Puntos destacados:
- Roberto Nin falleció sorpresivamente el 30 de junio en su casa, a los 90 años.
- Roberto llegó a Australia de Uruguay en 1977 con su esposa Gladys y tres hijos, y dedicó su vida al trabajo comunitario en clubes latinoamericanos, hogar español, emisoras de radio y en sus últimos años entregó sus servicios al Italia Sporting Club y al hospital de Sunshine, ayudando a pacientes.
- Fue uno de los locutores pioneros de radio SBS, cuando se llamaba 3EA, y trabajó para la emisora por más de dos décadas, cubriendo deportes y noticias comunitarias.
El domingo 30 de junio falleció sorpresivamente a los 90 años Roberto Nin, uno de los lideres más conocidos y antiguos de la comunidad hispana de Melbourne.
Roberto llegó a Australia de Uruguay en 1977 con su esposa Gladys y tres hijos, a raíz del Golpe de Estado, con el sueño de progresar para ayudar a su familia.
Los tres hijos de Roberto. Roberto Jr., Alejandro y Fernando.
Pero además de trabajar como voluntario en los clubes y organizaciones sin fines de lucro, Roberto dedicaba gran parte de su tiempo como locutor de radio; primero en emisoras comunitarias y luego en radio SBS, donde fue contratado como contribuidor para cubrir deportes y noticias comunitarias.
Así conoció a Nepo Washington González, otro locutor uruguayo con el que compartía programas como "La Mesa Redonda del Deporte" por décadas y con quien forjó una larga amistad.
"Vivir, vivir, vivir"
Roberto siempre fue una persona muy activa, con una energía contagiosa y con una claridad de voz que pertenecía a un hombre mucho más joven: vivir, vivir, vivir, ese era su mantra, y cuando te lo recordaba se refería a aprovechar del tiempo que te queda en este planeta.
Roberto siempre fue muy activo y lleno de energía. Credit: Rachel Nin
La vida continúa y uno tiene que continuar, porque además, tiene un entorno, tiene hijos, tiene nietos, tiene amigos y tiene además otras cosas importantes que son tareas, que uno se tiene que ir imponiendo para ayudar.Roberto Nin
"Io parlo italiano", solía decir Roberto cuando contaba historias del club italiano, donde forjó nuevas amistades de todas las nacionalidades y se convirtió, una vez más, en el hilo conductor de un grupo nuevo de personas.
Y también como buen Tata (forma afectuosa que usan muchos uruguayos para llamar a sus abuelos) se seguía prestando como cuidador de sus nietos mientras los padres trabajaban, aunque en los últimos años, ellos lo comenzaron a cuidar a él. A finales de la década de 2010, Roberto necesitaba más ayuda que nunca, porque Gladys, su compañera de toda la vida falleció.
Gladys y Roberto en su hogar en Melbourne. Credit: Rachel Nin
"En mi caso, al volver a mi casa, comencé a pensar en una nueva vida, pero no una nueva vida sin mi mujer, porque mi esposa iba a seguir viviendo, porque aquel que se va, sigue viviendo en el corazón y en el recuerdo", había dicho Roberto.
"La vida continúa, y uno tiene que continuar, porque además, tiene un entorno, tiene hijos, tiene nietos, tiene amigos y tiene además otras cosas importantes que son tareas, que uno se tiene que ir imponiendo para ayudar, para mejorar otras situaciones, otras vidas, tratar de dar, con esa experiencia que da el dolor, tratar de… no es fácil entenderlo, pero con la experiencia que da el dolor, tratar de dar felicidad a los demás. Y tratar de consolar a los demás para que sientan algo de felicidad".
Gladys tenía 12 años cuando lo conoció a Roberto. Cuando cumplió 15, iniciaron un noviazgo formal y cuando Roberto cumplió 22, y ella 19, se casaron. Roberto y Gladys cumplieron 53 años de matrimonio. Se querían y se entendían mutuamente.
Trabajo voluntario en el hospital
El trabajo voluntario en el hospital de Sunshine Hospital en el oeste de Melbourne surgió porque Roberto lo buscó al poco tiempo de fallecer su esposa. Consistía en visitar a enfermos en diferentes áreas del hospital para hacerles compañía u ofrecerles apoyo acercándoles servicios del hospital. Algunos pacientes estaban pasando por diálisis, otros aguardaban una diagnosis, y muchos estaban recuperándose de tratamientos difíciles.
Los pacientes que visitaba provenían de diferentes partes del mundo, religiones y edades y las necesidades que tenían a menudo representaban desafíos para Roberto.
Pero en varias ocasiones, Roberto señaló que el trabajo en el hospital lo ayudó a aprender a escuchar, a pesar de que siempre le gustó hablar, por eso manejaba el micrófono al aire con tanta facilidad y espontaneidad.
Roberto Nin con la mana sobre el hombre de un joven Telmo Languiller, el primer inmigrante uruguayo en ser electo exmiembro del Parlamento de Victoria entre 1999 y 2018 y expresidente de la Asamblea Legislativa. Credit: Rachel Nin
Hoy le rendimos homenaje a esta gran figura de la comunidad hispana de Victoria por todo su trabajo comunitario, por su espíritu inspirador, su optimismo y solidaridad, quien conectó a individuos y muchas veces, los ayudó a escapar de la soledad, ofreciéndoles su tiempo y palabras reconfortantes en los momentos más oscuros de sus vidas.
Roberto será recordado por las personas que lo conocieron, lo entendieron y lo quisieron no solo por lo que decía, sino por sus obras, porque Roberto hizo un montón por los demás.
Roberto deja tres hijos, Alejandro, Roberto y Fernando, ocho nietos y tres bisnietos. Su funeral se realizará en Altona Memorial Park, Altona, el martes 9 de julio a partir de las 10 a.m.