Mujeres migrantes en Australia dan a luz sin el abrazo de sus familias por culpa de la COVID-19

La pequeña Oriana nació en plena pandemia.

Oriana was born during the pandemic. Source: Juanita Guarín

Desde madres primerizas a las que su familia no pudo venir a ayudarlas debido al cierre de fronteras, hasta la embarazada que se quedó atrapada en Australia, sin dinero y sin ayuda. Conoce la fortaleza y los miedos de estas mujeres hispanas que hacen "de tripas corazón".


Nicolás nació en Melbourne hace 4 meses. Aunque es el segundo hijo de Alexandra Parsons, ella sintió la misma o más ansiedad que en su primer embarazo. Pues sobre la incertidumbre normal que antecede al nacimiento de un hijo estuvo aunada la pandemia, lo que significaba tener que dar a luz sin el apoyo familiar. 

El cierre de las fronteras australianas impidió a los padres de Alexandra viajar desde Colombia para venir a auxiliarla con el cuidado de Samuel, su hijo mayor de apenas tres años, y con ello, se esfumaron las esperanzas de recibir las ayudas que ella y el nuevo bebé necesitarían.

Ya las restricciones en los hospitales durante sus últimos meses de su embarazo habían afectado a Alexandra. Limitaciones que fueron aumentando hasta que llegó un momento en que ya nadie pudo acompañarla a sus controles médicos, ni siquiera su esposo.


Puntos destacados:

  • Si bien todas las mujeres que han parido durante la pandemia han enfrentado las mismas circunstancias, la red de apoyo de una madre migrante es mucho más reducida o a veces inexistente.
  • El no poder compartir este momento de sus vidas con familiares está afectando el estado de ánimo de muchas mujeres.
  • Stephany y Eduardo intentaron volver a su país para tener a su bebé, pero quedaron atrapados en Australia sin dinero y enfrentando una posible deuda de $17,000 dólares. 

Con toda esa incertidumbre y ansiedad acumulada, Alexandra se presentó sola al hospital el día del nacimiento de su pequeño. Aunque su esposo pudo estar unos momentos con ella durante la cesárea, Alexandra aún reciente las circunstancias en las que le tocó tener a Nicolás.

“Fue muy difícil no poder compartir esa llegada con la familia. Fue muy triste. Y obviamente, estar encerrados, no tener visita de nadie. No poder siquiera tener un vecino que pueda ayudarte a cuidar al otro niño. Ha sido difícil. Ha sido triste”, lamenta Alexandra.  

Redes sociales para no caer en depresión

Juanita Guarín, una colombiana de 31 años, también sabe de ese sabor agridulce de tener un hijo durante la pandemia. Ella dio a luz a su primera hija hace 2 meses en Melbourne. Al igual que Alexandra, Juanita tenía contemplado que su madre y su suegra vinieran para acompañarla y ayudarla, pero las mujeres se quedaron con las maletas hechas y sólo la pudieron apoyarla por video llamada el día del arribo de la pequeña Oriana.
El día del nacimiento de la niña, ellas estuvieron por video chat, que fue algo grandioso. Pude tenerlas a ellas mirándome, acompañándome, apoyándome.
Además de resignarse a no tener el apoyo físico de su madre el día del parto, Juanita ha tenido que renunciar también a los amigos y la gente que se ha convertido en su familia en Australia. Pues aunque cuenta con el apoyo de la familia de su esposo, con las restricciones de la fase 4, la socialización se ha vuelto casi imposible.

“Si me ha hecho falta ese apoyo de los amigos y de la familia que uno crea en Australia. En el hospital sólo mi esposo podía entrar. Hay muchos amigos que yo aprecio que no han podido conocer a Oriana porque es muy difícil y por precaución preferimos esperarnos".
El contacto social es muy importante, aún me hace falta. A pesar de que nos vemos por cámara a veces da depresión no poder compartir esa alegría tan bonita de tener un bebé.
Sin embargo, Juanita se niega al aislamiento y al silencio impuesto por esta pandemia. Para ella el arribo de Oriana es un motivo de alegría, y así sea a través de una pantalla, ella busca tener contacto todos los días con los que están allá afuera esperando noticias de su pequeña. 

