La inmigración regional española a Australia hace sesenta años

Australia intenta atraer a los inmigrantes a sus zonas regionales. SBS Spanish (SBS Español) te da unas pinceladas de la inmigración de miles de jóvenes españoles que comenzaron a venir a Australia bajo el programa de migración asistida firmada con Madrid llamado Operación Canguro. Este año se conmemoró el 60 aniversario de la llegada del primer barco con 169 españoles, el Toscana.

Macario Amado showing pictures from his past

Macario Amado showing pictures from his past Source: SBS Spanish

 En 1958, hace 60 años pisaron tierra australiana 159 jóvenes del norte de España para trabajar en el corte de la caña en Queensland. Eran las épocas en que imperaba la llamada política de la Australia Blanca, que privilegiaba la inmigración de occidentales sobre aquellos extranjeros de otras culturas o credos y de pieles oscuras.

A diferencia de los tiempos actuales, Australia no contaba con las redes de servicios multiculturales ni existía internet. Tampoco los viajes eran tan frecuentes o rápidos como ahora, ni tan asequibles. Como dijo el embajador de España en Australia, Manuel Cacho, fue “prácticamente un viaje de ida sin retorno”.

Conoce la historia de estos hombres, de sus propias voces, de sus propias palabras. Es la historia de esas personas anónimas que hoy cobra un rostro y que quizá pasaron situaciones mucho más difíciles que los inmigrantes que llegaron a Australia recientemente o los que vendrán.
Operación Canguro
Españoles en Australia en la década de 1950 Source: Archivo Gráfico de Carta de España.

La Operación Canguro

Desde 1958 a 1963, un total de 7.816 españoles, entre ellos 3.873 trabajadores llegaron a Australia para trabajar en el corte de la caña de azúcar en la zona septentrional de Queensland y posteriormente en otros oficios.

Las negociaciones de este acuerdo con Australia y el gobierno de España, entonces bajo el régimen de Francisco Franco, y la organización intergubernamental del Comité para la Migración europea culminaron en 1958.

La iglesia católica tuvo un papel crucial en la llegada de los españoles ya que monseñor George Creenan, que lideraba el Comité Federal Católico de Inmigración, se reunió años antes con el entonces ministro español de Exteriores, Alberto Martín Artajo, en capacidad “semi-oficial” para transmitir a Madrid que Australia asistiría en la financiación de los pasajes, recuerda el académico Ignacio García en su libro “Operación Canguro”.

Ficha de inmigrante
Source: Archivo Nacional de Australia


La iglesia católica australiana entonces quería crecer y necesitaba más feligreses y “los españoles eran ideales” en tiempos en que reinaba la política de la Australia Blanca, que privilegiaba la llegada de los occidentales blancos y que motivó la deportación de los peones de las Islas del Pacífico que trabajaban en la zafra, comenta a SBS Spanish, Ignacio García.

Además, en Queensland y el estado de Victoria ya existía una pequeña comunidad vasca, principalmente conformada por marineros que saltaron de sus barcos y después llegaron a Australia a trabajar en la zafra, pese a que eran pastores. Asimismo existía una comunidad de catalanes que escaparon de la Guerra de Marruecos.

Para el año 1924, existían 11 haciendas en el área de Ingham que pertenecían a colonos españoles y catalanes. La cadena migratoria se ensanchó en la década de 1920. En esas cadenas, Teresa Mendiolea, del distrito de Ingham ayudó a 700 vascos a migrar a Australia, en muchos casos ayudándoles con el coste del pasaje”, recalcó García en su libro.
Toscana
The Toscana Source: Barbara Alysen. Reproduced courtesy International Organisation for Migration.

¿Por qué Australia quería vascos?

La existencia de una colonia vasca fue un elemento en el acuerdo entre España y Australia, pero además había un elemento político clave para entender la preferencia del país oceánico por un determinado grupo de españoles.

 “En aquellas épocas los australianos no veían con buenos ojos al franquismo y el hecho de que ya existiera una comunidad vasca les ayudaba a vender mejor el plan de migración. Precisamente ese fue un punto difícil de las negociaciones porque España insistía en que se tomaran a otros españoles. Los canarios por ejemplo, en donde ya existía una industria azucarera. Pero al final se acordó que además de vascos, llegaran otros españoles del norte de España”, comentó García.
Macario Amado, Operación Canguro
Source: Supplied
Así comenzó el proceso de reclutamiento de migrantes y las condiciones eran que los jóvenes fueran solteros, con el servicio militar cumplido y con membresía en el sindicato vertical, el único que existía en España en la época de Franco, acota el profesor adjunto de la Universidad de Western Sídney.

Por su lado la investigadora Carmen Casteló, de la Fundación de Patrimonio Español relató a SBS Spanish que en el proceso de selección “se les miraba las manos” para verificar que habían hecho trabajo en el campo y los que viajaron a Australia “venían con contrato de dos años. Si se iban antes tenían que pagar el viaje”.

