Víctor y Erina: la historia de una pareja multicultural en Australia que aprendió a compartir y aprender

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El crecimiento del multiculturalismo en Australia ha aumentado las uniones sentimentales entre personas de diferentes nacionalidades y culturas, como es el caso del mexicano Víctor del Río y la australiana Erina Reddan. (foto: V.D.R)

Conoce la historia de amor del mexicano Víctor del Río y la australiana Erina Reddan, una pareja de periodistas a la que Cupido flechó en una remota isla del Pacífico al ritmo de una lambada y que después de décadas, logró combinar lo mejor de sus culturas para criar una familia y fortalecer su unión en Australia.


Puntos destacados:
  • Víctor y Erina, un mexicano y una australiana, se conocieron en Nauru mientras trabajaban como periodistas.
  • Erina se vio atraída por Víctor porque era fanática de las culturas latinas y a Víctor le atrajo la independencia, inteligencia y energía de Erina.
  • Erina dijo que creció en un hogar anglo-celta “bastante racista” pero pese a su crianza Víctor tenía todo lo que ella buscaba en un hombre.
  • Esta historia es parte de nuestra colección de podcasts de la serie "Caras del Amor", producida en 2018.
A menudo se considera que Australia es el país más multicultural del mundo, por lo que cuando se trata de mezclar esas culturas en un matrimonio, parece que los australianos están mucho más abiertos.

Y ahora es más común que nunca ver personas casarse fuera de su raza o nacionalidad, lo cual tiene sentido dado que ha habido más de 200 años de migración de todas partes del mundo a Australia desde la colonización.

Las relaciones interraciales en Australia no son nuevas, y la constante migración también significa que la composición demográfica del país se está volviendo cada vez más diversa; como es el caso de Víctor y Erina.

Víctor es un emigrante mexicano y Erina nació en Australia y se crió en una familia anglo-celta que era "bastante racista", según sus palabras.

Ambos radican en Melbourne y llevan más de 30 años de relación. Se conocieron cuando eran jóvenes y después de un noviazgo extendido y de tener su primera hija, decidieron casarse y poner el hombro para construir una pareja sólida.

Pero las diferencias culturales, que al principio eran elementos seductores, con el transcurso del tiempo, se convirtieron en desafíos.
Nosotros como latinos tendemos a dar lecciones... le decimos a la gente lo que tiene y lo que no tiene que hacer… y es muy complejo porque no sólo es cultural sino que también es una cuestión de género.
Víctor del Río
Pero cuando el amor nace, "es ciego" como dicen, por lo que es imposible ser razonable.

La llama que arde es tan fuerte que a menudo pide ser aplacada a punta de besos y algo más.

"Cuando a alguien le llega 'la bilirrubina' no importa la nacionalidad... ya sea latinoamericano, serbio o croata. Vamos a tomar esas decisiones de acuerdo a lo que el amor dicta", afirma Víctor.
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Erina y Víctor en su casamiento realizado en México. (foto: V.D.R.)
Erina por su parte es prueba de que lo distinto a lo conocido puede funcionar, a pesar de recibir una educación dentro de su familia, contraria a esta filosofía.

Su punto de inflexión fue estudiar en un colegio católico con una mayoría de compañeros italianos, algo que de niña la confundió porque iba en contra de los valores de su familia.

"Me sentí realmente traicionada por mi familia, no entendía ¿por qué me enviaron a una escuela llena de niños italianos si ellos ni siquiera los apreciaban?”, señala Erina al recordar su niñez.

Admite que después de vivir esa experiencia fue “lo mejor que le pudo haber pasado".

Ese primer paso de Erina a otras culturas le despertó la curiosidad por descubrir el corazón que latía en otro inmigrante, como Víctor, que la encandiló bailando lambada y con quien al principio experimentó incontables confusiones culturales y lingüísticas que al final ambos superaron.

Para escuchar la historia completa de Erina y Víctor, pulsa el botón de reproducción de audio que aparece al inicio de esta página.

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