Alrededor de unos 80 casos de COVID-19 se han detectado entre los residentes y empleados de las residencias para ancianos en el estado australiano de Victoria, lo que ha hecho sonar las alertas en esta jurisdicción australiana ya golpeada fuertemente por el rebrote del coronavirus en la ciudad de Melbourne.
El Hospital Real de Melbourne ha separado un pabellón de 24 camas ante la potencial llegada de un gran número de ancianos a medida que este coronavirus se propaga en 24 residencias para ancianos en Victoria.
En el hogar de ancianos Menarock Life Essendon, 14 residentes y 17 empleados dieron positivo en las pruebas para detectar la COVID-19, mientras que el de Estia Health, en Adeer, acumula 13 infecciones, que aparentemente se iniciaron por un empleado que contrajo el coronavirus sin saberlo y trabajó en ambos lugares, según la cadena local Sky News.
Puntos destacados:
- El estado de Victoria reportó el lunes 177 nuevos casos de COVID-19, de los cuales 80 de ellos se detectaron dentro de las residencias para ancianos.
- El presidente de la Asociación Médica Australiana, Tony Bartone, dijo que la situación es “extremadamente preocupante”.
- Victoria acumula más de 3,900 casos de COVID-19, de los cuales más de 1,600 siguen activos. Además 72 pacientes hospitalizados, incluyendo a 17 personas que están en las unidades de cuidados intensivos.
Las autoridades sanitarias temen por un recrudecimiento de las infecciones de COVID-19 en los hogares de ancianos.
El presidente de la Asociación Médica Australiana, Tony Bartone, dijo al Canal 9 que la situación es “extremadamente preocupante” dado que los ancianos tienen “enfermedades y morbosidad complejas, que los hacen muy vulnerables”.
Las autoridades también ordenaron usar mascarillas faciales a los trabajadores de los hogares de ancianos de la zona metropolitana de Melbourne y el municipio rural de Mitchell, a unos 70 kilómetros al norte de la capital, que desde el jueves están en un confinamiento obligatorio de seis semanas.
Bartone consideró que el uso obligatorio de mascarillas debió ordenarse mucho antes, pero a pesar de que se ha perdido esa oportunidad, los esfuerzos deben concentrarse “en hacer lo correcto” en el presente y “monitorear y centrarse en el control de las infecciones”.
Australia ya tiene una lección aprendida con lo sucedido en el hogar de ancianos Newmarch House, en Sídney, que ha sido considerado como uno de los focos más mortales del país por la COVID-19, a raíz de la muerte de 19 ancianos que contrajeron este coronavirus.
El exlíder laborista Bill Shorten, cuyo electorado abarca a Essendon, los 31 casos en ese hogar de ancianos es “horrendo”.
“Cuando tienes ancianos que están enfermos, no puedes visitarlos. No es nada bueno”, comentó Shorten, al insistir en que “no se trata de una gripe, es algo mortal, muy mortal”.
En el suburbio de Frankston, un total de 57 agentes de la Policía se encuentran en confinamiento después de que un segundo policía dio positivo en las pruebas para detectar la COVID-19.
Por otro lado, el Kmart de Greensborough Plaza, que fue cerrado para someterse a una limpieza a fondo después de que uno de sus empleados diera positivo, reabrirá sus puertas hoy.
Victoria acumula más de 3,900 casos de COVID-19, de los cuales más de 1,600 siguen activos. Además 72 pacientes hospitalizados, incluyendo a 17 personas que están en las unidades de cuidados intensivos.
