El club Unión Comercio, de la segunda división del fútbol peruano, anunció el fichaje de Osama Vinladen Jiménez, un mediocampista de 18 años cuyo nombre ha causado en las redes sociales porque recuerda a Osama Bin Laden, el fallecido líder de Al Qaeda que fue muerto por tropas estadounidenses en Pakistán diez años después de los atentados contra las torres gemelas de Nueva York en 2011.
Además su nombre recuerda algunas tendencias no solo en Perú y en Latinoamérica, sino en varias partes del planeta, de poner nombres, considerados como extravagantes y absurdos, como por ejemplo Usnavy, por la Armada estadounidense, Neurona H2O, el nombre que le dio el psicólogo peruano Mario Poggi, el psicólogo que mató a un asesino en serie en 1986.
Recientemente con la pandemia han surgido nombres como Covid, Corona, Lockdown (confinamiento) y Sanitiser (desinfectante), que marcan por toda la vida a los recién nacidos por las elecciones que hicieron sus padres para recordar que superaron la crisis del coronavirus.
Puntos destacados:
- El jugador peruano Osama Vinladen Jiménez causó revuelo en las redes sociales nuevamente al ser fichado por el club Unión Comercio, de la segunda división del fútbol del país andino.
- Las bromas en las redes sociales recuerdan la tendencia de algunos pobladores del planeta de elegir nombres que marcan de por vida a sus titulares.
- Según el antropólogo peruano Guillermo Nugent, los nombres absurdos responden al contexto en que se vive y a la necesidad de evitar la homonimia que abran paso a detenciones y encarcelamientos.
El jugador “bomba” , apuntaba Rodrigo Saavedra, al referirse al fichaje de Osama Vinladen, mientras que Red Gol recalcaba que Unión Comercio se ponía bélico con la contratación de este jugador que sueña con jugar en el Barcelona y cuyo hermano se llama Sadam Hussein.
Hace dos años, cuando era parte de la selección sub-15 de ese país, le contó a la emisora colombiana Blu Radio que “a veces me paraban en los aeropuertos por mi nombre” y aunque “en el colegio se reían por mi nombre, pero no pienso cambiármelo. Yo también bromeo con mi propio nombre”.
Si bien el jugador no ha revelado las razones por las cuales fue bautizado con ese nombre, las especulaciones pueden dar pie a diversas interpretaciones, pero para el sociólogo peruano Guillermo Nugent, académico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, una de las más antiguas de Latinoamérica, recordó que al momento de la inscripción, “se pone el nombre que más 'suene' en ese momento”.
Los nombres de la Revolución
Tras la revolución cubana en 1959, los nombres que se propagaron en los años siguientes fueron Fidel, Raúl, Ernesto, en referencia a los hermanos Castro y al “Che” Guevara, así como Lenin en alusión al líder de la Revolución Rusa, mientras que la irrupción del astro del fútbol argentino Diego Armando Maradona causó un furor por su nombre.
El antropólogo australiano Adrian Hearn, académico de la Universidad de Melbourne, recuerda que vivió varios años en Cuba, país que es " bien conocida por sus particulares tendencias de nombres-
"Pero ¿cómo surgió esto, y qué puede decirnos sobre la intersección de la política, la cultura y la vida familiar? Una cosa que nos dice es que el tiempo importa: la generación que trajo niños al mundo durante los años 70 y 80 vivió una época de estrechos lazos oficiales con la Unión Soviética, que trajo una afluencia de ingenieros y diplomáticos rusos. Muchos niños nacidos durante esos años llevan nombres que reflejan esta dinámica: Yuri, Idorka, Yulieski, etc".
En 2012, la agencia Efe apuntaba que en Cuba algunos nombres creaban problemas y generaban debates sociales. Por ejemplo las mezclas de nombres como Robelkis (Roberto y Belkis) o Migdisray (Migdalia y Raymundo), o la inversión de palabras como Ailed a partir de Delia; Adianez por Zenaida, y hasta Orazal por Lázaro.
Entre los casos más particulares, están las adaptaciones criollas de términos extranjeros, muchos de ellos del inglés: Leydi por "lady", Maivi por "maybe", Olnavy por "Old Navy", Usnavi por "U.S. Navy" y Danyer por "danger", agregaba este atrículo reproducido en el portal 20 minutos.
