Australia alcanzó el domingo un récord mortal: diez fallecidos por la COVID-19, siete de los cuales estaban vinculados al sector del cuidado de ancianos. Se trata de la cifra de decesos diarios más alto de Victoria y del país. Pero lo peor no ha pasado aún.
El ministro australiano de Salud, Greg Hunt, dijo el sábado que unos 260 residentes de decenas de hogares de ancianos en Victoria, que lucha contra el fuerte rebrote de coronavirus, están infectados.
Al menos unas 40 personas están en cuidados intensivos.
El experto en enfermedades infecciosas Peter Collingnon, de la Universidad Nacional Australiana (ANU, siglas en inglés), explicó que la tasa de mortalidad es de uno por cada cinco infectados, por lo que se deduce que al menos 50 de estas personas de la tercera edad mueran en las próximas dos semanas, de acuerdo a un artículo del diario The Age.
Puntos destacados:
- Más de cincuenta residentes de diversos hogares de ancianos en el estado de Victoria, que están infectados con COVID-19, tienen probabilidades de morir en los próximos quince días.
- Victoria proporciona un pago de $300 para aquellos que no tienen acceso a una baja por enfermedad remunerada, que se dará mientras estos trabajadores esperen los resultados de las pruebas para detectar la COVID-19. Si los resultados son positivos, estas personas pueden recibir un pago de $1,500 dólares si no tienen derecho a licencia.
- Según un artículo publicado en la revista The Conversation por Joseph Ibrahim, existen varios otros factores establecen el escenario para la transmisión de la infección en los cuidados de ancianos, incluyendo su diseño. Asimismo los residentes tienen enfermedades y limitaciones físicas y cognitivas que les impide cumplir con las reglas de distanciamiento e higiene.
El jefe de Salud de Victoria, Brett Sutton, dijo que muchos pacientes ancianos irían directamente a cuidados paliativos antes de morir.
"Me preocupa la vulnerabilidad de las personas en cuidados de ancianos, absolutamente", dijo el sábado el profesor Sutton.
"La edad promedio (de los ancianos alojados en las residencias) es de unos 90 años. Así que la gravedad de la enfermedad en esa población es muy significativa. Ahora algunos de esos individuos ya están bajo cuidados paliativos, ya tienen una enfermedad muy significativa, y el coronavirus es una infección muy significativa”, precisó.
De los casi 70 hogares de ancianos que registran casos de COVID-19, los principales focos de preocupación están en St Basil's Homes y Estia Health, en donde se registran decenas de casos.
Hoy lunes, el primer ministro australiano, Scott Morrison, recalcó que el brote en el sector de cuidado de ancianos nos recuerda que cuando la transmisión en la comunidad aumenta, las personas que viven en estas residencias están en riesgo.
"Es importante entender que los desafíos - y son significativos en el sector del cuidado de ancianos - nos recuerdan que cuando se produce una transmisión en la comunidad de la COVID-19, el sector de la atención de ancianos se verá afectado. Esa es ciertamente la experiencia que hemos visto en otros países. Cuando se tienen problemas en la atención a las personas mayores, es una función de la transmisión local".
"Este es un punto importante a tener en cuenta porque nos involucra a todos...cuando se produce la transmisión en la comunidad es inevitable que ésta encuentre su camino a las personas pobres y vulnerables de nuestra comunidad. La comunidad de cuidados de ancianos es ciertamente una de ellas".
Un sector que opera con trabajadores temporales
El premier de Victoria, Daniel Andrews, admitió que es difícil prevenir y contener los brotes en el sector del cuidado de ancianos, pero insistió que su gobierno está intentando que el personal temporal trabaje en un solo lugar, así como el limitar el número de visitas y obligar a que se usen equipos de protección personal en sus instalaciones.
"Los entornos de atención a los ancianos, especialmente con muchos trabajadores temporales, son un verdadero desafío, es un entorno muy difícil. Y vemos (que las víctimas) tanto en términos del número de casos como del número de personas son...frágiles y ancianas. Muchos tienen problemas de salud subyacentes. Es un entorno muy, muy desafiante", expresó el premier.
Pero la organización Leading Age Services Australia considera que el gobierno debería haber sido más rápido en insistir en el uso obligatorio de mascarillas en estas residencias para la tercera edad. Asimismo recordó que algunos hogares están luchando para obtener máscaras.
