Tenemos tabletas, ordenadores portátiles, ordenadores en casa y en los centros de trabajo, teléfonos inteligentes, Wi-Fi, entre otros elementos para estar interconectados. Nunca antes ha sido tan fácil como ahora.
Si bien la tecnología nos ha abierto muchas puertas, también nos dejan vulnerables frente a los ciberpiratas que cada vez encuentran más recursos para atacar a sus víctimas con solo presionar unos botones y todo esto a la distancia.
En los últimos tres meses, desde que las autoridades australianas crearon un portal para denunciar los ciberataques, las personas y los negocios de Australia han reportado más de 13,500 ataques, aunque la cifra es mayor.
La jefa del Centro de Ciberseguridad de Australia (ACSC, siglas en inglés), Rachel Noble, dijo que la amenaza es “bastante alta” y “cada vez hay más arañas en las redes”.
“Pueden ser desde jóvenes a criminales altamente organizados que usan los mismos métodos de operaciones”, precisó a la ABC.
Los crímenes cometidos contra las personas
Los crímenes más comunes que se han reportado es el fraude virtual. Esto incluye actividades que varían desde las propuestas amorosas hasta los engaños bancarios. Los fraudes amorosos se refieren a una relación virtual de varios meses en el que el perpetrador le pide a su víctima transferir dinero para un tratamiento médico o para comprar artículos de primera necesidad.
Los fraudes bancarios se refieren a los mensajes enviados por SMS o por correo electrónico en los que se pide a la víctima presionar un enlace proporcionando sus contraseñas para solucionar un supuesto problema. De ese modo el agresor puede acceder a la cuenta bancaria para robar.
Una reciente encuesta de la ACSC reveló que una persona pierde alrededor de $700 dólares en un cibercrimen. Las víctimas tienen entre 25 y 34 años.
Los crímenes que afectan a los negocios
Noble indicó que el mayor problema que afrontan los negocios es la intervención de sus correos electrónicos.
“Esto sucede cuando un ciberpirata entra en una cuenta de un correo electrónico corporativo y pretende ser un empleado legítimo y le envía un mensaje a otro empleado en el departamento de finanzas, quien tiene como tarea habitual hacer transferencias de dinero en línea, con el fin de engañarlo para que le transfiera dinero a un criminal”, precisó.
Otro problema es el llamado “ransonware”, es decir cuando “el criminal paraliza al negocio porque no puede acceder a su sistema informático y pide una gran cantidad de dinero para que funcione nuevamente”.
Se calcula que los incidentes de ciberseguridad cuestan a los negocios australianos hasta unos $29.000 millones de dólares anuales.
Sé cínico
Noble recomienda en esta semana de concientización sobre las amenazas informáticas en Australia, el Stay Smart Online, a informarse sobre los peligros, actualizar los programas informáticos y tener diferentes contraseñas complejas en las distintas aplicaciones que se usan.
“Intenten ser un poco cínicos y a sospechar más cuando se hace una compra en línea o distintas ofertas que parecen ser demasiado buenas para ser verdaderas”, precisó.