China ha suspendido formalmente todos los contactos en el marco de un foro económico clave con Australia, a medida que las relaciones entre los países se tensan aún más.
La medida suspende oficialmente el Diálogo Económico Estratégico China-Australia, y China culpa a la "discriminación ideológica" por parte del gobierno australiano.
El ministro de Finanzas australiano, Simon Birmingham, ha restado importancia a la decisión, diciendo que Pekín no se ha comprometido con Australia a través del marco desde 2017.
El senador Birmingham calificó de "lamentable" la negativa de China a participar en las discusiones y cuestionó por qué habían decidido anunciar ahora la suspensión en las conversaciones.
"Esta ha sido una posición que han mantenido y, francamente, solo continúan en este momento y es decepcionante porque la mejor manera de trabajar a través de las diferencias es a través del diálogo", dijo Birmingham a SBS News.
"Ha sido una preocupación durante varios años que Pekín no ha estado dispuesto a participar en el tipo de diálogo".
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China había emitido antes un comunicado de tono firme para explicar su decisión del jueves.
"Recientemente, algunos funcionarios del gobierno australiano de la Commonwealth lanzaron una serie de medidas para interrumpir los intercambios normales y la cooperación entre China y Australia por la mentalidad de la Guerra Fría y la discriminación ideológica", dijo la comisión.
"Basándose en la actual actitud del Gobierno de la Commonwealth australiana hacia la cooperación entre China y Australia, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de la República Popular China decide suspender indefinidamente todas las actividades en el marco del Diálogo Económico Estratégico China-Australia".
El líder de la oposición laborista, Anthony Albanese, calificó de desafortunada la profundización de la crisis diplomática y dijo que Australia necesitaba mantener el diálogo con China.
"Necesitamos el diálogo, pero no puede ser sólo en sus términos. Tiene que ser en los términos de ambos países, por lo que es lamentable", dijo Albanese a los periodistas.
La medida marca la primera respuesta importante del gobierno chino desde que el gobierno de Morrison cancelara el acuerdo Belt and Road de Victoria en marzo.
El senador Birmingham dijo que la puerta de Australia seguía abierta a pesar de la repentina salida de China.
"Siempre estamos dispuestos a hablar", dijo Brimingham.
"Mantener conversaciones no significa que estés de acuerdo -que comprometas tus principios-, pero mantener conversaciones es una forma de mejorar las relaciones y suspender el diálogo es posiblemente lo último que deberías hacer", concluyó el ministro de Finanzas.
El primer ministro, Scott Morrison, dijo el jueves que quería trabajar con China para lograr la estabilidad en la región.
"La mejor manera de hacerlo es garantizar el imperio de la ley y la forma en que operamos, que respetamos las leyes comerciales, que mantenemos el Mar de China Meridional libre y abierto al tránsito", dijo Morrison a la radio 3AW antes del anuncio chino.
"Quienquiera que esté a favor de eso, estaremos trabajando bien con ellos".
El último movimiento es en gran medida simbólico, dado que Pekín ya estaba rechazando reuniones de alto nivel con miembros del gobierno australiano.
En un comunicado, el ministro de Comercio, Dan Tehan, dijo que la decisión era "decepcionante", pero que el gobierno seguía abierto a mantener conversaciones.
"Seguimos abiertos a mantener el diálogo y a participar a nivel ministerial", dijo Tehan.
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