Tim Hicks, representante de esta organización, opinó que el limitar los trabajadores a un solo lugar también contribuye a la escasez de personal disponible para la atención a los ancianos.
Hicks instó al gobierno federal a llevar más trabajadores a los hogares de ancianos de Victoria.
"Lo que estamos viendo es que con tantos brotes diferentes que ocurren (en Victoria) , todo ese personal es absorbido. Algunos de esos empleados no quieren, a la hora de la verdad, ir a trabajar a una instalación con un brote. Y eso es comprensible, tienen sus propias realidades, las que deben tenerse en cuenta. Pero todo esto significa que las cosas están realmente yéndose al precipicio", indicó el representante.
Ayudas estatales para los trabajadores
Victoria introdujo un pago de $300 para aquellos que no tienen acceso a una baja por enfermedad remunerada, que se dará mientras estos trabajadores esperan los resultados de las pruebas. Si los resultados son positivos, éstos pueden recibir un pago de $1,500 dólares si no tienen derecho a licencia.
El Sindicato de Trabajadores de la Salud explicó que el 55% de sus miembros que trabajan en el sector del cuidado de ancianos tienen empleos a tiempo parcial, mientras el 5% son eventuales.
Los trabajadores de cuidados de ancianos suelen recibir unos $22 dólares por hora y si se les impide trabajar en un segundo empleo, muchos corren el riesgo de vivir en una situación de pobreza.
Un centro de respuesta para el cuidado de ancianos
Ante esta crisis, el gobierno federal y el de Victoria anunciaron el sábado pasado la creación de un nuevo centro de respuesta para el cuidado de ancianos.
Será administrado conjuntamente por Emergency Management Australia, Emergency Management Victoria y VicHealth.
El ministro Hunt recalcó que es un importante paso adelante en la coordinación de una respuesta rápida a la crisis.
"Sus tareas incluirán el control de calidad, la provisión de personal, la prevención de brotes. Respuesta rápida apoyando a los proveedores, comunicaciones a las familias y otros".
SBS Spanish Source: SBS Spanish
Lección no aprendida
Muchos de los trabajadores reciben un curso certificado de seis semanas para obtener su cualificación, que les da poca información sobre el control de infecciones mortales. Asimismo, el porcentaje de enfermeras capacitadas ha disminuido en este sector, que emplea principalmente a trabajadores ocasionales o a tiempo parcial.
Australia ya había enfrentado a principios de la pandemia cuando se produjo el brote de COVID-19 en el Hogar Newmarch, en la ciudad de Sídney.
"Nos equivocamos desde el principio", dijo el profesor Joseph Ibrahim, jefe de la unidad de investigación de leyes sanitarias y envejecimiento de la Universidad de Monash, en declaraciones recientes al diario The Guardian.
El sector del cuidado de ancianos, que es regulado por el gobierno federal, ya ha sido sujeto a una investigación de la comisión real, que ha revelado los malos tratos contra los residentes por parte de los operadores que buscan generar beneficios.
El informe provisional de esta Comisión Real publicado en octubre de 2019 puso de manifiesto los problemas sistémicos del sector, que ya se conocían antes de la pandemia. Un informe reciente descubrió que alrededor del 20% de las instalaciones no cumplían con las normas de "atención personal y clínica segura y eficaz".
Diseño de los hogares de ancianos
Según un artículo publicado en la revista The Conversation por Joseph Ibrahim, existen varios otros factores establecen el escenario para la transmisión de la infección en los cuidados de ancianos, incluyendo su diseño.
“El cuidado de ancianos en residencias tiene como objetivo proporcionar un entorno físico similar al de un hogar. Si bien esto cumple un importante propósito, significa que en los hogares de ancianos pueden faltar algunas características clínicas necesarias para un control óptimo de la infección, como la colocación prominente de múltiples lavabos para manos”.
“Los espacios comunes y un alto volumen de tráfico de personas (residentes, personal, contratistas externos y visitantes) también aumentan el riesgo de infección, mientras que algunos residentes tienen habitaciones y baños compartidos”, agregó el académico al resaltar los problemas físicos y cognitivos de los ancianos que les impide cumplir con las medidas de distanciamiento social e higiene.