"El colapso de la Unión Soviética obligó a Cuba a abrirse al turismo extranjero y a una afluencia de jóvenes estadounidenses supuestamente en "viajes de estudio" para cumplir con las restricciones de viaje de Washington. Las influencias se hicieron evidentes desde los años noventa hasta los años noventa en nombres populares cubanos como Usarmy, Usmail, Rkelly, y nombres más convencionales (pero no españoles) como Jordan y Peter", puntualizó Hearn.
El académico australiano agregó que un profesor de batería cubano, que se llamaba Mickey, llamó a su hija Sorgalim, Milagros al revés, mientras que su vecino llamó a su hija Ochún, en honor a la deidad femenina de los arroyos y la sensualidad de la tradición yoruba de África occidental que durante siglos ha impregnado la rica cultura de Cuba.
"Como sus 20 predecesores, la juventud de hoy (y las mascotas, al parecer) llevan en sus nombres la dinámica del desarrollo nacional. Por el momento, esto parece estar marcado por una nueva confianza en sí mismos, la conmemoración de los parientes que han fallecido y el orgullo de las raíces étnicas"
El estigma de los nombres
Pero el estigma para los niños se da cuando son bautizados con nombres extravagantes o absurdos como ha sucedido con la pandemia.
En plena crisis sanitaria mundial, una pareja de Filipinas llamó el pasado 13 de abril a su pequeña Covid Marie para recordar “ que el coronavirus no sólo nos trajo sufrimiento. A pesar de todo esto, nos llegó una bendición”, dijo su madre Colline Tabesa, a la AFP.
Por su lado, una pareja de trabajadores migrantes del noreste de India, que quedó bloqueada a miles de kilómetros de sus hogares en el estado de Rajastán, eligió llamar a su hijo Lockdown (confinamiento, en inglés) para “para recordar todos los problemas que enfrentamos durante este período difícil", explicó el padre del recién nacido.
Problema legal de homonimia
Nugent, que trabajó para la RENIEC, que se encarga de los documentos de emitir documentos de identificación nacional en Perú, quiso sacar adelante un programa piloto de “gestación del nombre”, con el fin de preguntarle a las gestantes que iban a la maternidad, a partir del quinto mes qué nombre habían pensado, aunque no progresó.
Sin embargo, Nugent, quien es autor de libros como “Errados y errantes : modos de comunicación en la cultura peruana”, “El orden tutelar. Sobre formas de autoridad en América Latina” y “El laberinto de la choledad”, explicó a SBS Spanish que “en los sectores populares los nombres singulares son una protección contra la homonimia y evitar detenciones y encarcelamientos”.
“La homonimia ha llevado a muchos inocentes a detenciones y encarcelamientos injustos. Pensaría más en una precariedad legal que en una precariedad educativa (aunque ambas precariedades van de la mano, claro)”, enfatizó el sociólogo peruano al aclarar que no necesariamente se trata de un problema de educación o el origen socio-económico de los padres que ponen nombres estrafalarios a sus hijos.
Las celebridades no se escapan
Y es que en el otro extremo de los padres que ponen nombres extravagantes o absurdos a sus hijos están las celebridades y los multimillonarios. Por ejemplo Ed Sheeran y su esposa Cherry Seaborn llamaron a su primera hija Lyra Antarctica, aunque el multimillonario Elon Musk apostó por ponerle a su hijo eX Æ A-Xii. (que se pronuncia; “X-Ash.”) .
“En el caso de los ricos y famosos, bueno se sienten tan únicos que sus hijos solo pueden tener nombres únicos”, apuntó Guillermo Nugent.
Países como Nueva Zelanda dan a conocer cada año la lista de nombres de bebés rechazados por las autoridades, como Lucifer", "Mafia No Fear" (Sin Miedo a la Mafia) y "Majestad", al considerarlos demasiado extraños u ofensivos. En 2018 rechazó los nombres “Allah” y “Gunner” (Ametrallador), entre otros.
En Chile, según la red Antofagasta, las leyes impiden inscribir nombres con números ni signos., así como también la ley de este país señala que "no podrá imponerse al nacido un nombre extravagante, ridículo, impropio de personas, equívoco respecto del sexo o contrario al buen lenguaje".