El premier del estado de Victoria, Daniel Andrews, dijo que un estudio realizado en su jurisdicción demostró que el 90% de los enfermos diagnosticados en las últimas dos semanas no se aislaban entre el momento en que tienen síntomas y cuando hacen el test. Es más, a la espera de los resultados, más de la mitad de los nuevos enfermos no observaron la cuarentena estricta.
Andrews explicó que muchos trabajadores temporales no pueden obtener bajas por enfermedad y les preocupa una caída en sus ingresos. Pero el premier les recordó que podían pedir una ayuda pública excepcional de “1,500 dólares si se enferman.
Las autoridades también están preocupadas por la propagación de la enfermedad entre la población más vulnerable por los brotes en los hogares de ancianos. En seis prisiones hubo que confinar a los detenidos en sus células porque un guardián dio positivo.
El jefe de Salud de Victoria, Brett Sutton, indicó que es posible que los casos aumenten en las próximas jornadas a "de entre 500 a 600" contagiados diarios.
Puntos destacados:
- El premier del estado de Victoria, Daniel Andrews, dijo que un estudio realizado en su jurisdicción demostró que el 90% de los enfermos diagnosticados en las últimas dos semanas no se aislaban entre el momento en que tienen síntomas y cuando hacen el test.
- El miércoles el primer ministro de Victoria, Daniel Andrews, anunció 484 nuevas contaminaciones y dos fallecidos, un día antes de que entrara la orden de llevar obligatoriamente mascarillas en Melbourne y Mitchell Shire.
- Hay 3.408 casos activos, con 205 personas en el hospital y 40 de ellos en cuidados intensivos.
- Ya han pasado dos semanas desde que se ordenó el confinamiento en estas dos jurisdicciones y las señales apuntan a que se incrementarán los casos.
Los estados vecinos cerraron sus fronteras con el de Victoria, pero sin embargo se detectaron casos en Nueva Gales del Sur.
La primera ministra de este Estado, Gladys Berejiklian, dijo que las próximas semanas serán "las más críticas" desde hace meses.
Sídney tiene varios focos de contaminación, que las autoridades relacionan con la visita en un pub de un hombre de Melbourne que estaba contaminado.
"Aún no estamos fuera de peligro, de ninguna manera, al contrario"dijo Berejiklian en una rueda de prensa.
Australia, que registra unos 13.000 casos de covid-19, una enfermedad que dejó 128 muertos en este país de 25 millones de habitantes, tuvo su anterior incremento de casos diarios el 28 de marzo, cuando se registraron 459 casos.
El país logró luego contener la propagación del virus, hasta el punto que pudieron levantarse las restricciones. Igual que Nueva Zelanda, Australia fue elogiada por su gestión eficaz de la crisis.
Esta nueva ola hacer perder la esperanza de una recuperación económica rápida en Australia, que debería sufrir su primera recesión en 30 años a causa del coronavirus.
Investigaciones publicadas este semana demostraron que el nuevo brote de coronavirus está probablemente relacionado con la falta de medidas de seguridad en los hoteles, donde los australianos que volvieron al país llevaron a cabo la cuarentena.
¿Por qué no bajan las cifras?
El profesor John Mathews, epidemiólogo de la Universidad de Melbourne, dijo a SBS News, que los casos siguen aumentando porque la segunda ola es muy diferente a la primera.
“En la primera ola sabíamos que los casos venían en los aviones del extranjero o en los cruceros, lo que nos permitía mantener (el virus) bajo control y el rastreo era más fácil”, precisó el experto, al apuntar que en la situación actual “hay mucho más casos de transmisión local”.
Mathews recalcó que en este tipo de ambiente, el rastreo es mucho más difícil, lo que implica que es más fácil que las cifras se disparen.
“Era predecible lo que está pasando. Se necesitaban unos pocos casos que no fueran atajados. Se expanden silenciosamente en los suburbios de Melbourne y esto desencadena una situación difícil de contener”, precisó Mathews, al agregar que la situación ha sido agravada en los errores realizados por el gobierno de Victoria en las pruebas para detectar al virus.
Mathews recalcó que si bien el gobierno de Victoria lleva una fuerte carga sobre su hombros, debe superar los errores de comunicación en un momento crítico en que la población está cansada por este segundo confinamiento.
“La gente no tiene los resultados con la rapidez que espera y no sabe qué hacer entretanto”, dijo.
Bajo el actual confinamiento, la gente puede salir de casa por varias razones, incluyendo el ejercicio, los deberes de cuidado, las compras de artículos esenciales y el trabajo que no se puede hacer desde casa.
Además, la definición de "trabajo esencial" sigue siendo amplia y la decisión se deja en manos de los individuos, por lo que muchos residentes de Melbourne siguen yendo a sus lugares de trabajo.
Además, los alumnos del año 11 y 12 volvieron a la escuela el 13 de julio.
Raina MacIntyre, la jefa del programa de bioseguridad del Instituto Kirby de la Universidad de Nueva Gales del Sur, dijo a SBS News que las medidas adoptadas en Victoria no funcionan al barajar dos potenciales situaciones.
"O bien la gente no está cumpliendo con los requisitos y hay demasiada actividad social todavía en marcha o hubo mucha más transmisión que no se detectó antes", precisó.
MacIntyre recomendó la aplicación de medidas mucho más drásticas y urgentes, como el pasar a la etapa 4 de confinamiento.
Actualmente no hay información oficial disponible sobre cómo sería un cierre de Etapa 4 en Australia, pero los expertos han dicho a SBS News que podría parecerse al estricto confinamiento que se aplicó en Nueva Zelanda.
"Creo que [el gobierno de Victoria] no debería esperar al fin de semana porque los números de informes y pruebas bajan el fin de semana, así que podría darse una falsa sensación de seguridad ... El momento de tomar una decisión es ahora", alertó.
El gobierno defiende la respuesta
A pesar del número récord de nuevos casos, el premier Andrews dijo que no había planes de introducir más restricciones.
"El factor clave aquí que impulsa las cifras y que impulsa nuestro desafío es la gente que está enferma pero que no se hace la prueba", dijo a los periodistas el miércoles.
Por su lado, el jefe de Salud de Victoria, Brett Sutton, dijo que un cambio a un "encierro duro" al estilo neozelandés no necesariamente resolverá los problemas a los que se enfrenta el estado.
"Yo no haría suposiciones de que un cierre más duro y restringido es necesariamente el camino a seguir. Tenemos que ser el objetivo en términos de ver dónde están los problemas y abordarlos directamente", comentó.
Las personas en Australia deben permanecer por lo menos a 1,5 metros de distancia de los demás. Revise las restricciones de su estado sobre los límites de reunión.
Si experimenta síntomas de resfrío o gripe, quédese en casa y organice una prueba llamando a su médico o póngase en contacto con la línea directa de información sanitaria sobre el Coronavirus en el 1800 020 080.
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