Las universidades australianas estimaron el miércoles que las pérdidas que acarrea la ausencia de estudiantes extranjeros por el cierre de las fronteras para luchar contra el coronavirus podrían elevarse a 16,000 millones de dólares.
El grupo de lobby Universities Australia subrayó que esta falta de ganancias tendrá consecuencias duraderas en los centros de enseñanza superior, al igual que en la investigación y la innovación.
La educación representa el tercer "sector de exportación" en Australia, tras los minerales de hierro y el carbón.
Puntos destacados
- Según Universities Australia, el sector podría perder en 2020 hasta 4.800 millones de dólares australianos y hasta $16,000 millones de dólares australianos en 2023..
- La educación representa el tercer "sector de exportación" en Australia, tras los minerales de hierro y el carbón.
- El 3 de abril, en medio del primer semestre universitario, el primer ministro Scott Morrison pidió a los estudiantes extranjeros que "regresaran a sus países" cuando el país empezó a adoptar medidas de confinamiento para frenar la epidemia.
Según Universities Australia, el sector podría perder en 2020 hasta 4.800 millones de dólares australianos y hasta 16.000 millones de dólares australianos en 2023.
"Estos ingresos financian al personal de los centros destinados a formar a la próxima generación de trabajadores cualificados y una gran parte de la investigación y la innovación que permite a Australia seguir siendo competitiva a nivel internacional", declaró la presidenta del grupo, Catriona Jackson.
Tras ser excluidas de las ayudas salariales concedidas por el gobierno durante la epidemia, las universidades presionan para obtener fondos ya que 20.000 empleos universitarios y de personal administrativo están amenazados.
El 3 de abril, en medio del primer semestre universitario, el primer ministro Scott Morrison pidió a los estudiantes extranjeros que "regresaran a sus países" cuando el país empezó a adoptar medidas de confinamiento para frenar la epidemia.
Muchos estudiantes se quedaron bloqueados en el país y dependen de organizaciones caritativas para sobrevivir.
Morrison dijo que la prohibición de entrar en Australia a los viajeros extranjeros podría durar meses. Aunque algunos estados contemplan hacer excepciones con los estudiantes extranjeros dispuestos a someterse a una cuarentena obligada a su llegada.