Lunes, 124; martes, 164; Miércoles,134; Jueves, 165; Viernes 288; Sábado,216. Estos son los números de una lotería mortal: la del rebrote de la COVID-19. El estado de Victoria encabeza a un indeseable ránking: la jurisdicción australiana con más casos de coronavirus, por encima de Nueva Gales del Sur.
Esta semana se han reportado más de mil casos de coronavirus y dos muertos en el estado de Victoria como consecuencia del rebrote en la ciudad de Melbourne, que el jueves entró, junto al municipio rural de Mitchell, a un segundo confinamiento desde que empezó la pandemia y que en esta oportunidad durará al menos seis semanas.
Por otro lado, unos 3,000 residentes de casi una decena de torres de viviendas públicas en Melbourne también fueron sometidos al confinamiento más extremo por el gran número de casos de coronavirus.
Puntos destacados:
- El estado de Victoria se convirtió en el estado australiano con más casos de COVID-19. El sábado registró un total de 3,560 casos, con lo que superó a Nueva Gales del Sur, que totaliza 3,474 infecciones desde que comenzó la pandemia.
- Esta semana se han reportado más de mil casos de coronavirus y dos muertos en el estado de Victoria como consecuencia del rebrote en la ciudad de Melbourne.
- Victoria es el segundo estado en términos demográficos y económicos de Australia. Este estado aporta anualmente unos 399,000 millones de dólares a la economía australiana. Este monto representa el 23 por ciento del producto interior bruto.
El estado de Victoria está aislado. Su frontera con Nueva Gales del Sur fue cerrada por primera vez en cien años. La última vez que se cerró este contorno terrestre de más de 4,600 kilómetros fue durante la pandemia de la gripe española.
Victoria es el segundo estado en términos demográficos y económicos de Australia. Este estado aporta anualmente unos 399,000 millones de dólares a la economía australiana. Este monto representa el 23 por ciento del producto interior bruto.
Ante este rebrote de Victoria, que le costará al menos 6,000 millones de dólares a la economía de Australia, cuyos estados y territorios han comenzado a normalizar sus actividades a distintas velocidades, el gobierno de Scott Morrison ha adoptado algunas medidas como reducir a la mitad el número de residentes y ciudadanos que podrán retornar al país cada semana. A partir del lunes será un máximo de 4,000 pasajeros.
A contrarreloj, el gobierno de Victoria, liderado por el laborista Daniel Andrews, lucha por frenar las infecciones con una estrategia agresiva de pruebas, que ya han superado el millón, y con una fuerte recomendación a los residentes de Melbourne a usar mascarillas cuando salgan de sus casas para realizar actividades esenciales.
En medio de este paisaje desolador aparece un indicio que podría ser esperanzados. Las autoridades sanitarias australianas han aprobado un nuevo tratamiento contra la COVID-19 para los pacientes más graves.
Se trata del medicamento Remdisivir, que acelera la recuperación de los pacientes, pero que según el subjefe de la oficina de los médicos gubernamentales, Nick Coastworth, no es la panacea para esta catástrofe sanitaria ni es una vacuna contra el coronavirus
“El Remdisivir es una droga intravenosa, se ha estudiado en pacientes hospitalizados, que tienen evidencia de daño pulmonar debido a la enfermedad coronavirus. Lo importante es tener en cuenta sobre cualquiera de estos medicamentos es que ninguno de ellos es una panacea. Ninguno de los ensayos internacionales sobre el Remdesivir ha mostrado resultados certeros, pero han mostrado algunos resultados que indican que podría ser efectivo en pacientes con enfermedad coronavirus de moderada a severa.
Los estudios muestran que los pacientes se recuperan un 30 por ciento más rápido, lo que reducirá la carga de los hospitales, aunque por otro lado, reinan las preocupaciones sobre la actitud de Estados Unidos que está almacenando este medicamento.