Aquellos tiempos eran muy duros, pero los primeros españoles que llegaron “vivieron (en Australia) en circunstancias primitivas, en chabolas de madera, se cocinaban ellos mismos. Pero eran fuertes, acostumbrados al trabajo de campo y se adaptaron. Incluso algunos llegaron a tener plantaciones de caña de azúcar, tuvieron hijos, pero los principios nunca fueron fáciles”, precisó.
Macario Amado with some of his photos from the early days
Español que vino a Australia en 1958 en el marco de la Operación Canguro Source: SBS Spanish

El primer contingente llegó en el Toscana

El primer contingente de 159 hombres españoles salió a finales de junio de España, pasaron por Francia, Italia y se embarcaron en Trieste en el barco Toscana con rumbo a Australia, con escalar en diversos puntos del planeta. Un 6 de agosto de 1958 llegó al puerto de Brisbane, su primer contacto con Australia.

“Australia, nadie sabía donde estaba”, bromeó uno de los protagonistas de este viaje, Macario Amado, de 87 años, quien vive actualmente en Stanmore, Sídney.

Macario Amado, de Cantabria, y los otros fueron llevados al Centro de Inmigrantes Walcol, como paso previo a su transferencia a los cañaverales de Cairns, Tully, Ingham e Innisfail, en el norte de Queensland.

Macario Amado
Españoles en el Toscana (Macario Amado al centro sosteniendo al niño) Source: Supplied


Macario Amado fue a parar a Tully y allí se quedó siete años cortando caña.

“Muy duro el trabajo”, explicó a SBS Spanish, este risueño anciano delgado pero fuerte, quien remarca que él se cocinaba mucha carne” en esos días en que las jornadas eran de lunes a viernes.

“Los fines de semana nos íbamos al pueblo para unas cervezas porque hay que disfrutar la vida también”, recordó Amado, quien después trabajó en las plantaciones de tabaco y años más tarde migró a Sídney para trabajar como cerrajero en la Casa de la Ópera.

Amado, quien enviaba dinero a españa para ayudar a su familia, subrayó que aquellos que se esforzaron hicieron dinero, mientras los otros se fueron porque no estaban hechos para el trabajo duro.
Macario Amado en los cañaverales de Queensland
Operación Canguro Source: Supplied
A sus 87 años, él recordó entre sonrisas que en la década de 1960 fue de paseo a su pueblo y allí conoció a la que es su mujer. Amado la trajo después a Australia y tuvieron un hija.

A su mujer le dio un derrame cerebral hace unos años y según relató con la voz entrecortada, tiene que cuidarla porque no se le entiende cuando habla, por eso él quiere quedarse en Australia, porque “los australianos son muy buena gente, aquí no hay racismo”, aunque también recalca que admira a Franco.
Migrantes españoles antes de partir
Operación Canguro. Amado Macario entre ellos. Source: Supplied

Los que llegaron después

Amado como otros que llegaron después como parte de la “Operación Canguro”, como Francisco Espárraga, de origen sevillano, que vino desde Barcelona a Melbourne en el barco “Aurelia”, junto a sus padres, cuando tenía cinco años, pasaron días difíciles.

“Mis padres buscaron otro país las oportunidades económicas”, comentó a SBS Spanish, al indicar que “para mí no fue difícil por la edad, pero para mis padres fue la lengua, el idioma y el buscar trabajo”.

Muchos de los inmigrantes españoles en aquellas épocas tardaron muchos años en regresar de vacaciones a su país de origen. A veces lo hacían por alguna emergencia, como la muerte de un familiar, pero la prioridad en Australia era trabajar, educar a los hijos y tener un coche y una casa.

“Algunos tardaron diez años porque era imposible irse y a veces el sacrificio era enorme porque las mujeres no trabajaban y los pasajes eran costosos”, comentó Casteló a SBS Spanish, al agregar que además de esto “muchos tenían que enviar un cheque mensual a sus familias o pagar algunas deudas”.

El fin de la migración asistida

La “Operación Canguro” terminó en 1963, principalmente por decisión del gobierno de España debido a algunas protestas en torno al proceso de selección para la migración a Australia, que a principios de esa década atravesaba una recesión, y porque entonces el país ibérico estaba más insertado en el mundo.

“Al gobierno franquista le interesaba más la migración al norte de Europa porque el dinero que se enviaba desde allá era más grande”, explicó García, quien agregó que en aquellos momentos no existían canales diplomáticos adecuados para resolver las quejas de los inmigrantes ni seguir adelante con el acuerdo.

60 años de la Operación Canguro
Embajador de España, Manuel Cacho, Macario Amado, Cónsul de España en Sídney, Juan Manuel Molina Source: SBS Spanish


Una de las quejas de los inmigrantes es que a pesar de que los Servicios de Empleo del Estado de Australia, éstos “a menudo se encontraban en la situación de que les era difícil encontrar trabajo por su cuenta, tenían que prestarse dinero de amigos o del cónsul. Sus trabajos no estaban dentro de sus profesiones debido a que no hablaban inglés y 'no se les dijo de eso en España'. Además la situación económica en Australia 'era desastrosa'”, apuntó Ignacio García en su libro “Operación Canguro”.

“Si la gente encontraba algo parecido a sus expectativas era más probable que se quedara, pero si la decepción era grande, todo era más difícil y se marchaban a otros lugares”, reflexionó Carmen Casteló.


 

 


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Published 15 December 2018 8:17pm
By R.O.


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