ministro de Recursos, Keith Pitt, y la ex ministra de los Nationals, Bridget McKenzie, declararon la semana pasada que el objetivo de cero emisiones para 2050 no era la política de los Nacionales.
en un artículo de opinión, The Australian Financial Review apuntó que Joyce está aprovechando la polémica en torno al objetivo de las emisiones cero para impulsar sus pretensiones de retomar el liderazgo, aunque recordó que es una figura divisiva."
La cuestión más importante para los Nacionales es si el partido que pretende representar los intereses de la Australia rural apoyará un enfoque de futuro en el que las comunidades regionales puedan aprovechar las oportunidades en un mundo que se encamina hacia unas emisiones de carbono mucho más bajas", de acuerdo al diario.
Los papelones de McCormack
La analista política Michelle Grattan recordó en un artículo de The Conversation que McCormack además fue cuestionado la semana pasada por varias declaraciones emitidas en el Parlamento australiano como primer ministro interino.
Algunas de las perlas de McCormack fueron "Preferiría vivir en Australia que en cualquier otro lugar de esta nación" o "en realidad estoy de acuerdo con PETA. Deberían reubicar a los ratones en sus apartamentos del centro de la ciudad para que puedan mordisquear su comida y sus pies por la noche y arañar a sus hijos por la noche", en alusión al grupo de derechos de los animales People for the Ethical Treatment of Animals.
Asimismo creen que Morrison ha pasado por encima de los nacionales sin darles crédito por sus logros.
Scott Morrison dijo a la 2GB este lunes que está "absolutamente" contento con el liderazgo de Michael McCormack y que tiene una asociación "maravillosa" con él, proporcionando "un gran liderazgo estable para Australia".
Historia de revueltas internas
La política australiana ha estado marcada en los últimos diez años por una serie de golpes internos tanto en el Partido Laborista como en la Coalición cuando estuvieron en el poder.
Primero fue el Partido Laborista en 2010 y 2013, cuando Julia Gillard derrocó al entonces primer ministro Kevin Rudd, y luego éste recuperó las riendas de su formación política, y por ende las del Ejecutivo, de manos de. Gillard.
Pocos meses después de ser elegido el liberal Tony Abbott como primer ministro, Malcolm Turnbull le arrebató el puesto en una revuelta interna en 2'015, pero casi tres años después en otra crisis impulsada por Abbott resultó en la elección de Scott Morrison al mando de esta formación política.