A casi nadie le gusta hablar de la muerte o de las enfermedades terminales, que tal vez harán que la persona requiera de cuidados especiales por la incapacidad que dichos padecimientos le pueden ocasionar. Pero de acuerdo con Marcela Aponte, del Centro de Bienestar Hispano Latinoamericano United, en Victoria, tener un plan anticipado de cuidados puede dar tranquilidad no solo a la persona enferma, sino también a sus seres queridos.
En entrevista con SBS Spanish, Marcela Aponte, también coordinadora del proyecto de Cuidados Paliativos, habló sobre el programa “” (Advance Care Planning), el cual permite a las personas que sufren una enfermedad terminal o una lesión grave, a que se anticipen a ese momento en el que no puedan tomar sus propias decisiones acerca de su salud, y desde ahora dejen un plan establecido para que su voluntad sea conocida y respetada.
“Esto quiere decir que si en algún momento nosotros estamos enfermos terminales o tenemos un accidente y no podemos hablar por nosotros mismos, hay una persona que puede transmitir nuestros valores, nuestras creencias, para tomar decisiones respecto al tratamiento médico que se nos va a aplicar en algún momento determinado”, explicó Marcela Aponte.
Contenido relacionado:
NSW legaliza la muerte voluntaria asistida
De acuerdo con este programa, la planificación anticipada de la atención brinda a la persona la oportunidad de pensar, discutir y registrar sus preferencias sobre el tipo de atención que le gustaría recibir y los resultados que consideraría aceptables.
Este programa también ayuda a garantizar que los seres queridos de la persona incapacitada, así como los proveedores de atención médica, sepan qué es lo más importante para esa persona y respeten sus preferencias de tratamiento.
El proyecto consiste en documentar un plan, conocido como directiva anticipada de atención, y nombrar a una persona para tomar decisiones.
Siempre hay que pensar que tomar decisiones acerca de la salud de otros puede ser difícil, pero un plan anticipado de cuidados puede dar tranquilidad a las personas que están asumiendo este papel y también les ayuda a tener las preferencias claras, a que las entiendan y se respete lo que uno quiere.Marcela Aponte, del Centro de Bienestar Hispano Latinoamericano United.
Al momento de considerar a ese representante, la especialista recomienda buscar a una persona que idealmente viva en la misma ciudad o región de la persona enferma, que sea mayor de 18 años, “que esté preparado para defender de manera clara y de forma segura los deseos de su ser querido cuando se enfrente a una decisión médica o cuando se reúna con otros profesionales de la salud u otros familiares.
“Cada estado en Australia tiene una legislación particular en relación a quién puede ser el representante. Específicamente en Victoria, puede ser una persona mayor de 18 años y se debe autenticar un documento en donde se designe a esta persona, y esto se puede hacer con su médico de cabecera, en la farmacia o en la estación de policía, determinando quién va a ser esta persona”, puntualizó la integrante de la organización de asistencia social United.
Contenido relacionado:
Joven o viejo, rico o no, ¿Por qué todos deberíamos tener un testamento?
Marcela Aponte resaltó que los valores y las creencias culturales y religiosas son muy importante para las personas al momento de enfrentar una situación traumática como es una enfermedad terminal, un accidente o la muerte, de manera que este plan le permite al representante de esa persona abogar porque se respeten la voluntad de su representado.
Durante la entrevista Marcela Aponte dio como ejemplo situaciones en las que la persona no quiere ser revivida después de tener un episodio en el que hubo daño cerebral; o no quiere que le hagan una resucitación porque no quiere vivir con algún tipo de discapacidad; o la persona no quiere recibir alguna transfusión de sangre; o no quiere ser conectado a una máquina para seguir con vida.
Son ese tipo de cosas que de pronto, como la medicina esta tan avanzada y hay tantos tratamientos médicos, podría ser el caso de que las personas pudieran recibir tratamientos médicos que vayan en contra de sus creencias culturales o religiosas.Marcela Aponte, del Centro de Bienestar Hispano Latinoamericano United.
Para conocer más detalles del programa y los recursos disponibles, visita la página o llama al 1300 208 582. Si no hablas inglés puedes pedir ayuda de un interprete.
Para escuchar la entrevista completa presiona en el botón de reproducción que se encuentra al inicio de este artículo.