El rebrote de coronavirus en Melbourne, la segunda ciudad más poblada en Australia, sigue infectando a cientos de personas diariamente a pesar del confinamiento de seis semanas al que se ha sometido a la capital de Victoria y al municipio rural de Mitchell, que tienen juntos alrededor de 5 millones de habitantes.
Dado el alto caso de número de infecciones de coronavirus en Melbourne, el gobierno de Victoria ordenó el uso de mascarillas faciales desde el miércoles 22 de julio a a las 23.59 hora local en Melbourne y Mitchell para intentar frenar la propagación de la COVID-19, mientras que en Nueva Gales del Sur (NSW, siglas en inglés) se sigue en “alerta máxima” y se sigue con temor las infecciones en Sídney y la localidad de Batesman Bay.
NSW reportó el domingo 18 nuevos casos, mientras Victoria un total de 363 infecciones y tres fallecidos.
Puntos destacados:
- Victoria será el primer estado de Australia en ordenar el uso obligatorio de mascarillas.
- NSW vigila los casos de COVID-19 en Sídney y Batesman Bay.
- La tasa de reproducción de la COVID-19 es en Victoria de uno, mientras que en NSW es de 1.4, lo que implica que la posibilidad de transmisión del coronavirus es más alta en el estado más poblado de Australia.
Las alertas han sonado en NSW después de que el jefe médico en funciones de la oficina médica del gobierno federal, Paul Kelly, dijera este fin de semana que “la tasa de reproducción” de la COVID-19 en su territorio es más alto que en Melbourne, la capital de Victoria, a pesar de que se registran por ahora solo pocas decenas de casos en esta jurisdicción.
Kelly se refería a un indicador clave que mide el número de personas que puede infectar un caso positivo. En el caso de Victoria es de uno, mientras que en NSW es de 1.4.
La máxima autoridad médica indicó que la gente tenía más libertad de movimiento y se congregaba en reuniones numerosas sin tener cuidado en las medidas de distanciamiento físico o social, ni en las de higiene.
La libertad que se goza en NSW, especialmente en Sídney, la ciudad más poblada de Australia, permite que los residentes propaguen con mayor rapidez la COVID-19, lo que se refleja en la tasa de reproducción.
“La gente tiene más movilidad y se mezcla en grupos más numerosos”, comentó el jefe médico interino.
NSW más relajado y más peligroso
NSW, que actualmente tiene unos cien casos activos de coronavirus, ha ido relajando las medidas contra la COVID-19 desde mayo y permite la libertad de movimiento y las reuniones sociales, con limitaciones, a sus habitantes.
Recientemente el gobierno de NSW se ha visto obligado a imponer algunas medidas para evitar la propagación del coronavirus especialmente en los pubs y otros locales de hostelería después de los contagios que se registraron desde principios de julio en el hotel Crossroads, en el suburbio de Casula, así como a ordenar que en las bodas no se baile ni se cante para evitar contactos entre los comensales.
Otros contagios se han detectado en un gimnasio, otros pubs y restaurantes de la ciudad de Sídney, así como en Batesman Bay, una localidad afectada por los incendios forestales en la costa sureste de NSW y en donde cientos de personas tendrán que entrar en cuarentena de 14 días por los casos de COVID-19.
Asimismo este fin de semana, la Policía de NSW, en donde el límite de reunión es de 20 personas en una vivienda, tuvo que intervenir el sábado en una fiesta con más de 60 personas en el oeste de la ciudad.
Ante la propagación de la COVID-19 en el estado más poblado de Australia, el Ministerio de Salud de NSW Health instó a las personas a evitar los viajes y las reuniones sociales no esenciales.
Asimismo, las autoridades recomendaron a los escolares de NSW, quienes retornan a las escuelas esta semana tras las vacaciones de medio año, a evitar el transporte público y las aglomeraciones.
SBS Spanish Source: SBS Spanish
NSW endurece medidas para mantener a la COVID-19 en raya
NSW impondrá desde la medianoche del martes nuevas medidas en su frontera con Victoria para evitar los desplazamientos desde este estado, en donde se han detectado recientemente casos de transmisión local en sus zonas rurales.
“Las crecientes tasas de transmisión comunitaria en Victoria nos tienen en alerta máxima y la recomendación médica es que tengamos cierres de fronteras mucho más estrictos y hacer que sera más difícil otorgar un permiso y facilitar que podamos cancelarlo”, dijo el ministro de Salud de NSW, Brad Hazzard, en un comunicado.
Estos nuevos permisos permitirán a los residentes de NSW viajar por estrictas razones a Victoria, pero si necesitan ir más allá de la zona designada, entonces tendrán que someterse a una cuarentena de 14 días.
Asimismo, el gobierno de NSW anunció el domingo que reducirá las llegadas internacionales a Sídney de 450 a 350 personas al día bajo las estrictas restricciones de COVID-19 para asegurar que los viajeros que regresen no abrumen el sistema de salud.
Al anunciar la decisión el domingo, la premier de NSW, Gladys Berejiklian, dijo que el paso era necesario para asegurar que el estado se mantenga en una posición fuerte para prevenir la propagación del coronavirus.
"Nuestra prioridad número uno es la salud y la seguridad de la gente de Nueva Gales del Sur, y este nuevo tope nos ayudará a proteger nuestro estado de COVID-19", dijo Berejiklian en un comunicado.
"NSW es la puerta de entrada a Australia y es importante que los pasajeros que regresen a casa no sobrepasen la capacidad que tiene el sector sanitario de NSW y la cuarentena de los hoteles".