Puntos destacados:
- Casi tres millones de uruguayos acudirán a las urnas este domingo para elegir presidente, vicepresidente y a los miembros del Legislativo.
- Pese a que Uruguay cuenta con una economía fuerte, inflación baja y una disminución estable de algunos delitos, la seguridad es una preocupación importante impulsada por la creciente violencia y el rol del país en el tráfico transnacional de cocaína.
- Uruguay es reconocido a nivel internacional por su política de drogas progresista al ser el primer país en legalizar completamente la marihuana.
Casi tres millones de uruguayos acudirán a las urnas este domingo para elegir presidente, vicepresidente y a los miembros del Legislativo. Decidirán entre la continuidad de la centroderecha o el regreso de la izquierda, en esta campaña marcada por la preocupación generalizada sobre la inseguridad, el desempleo y la economía, según un sondeo de Equipos Consultores.
Pese a que Uruguay cuenta con una economía fuerte, inflación baja y una disminución estable de algunos delitos, la seguridad es una preocupación importante impulsada por la creciente violencia y el rol del país en el tráfico transnacional de cocaína.
El puerto de Montevideo, se convirtió en un punto de tránsito de cocaína clave. Los grupos criminales ya no solo están enviando cocaína a través de contenedores. También están almacenando drogas en territorio uruguayo.
Uruguay es reconocido a nivel internacional por su política de drogas progresista al ser el primer país en legalizar completamente la marihuana. Pero en estas elecciones, los candidatos han promovido medidas antinarcóticos más severas, concentrándose más en medidas policiales y penalización.
En cuanto a la seguridad y violencia, los once candidatos presidenciales se han movido hacia el centro, debatiendo si la prevención y supresión del crimen son las mejores formas de combatir el crimen organizado.
La izquierda uruguaya está agrupapada en la coalición que lidera el Frente Amplio, y la derecha se dividió en dos: el oficialista Partido Nacional y el Partido Colorado.
Por tanto, los sondeos adelantan que los uruguayos decidirán entre la continuidad de la centroderecha del saliente presidente Luis Lacaclle o el regreso de la izquierda que gobernó durante 15 años, de la mano de José Mujica y Tabaré Vásquez.
El candidato de la agrupación Frente Amplio, es Yamandú Orsi. Se trata del exintendente del departamento de Canelones, de 57 años de edad, quien ascendió políticamente por su estrecha relación con el expresidente Mujica.
El presidenciable más izquierdista, centra su plan de seguridad en la ampliación de la capacidad del Estado para combatir la delincuencia.
El otro candidato favorito es el defin del actual presidente de Uruguay, el centroderechista Luis Lacalle Pou. Se trata del exsecretario de la Presidencia Álvaro Delgado, de 55 años. Aboga por un enfoque más duro y represivo para hacer frente al crimen organizado.
El ambiente previo a las elecciones está inusualmente apagado, mientras los tres candidatos principales no superan el 50% en las encuestas y no logran cautivar a los uruguayos.
Si ningún candidato logra una mayoría en la primera vuelta, se hará una segunda vuelta el 24 de noviembre. En Uruguay, votar es obligatorio y el ganador estará en el cargo por cinco años.
Además de elegir al presidente del país y otros cargos, los votantes darán su opinión en estas elecciones acerca del plebiscito propuesto por una central sindical vinculada al Frente Amplio, para reformar la seguridad social.
Los uruguayos deberán optar por un plebiscito que reduce la edad jubilatoria a sesenta años, aumenta la jubilación mínima y elimina las administradoras privadas de pensión.