Científicos australianos en intensa lucha por salvar a los extraños “peces que caminan”

Esta especie rara de peces está a punto de desaparecer, hoy en día sólo quedan unos 100 ejemplares, por lo que es fundamental actuar de manera inmediata para su conservación.

HANDFISH

Una imagen proporcionada, obtenida el miércoles 31 de enero de 2024, muestra a uno de los 25 peces manos rojas recolectados por científicos en la costa de Tasmania. Los científicos han organizado un rescate de alto riesgo en un intento por conservar este pez ultra raro, de cara gruñona y que "camina", el cual está en peligro de extinción. (Imagen AAP/suministrada por el Instituto de Estudios Marinos y Antárticos de la Universidad de Tasmania, Jemina Stuart-Smith) Source: AAP / JEMINA STUART-SMITH/PR IMAGE

Puntos destacados:
  • Se trata de una especie rara de peces que no nadan, sino que "caminan" por el suelo océanico con sus aletas pectorales y pélvicas.
  • La voracidad de los erizos de mar, la destrucción humana de su entorno y el aumento de las temperaturas son grandes amenazas para estos animales.
  • Científicos australianos han extraído 25 ejemplares de esta rara especie para colocarlos en acuarios y comenzar un programa de conservación.
Científicos australianos han extraído del océano 25 ejemplares de una rara especie de peces con manos para asegurar su conservación ante el calentamiento del océano, la destrucción de su hábitat y los depredadores.

Solo quedan en el mundo unos 100 ejemplares de esta especie de braquionictíidos, que tienen aspecto de un pez dorado y carmesí con brazos rechonchos y manos con membranas. Estas criaturas viven en una pequeña sección de un arrecife de coral en el sudeste de la isla de Tasmania.

Con una longitud de ocho centímetros, estos animales no nadan, sino que "caminan" por el suelo océanico con sus aletas pectorales y pélvicas.
Pero la voracidad de los erizos de mar, la destrucción humana de su entorno y el aumento de las temperaturas marinas han resultado en "una severa degradación y pérdida de su hábitat", según el Instituto de Estudios Marinos y Antárticos de la Universidad de Tasmania.

Por ello, científicos de este instituto decidieron recientemente sacar a decenas de ejemplares de su hábitat y los colocaron en acuarios para conservar la especie.

"Este verano ya ha superado de largo las temperaturas máximas previas", explicó la científica marina Jemina Stuart-Smith.

"Solo podemos asumir que este estrés adicional impactará en una población ya frágil", argumentó.
Su compañero Andrew Trotter aseguró que disponen de "personal muy experimentado vigilando a los peces siete días a la semana".

"Creemos que están bastante a salvo con nosotros, pero hay un sentimiento de alta responsabilidad en el equipo dada lo pequeña que es la población salvaje", agregó.

El deseo del equipo científico es devolver a los animales a su hábitat natural cuando las temperaturas marinas disminuyan al comienzo del invierno austral en junio.

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Published 6 February 2024 10:33am
Source: AFP

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