En España se calcula que hay unas 300.000 víctimas de una trama de robo de recién nacidos que habría operado entre 1950, durante la época del régimen franquista para arrebatarle los bebes “a los perdedores”, y que incluso se extendió hasta 1990.
En 2012, tras recibir una denuncia colectiva de más de 250 familias, la Fiscalía General del Estado resumió el supuesto modus operandi: “Consistía básicamente en que se informaba a la madre y familiares de que un menor recién nacido había fallecido, ofreciéndose el centro hospitalario a hacerse cargo de los restos. Ese menor era entregado a otras personas”, según apunta en uno de sus artículos sobre estos casos el diario El País.
Los robos fueron “, pero peor”, según un vídeo de la organización Alumbra divulgado en Youtube.
Uno de los casos fue el de Isabel Santos, de 81 años, a quien hace 55 años, cuando dio a luz, le dijeron que su bebé había muerto, pero mucho tiempo después vio la partida de nacimiento y supo que era mentira, que su hijo estaba vivo.
“Ha sido muy duro, yo lloraba, ya no tengo lágrimas ni nada”, según un vídeo de la cadena alemana DW difundido por SBS.
Estos miles de bebés fueron arrancados de sus familias para dárselas a otras cercanas al régimen del general Francisco Franco (1939-1975).
Inés Madrigal es una de las bebés robadas que fue secuestrada en 1969, ella llevó a los tribunales al doctor Eduardo Vela, de 85 años, por su participación en el crimen, pero éste no puede ser condenado por limitaciones legales.
Vela fue absuelto a principios de octubre por prescripción del delito pese a ser considerado autor de la sustracción de un recién nacido en 1969.
En 2013, por ejemplo, murió Sor María, la monja imputada en el caso por presuntamente orquestar la red.
“Es como un bofetón, porque los oficializa, porque nuestra lucha tiene fecha de caducidad”, comentó Madrigal, quien nació en la clínica San Ramón en Madrid, en donde Vela era director médico.
En el año 2010 empezó a sospechar sobre la realidad de sus orígenes a raíz de las noticias que empezaron a publicar los medios de comunicación.
Al cumplir los 18 años Inés Madrigal supo que había sido un “regalo” que un doctor, Eduardo Vela, le había dado a su madre, Inés Pérez. Ella, una mujer estéril, la recibió de manos del médico como una bebé prematura, supuestamente, no deseada.
El rapto de niños en España inició en 1936, como parte de la doctrina franquista. El psiquiatra Juan Antonio Vallejo Nájera sostenía que los “rojos” tenían un gen que transmitían a sus hijos y por ellos separó a los bebés de sus madres.
Pero con el tiempo y en plena dictadura ese motivo ideológico tornó hacia un lucrativo negocio en el que estaban involucrados funcionarios, médicos, religiosas y registradores.
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