Los padres de familia deberán pagar por los costes de las guarderías a partir del 13 de julio, en virtud de los cambios anunciados por el Gobierno del primer ministro australiano, Scott Morrison.
El gobierno facilitará la prueba de actividad hasta el 4 de octubre para apoyar a las familias cuyo empleo se haya visto afectado por la pandemia. Durante este tiempo, estas familias podrán recibir hasta 100 horas cada quince días de atención subsidiada.
La eliminación de los subsidios a la atención infantil gratuita será una gran primera prueba de la reacción política al gobierno que ha dado marcha atrás en la ayuda de emergencia de COVID-19.
Puntos destacados
- Los padres tendrán que volver a pagar la cuota de la guardería en Australia a partir del 13 de julio a medida que la demanda de servicios crezca.
- El gobierno también detendrá los pagos de JobKeeper al sector el 20 de julio, a pesar de que el primer ministro australiano, Scott Morrison, prometió que el subsidio salarial estaría vigente para todos los trabajadores hasta finales de septiembre.
- El gobierno dará facilidades hasta octubre en las pruebas que se realizan sobre las actividades laborales a los padres que hayan perdido su trabajo o sus horas de trabajo a causa del coronavirus.
Asimismo, JobKeeper terminará a partir del 20 de julio para los empleados de los proveedores, pero habrá una financiación de 708 millones de dólares para los servicios que sustituyan a JobKeeper desde el 13 de julio hasta el 27 de septiembre.
Esta financiación pagará a los servicios de guardería el 25% de los ingresos por honorarios que recibían antes de que COVID viera el sector colapsar.
Se impondrán dos condiciones a los servicios como parte de la financiación de transición. Las tarifas se limitarán al nivel que tenían a finales de febrero, y los servicios tendrán que garantizar los niveles de empleo para proteger al personal que dejará JobKeeper.
El ministro de Educación Dan Tehan dijo que eso sería "un poquito menos" de lo que el sector recibía en pagos de JobKeeper, pero no determinó el monto.
"Lo que hemos visto es que la demanda crece y crece en las últimas semanas, por lo que necesitábamos cambiar el sistema", dijo a los periodistas en Camberra el lunes.
"Este sistema fue diseñado en momentos en que la demanda estaba cayendo. Ahora vemos que la demanda aumenta", precisó.
Al comienzo de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19, la asistencia en la mitad de las guarderías se redujo entre el 20 y el 50%.
La asistencia a los centros de atención infantil volvió a subir hasta el 74% de los niveles anteriores a la crisis en la semana que comenzó el 11 de mayo.
Tehan indicó que se darán facilidades hasta octubre en las pruebas que se realizan sobre las actividades laborales a los padres que hayan perdido su trabajo o sus horas de trabajo a causa del coronavirus.
La medida supone que éstos tengan la posibilidad de acceder a hasta 100 horas de atención subvencionada.
Pero aún así tendrán que cubrir la parte de la "brecha" de los honorarios.
Los subsidios del gobierno oscilan entre el 20 y el 85% de una tarifa básica.
Una familia con un ingreso medio pagaría 23 dólares diarios por un día de completo atención diurna, además de los gastos adicionales de los centros que superen la tarifa de base, que puede ser bastante alta en las capitales.
La portavoz de la oposición para la primera infancia, Amanda Rishworth, dijo que el costo de la atención será demasiado alto, incluso si los padres fueran elegibles para más horas.
"Lo que el gobierno dijo es mala suerte - mala suerte, vas a enfrentar las mismas tarifas que antes de esto", dijo la portavoz laborista a los periodistas.
"Me preocupa que los padres se sienten en la mesa de la cocina a hacer las cuentas y vean que el cuidado de los niños es demasiado caro para ellos".
El grupo de defensa The Parenthood dijo que el gobierno estaba preparando el sector para una segunda ola de padres que saquen a sus niños de las guarderías.
