Sinopsis
Seis países latinoamericanos concentran el 60 por ciento de las reservas mundiales de litio, llamado también “oro blanco” porque es imprescindible en la fabricación de baterías para los vehículos eléctricos y muchos dispositivos electrónicos, además del empleo en la industria nuclear.
La producción regional está liderada por Bolivia, Chile y Argentina, el llamado “triángulo del litio”, que según el Servicio Geológico de Estados Unidos concentra el 56 % de los recursos mundiales.
Si se suman los de México, Perú y Brasil, Latinoamérica acapara el 60 % de los recursos globales, equivalentes a 52 millones de toneladas.
Ante dicha realidad, acaba de integrarse la Cámara Latinoamericana del Litio, que preside el argentino Pablo Rutigliano, quien denunció que las multinacionales mineras y algunos gobiernos, no consideran el litio como un “commodity”, sino que establecen “precios de referencia mínimos”.
El déficit en la oferta ha llevado los precios del carbonato de litio a niveles récord. Hace un año, la tonelada de carbonato de litio costaba 9 mil dólares y actualmente ronda los 75 mil dólares.
Esos son los precios de los contratos entre privados en China y otros países asiáticos. Pero, no son los que se manejan en Suramérica, "donde el precio es mínimo" y lo establecen pocas empresas, en parte, para pagar menos tributos.
En Bolivia, el director de Yacimientos de Litio, Juan Carlos Montenegro, informó de que un estudio realizado sobre el 64 por ciento de la planicie del salar de Uyuni, en Potosí, ha revelado la existencia de una reserva geológica de 21 millones de toneladas métricas de litio.
Mientras el presidente boliviano, Luis Arce, dijo que el control de las reservas de litio en Bolivia fue una de las razones que motivó el golpe de Estado de 2019 en el país. El mandatario comentó que antes el Gobierno encabezado por Evo Morales había avanzado en un acuerdo con una empresa alemana para la explotación del recurso.
Dada la gran demanda de litio, el Gobierno boliviano de Luis Arce busca crear alianzas con países del continente para ultimar la creación de su planta en el salar de Uyuni, en el sur del país. Pero activistas y residentes temen por los daños ambientales de este proyecto. Telemundo refiere al habitante Benito Ruiz y a Víctor Paucar, alcalde del municipio San Carlos de Lipez.
Aunque el interés por el litio en su explotación es común en los seis países latinoamericanos que poseen reservas, existen diferencias respecto al modelo de extracción del mineral.
Bolivia y México consideran el litio como un mineral de utilidad pública que debe ser explotado por el Estado, mientras que Chile y Argentina permiten la participación del sector privado.
En Chile, que posee el 30% de la producción mundial, han sido las inversiones privadas de una firma chilena y otra estadounidense las que han extraído este mineral.
En México, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador acaba de sacar adelante una reforma para crear una nueva empresa estatal y controlar la futura explotación del litio, uno de los minerales más codiciados del mundo.
Según el informe de Benchmark Mineral Intelligence, la industria del litio necesita invertir 42.000 millones de dólares para satisfacer la demanda de las baterías de los vehículos eléctricos de aquí a 2030.
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