El cuarto proceso de juicio político en la historia de Estados Unidos busca determinar si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, usó la política exterior para su beneficio personal.
Luego de seis semanas de investigación, el proceso ha entrado en la fase de audiencias públicas.
Trump, que considera una “farsa” o “cacería de brujas” dicha investigación que lleva adelante la Cámara de Representantes controlada por la oposición demócrata, dijo que estaba "demasiado ocupado" para ver las audiencias, durante las cuales recibió el firme respaldo de los legisladores de su partido.
La prueba principal es la transcripción oficial de la Casa Blanca de una llamada telefónica del 25 de julio entre Trump y su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski, en la que el presidente estadounidense le pidió que investigara por supuesta corrupción a su rival político Joe Biden y a su hijo Hunter, quien integraba el directorio de Burisma, una empresa de gas ucraniana.
Dos importantes miembros del servicio exterior estadounidense dieron su testimonio el miércoles: William Taylor, embajador interino en Kiev, y George Kent, alto funcionario del Departamento de Estado especialista en Ucrania.
Taylor sorprendió al afirmar que a Trump "le importaba más" que el gobierno ucraniano investigara a Biden que la situación en Ucrania, en lucha contra separatistas respaldados por Rusia.
Bajo juramento, el diplomático dijo que se había enterado recientemente de una llamada telefónica el 26 de julio entre Trump y el embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Gordon Sondland.
Un colega suyo que estaba al tanto de la conversación le contó que, al finalizar la charla, le preguntó a Sondland qué pensaba Trump sobre Ucrania. "El embajador Sondland respondió que al presidente Trump le preocupaba más investigar a Biden", dijo Taylor.
...A Trump "le importaba más" que el gobierno ucraniano investigara a Biden que la situación en Ucrania, en lucha contra separatistas respaldados por Rusia.
Nunca en la historia un presidente de Estados Unidos perdió su cargo como resultado de un juicio político, aunque Trump no sería el primero en ser sometido al procedimiento de impeachment, o proceso de revocación del mandato.
¿Podría Trump perder su cargo?
El consejero para la construcción de la paz y académico, Mariano Aguirre, autor del libro ‘Salto al vacío: crisis y declive de Estados Unidos’ dijo a SBS Spanish que es improbable.
“Primero tiene que ser recomendado por los diferentes comités de investigación que tiene el Congreso y en caso de que esos comités recomienden hacer lo que se llama el ‘impeachment’ entonces se votaría.
“Como el partido Demócrata tiene en este momento mayoría en la Cámara de Representantes, seguramente sería aprobado y pasaría al Senado… donde la mayoría la tiene los Republicanos.
“[Pero] tendría que ser aprobada por dos terceras partes de los miembros del Senado cosa que con el balance que hay actualmente, ósea la proporción de votos que tienen los republicanos y demócratas, no podría ser aprobado”, afirmó Aguirre.
El académico dijo que los senadores republicanos siguen apoyando a Trump y el partido continúa unido alrededor del mandatario.
“Trump [sigue] representando los intereses principales del partido republicano en el sentido del desmantelamiento del estado, un programa xenófobo frente a la inmigración, y una política que mezcla el aislacionismo con un tono de desafío y agresividad en el entorno internacional”.
La entrevista completa con el consejero para la construcción de la paz y académico, Mariano Aguirre, la puedes escuchar en el podcast arriba.