Haití conoció una nueva jornada de tensiones, pautada por escenas caóticas al margen de manifestaciones en las que al menos nueve personas han muerto desde el comienzo de las protestas, el jueves pasado, en reclamo de la dimisión de un presidente que permanece en silencio.
Vehículos incendiados, negocios saqueados marcaron la jornada, en la que varios miles de personas se manifestaron en la capital contra el aumento de las desigualdades y la corrupción generalizada.
La frustración popular de los haitianos se ha visto agravada además por la publicación a fines de enero de un informe oficial sobre el posible desvío de casi 2.000 millones de dólares del Fondo Petrocaribe, un programa de ayuda que Venezuela ofreció a Haití desde 2008.
Haití atraviesa desde el 7 de febrero una profunda crisis política. Las actividades están paralizadas por manifestaciones populares en las principales ciudades. La ira popular tiene como principal blanco al presidente Jovenel Moïse, en el poder desde 2017.
Sobre la crisis en Haití conversamos con Edwin Paraison ex funcionario diplomático y gubernamental haitiano, consultor sobre las relaciones dominico haitianas y actualmente director ejecutivo de la Fundacion Zile en ese país.
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