Los habitantes de varias zonas de la ciudad de Sídney, la más poblada de Australia, respetan a partir de este sábado un confinamiento, con el fin de controlar un brote de covid-19 que las autoridades esperan frenar antes de las fiestas de Navidad.
Hasta ahora, 38 personas han dado positivo por coronavirus en los últimos días en la ciudad, en las zonas playeras del norte, donde centenares de miles de habitantes tendrán que permanecer en sus casas al menos hasta el miércoles. Las playas, los bares y los hoteles cerrarán sus puertas y solo se permitirán los desplazamientos urgentes y necesarios.