Australia arranca la semana con varias noticias económicas que tendrán un impacto en la mayoría de los australianos, bien sea porque resultarán beneficiarios directos o indirectos de nuevas ayudas que comienzan, o porque perderán beneficios, en el marco de un contexto económico complejo dictado por la pandemia.
Unos 5 millones de australianos y residentes permanentes de bajos ingresos empezarán a recibir a partir del miércoles el Economic Support Payment, su segundo pago de $750 de ayudas por la pandemia.
Este pago le costará a la economía australiana unos $3,800 millones de dólares, pero se espera que este gasto sirva de salvavidas para los más necesitados, quienes lo recibirán de manera automática.
Puntos destacados:
- Más de 10 millones de australianos que hayan ganado menos de $126,000 el año pasado, obtendrán una exención de impuestos de hasta $1080 este año.
- Mientras tanto, unos cinco millones recibirán el Economic Support Payment de $750 de manera automática.
- No obstante, termina el subsidio a las guarderías, por lo que los padres volverán a tener que pagar a los centros de cuidados infantiles, en momentos en los que muchos tienen menos ingresos, ya que enfrentan situaciones de desempleo o subempleo.
“Esta inyección de $750 no es mucho dinero, pero para algunas personas puede ser la diferencia entre ‘bueno, esta semana como carne’”, explicó a SBS Spanish el economista Charlie Ríos.
También esta semana, aquellas personas quienes hayan presentado sus declaraciones de impuestos comenzarán a recibir los reembolsos que se les deba.
Casi un millón de australianos presentaron declaraciones de impuestos entre el 1 y el 9 de julio, lo que representa un aumento del 11 por ciento en el mismo período del año pasado.
El gobierno anticipa que más de 10 millones de australianos que ganen menos de $126,000 por año obtengan una exención de impuestos de hasta $1080 este año.
Ríos explica que este pago es un incentivo para que los consumidores gasten, y así inyecten más dinero a la economía australiana.
“(A pesar de que) el gobierno va a recaudar menos dinero, va a ser más dinero en el bolsillo de uno. Y al haber más dinero en el bolsillo, vas a gastar ese dinero y usarlo para más productos y servicios, y eso va a fomentar, a crecer la economía”.
Estos cambios se presentan al tiempo que se pronostica un duro golpe por la vuelta al confinamiento de Melbourne, motor principal de la economía de Victoria, que representa aproximadamente un cuarto de la economía total de Australia.
Por su parte, las autoridades de Nueva Gales del Sur (NSW, siglas en inglés) han puesto a estado en alerta máxima en vista del rebrote en Victoria, y el gradual incremento en el número de casos en el estado.
La Premier de NSW, Gladys Berejiklian, advirtió que la posible reintroducción de algunas restricciones no debería sorprender si continúa incrementando el número de casos positivos, tras el brote de coronavirus en un bar y restaurant ubicado en las afueras de Sídney, en la zona de Casula.
Estos anuncios han puesto a la comunidad empresarial en vilo, por lo que han emitido una carta alertando sobre el daño a la economía de haber una nueva cuarentena en NSW.
Para el corte de junio, el desempleo en Australia se situaba en un 7,1 por ciento. Se espera que este índice suba aún más en el próximo trimestre.
Se estima que el índice de desempleo actual está aguantado a la baja gracias a los subsidios de JobSeeker y JobKeeper, y que, de no existir esas ayudas, las tasas de desempleo y subempleo se dispararían a dos dígitos.
El tesorero federal, Josh Frydenberg entregará una declaración económica en diez días, tildado de "mini budget" (mini-presupuesto), donde también revelará los planes del gobierno para el futuro a mediano plazo de JobKeeper y JobSeeker, ya que se suponía inicialmente que estas ayudas iban a terminar en septiembre, pero ya se sabe serán extendidos de una manera u otra.
Sin embargo, Ríos considera que no debemos angustiarnos demasiado. Recalcó que el incremento en las tasas del desempleo ya estaban previstas por el Banco de la Reserva, y que los índices serían peores si no estuviera JobKeeper.
Estamos todavía a medio camino. Falta más de cuatro meses para que supuestamente se acabe el JobKepper. Estamos bien cómo vamos.
Sin embargo, lo que sí preocupa a muchos padres es la terminación del subsidio a las guarderías que se introdujo en abril, por lo que a partir de hoy lunes las guarderías dejarán de ser gratuitas.
Según este esquema, el gobierno pagó a las guarderías el 50 por ciento de sus subsidios gubernamentales previos a la pandemia, más las asignaciones de JobKeeper, en respuesta a la reacción de muchas familias al inicio de la pandemia, quienes empezaron a retirar rápidamente a los niños de las guarderías cuando se implementó la cuarentena.
El sector de cuidados infantiles ha expresado reiteradamente su preocupación, con algunos argumentando que necesitan mantener al menos un 75 por ciento de cupos para poder ser viables, y temen que no esto no sea posible porque aún hay muchas familias sin empleo o con ingresos mermados.
Ríos explicó que sería importante que el gobierno revisara esta decisión, ya que repercute directamente en la habilidad de algunos padres de poder ir a trabajar.
No obstante, el economista aclaró que la inyección de dinero no es siempre la mejor opción, ya que podría fomentar la manutención de “empresas zombies” que no serían capaces de sobrevivir la pandemia sin subsidios gubernamentales.
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