“Tengo muchos grupos de WhatsApp. Hacemos Zoom cada vez que podemos. Todos los días hago video llamadas con mi mamá y mi suegra. Todo el tiempo estoy haciendo video y fotos para compartirlos en redes sociales”, expresa con alegría Juanita.

Atrapados en Australia con un embarazo inesperado

Si bien no tienen a su familia colombiana con ellas en este momento, para Alexandra y Juanita el hecho de tener una pareja australiana hace que no se sientan tan desprotegidas al momento de enfrentar esta situación en un país que no es el suyo. Pero para Stephany Avilés la situación es diferente. 

Stephany llegó a Australia, junto Eduardo su pareja, apenas en febrero de este año. A los pocos días de haber llegado con la intención de completar un curso de inglés de seis meses, se enteraron de que estaban esperando un hijo.

De inmediato Stephany y Eduardo hicieron planes de regresarse a Colombia para tener allá a su bebé, ya que por ser estudiantes internacionales y llevar apenas unos meses en Australia, el seguro no cubre ningún gasto del embarazo.
Stephany Avilés y Eduardo Pinilla, estudiantes colombianos.
Stephany Avilés y Eduardo Pinilla, estudiantes colombianos. Source: Stephany Avilés
Con una visa de seis meses, los estudiantes calcularon que tenían el tiempo suficiente para terminar sus estudios en  julio e irse con 7 meses de embarazo. Sin embargo, al anunciarse el cierre de fronteras, se quedaron atrapados en Australia.

“Intentamos inscribirnos para un vuelo humanitario, pero cuando nos dimos cuenta de que costaba $11,000,000 de pesos dijimos no. Era una cantidad de dinero desbordante. Era endeudarnos y llegar a Colombia sin trabajo. Fue duro ese tema”, confiesa Stephany.

Sin poder salir de Australia, sin familia en este país y sin apoyo del gobierno, a Stephany y a Eduardo no les ha quedado de otra más que seguir trabajando.

Irónicamente y opor suerte, ellos son considerados trabajadores esenciales.  

Ambos laboran limpiando un hospital y debido a la necesidad financiera, Stephany se mantiene trabajando con sus 8 meses de meses de embarazo, pues la deuda pronosticada para el nacimiento de su bebé es de $17,000 dólares.

“Sabemos que si quedamos con una deuda acá, no nos iremos sin pagarla. Uno tiene que se correcto siempre”, asegura Stephany.
Stephany Aviles
Stephany Aviles Source: Stephany Aviles
Stephany ha tenido que asistir sola a sus últimos controles del embarazo. A Eduardo le han permitido ingresar con ella algunas veces, apenas unos minutos. Esto tiene muy angustiada a Stephany ya que ha sido advertida de que tal vez le toque dar a luz sola, algo que a ella le produce mucho temor. 

“Hasta donde tengo entendido, si la situación sigue así, tendría que entrar yo sola. Yo tengo miedo porque tengo una limitante con el idioma. Todos estos meses mi aprendizaje de inglés ha sido muy poco y yo verdaderamente no me puedo expresar en inglés. Y obviamente tampoco entiendo la mayoría de las cosas”.
Para mí ha sido muy duro pensar que mi esposo no va a estar durante el parto. Tengo mucho miedo.
Stephany espera la llegada de su pequeña para septiembre. Poco a poco, algunos miembros de la comunidad le han brindado ayuda con ropa y cosas que la bebé necesitará. Pero la gran preocupación para Stephany sigue siendo cómo pagarán el hospital, por lo que en estos días han iniciado una campaña para recaudar fondos.

Ayuda para los futuros y nuevos padres

  • PANDA (Perinatal, Anxiety & Depression Australia) ofrece información y recursos para la salud mental de los futuros y nuevos padres, ya sea a través de su página panda.org.au o en su línea telefónica de ayuda gratuita 1300 726 306.
  • Lifeline 13 1114
  • Beyond Blue 1300 22 4636
Escucha nuestro podcast con las historias de estas mujeres haciendo clic en la imagen principal de esta página.


 

Los residentes del área metropolitana de Melbourne están sujetos a la etapa 4 de restricciones y deben cumplir con el toque de queda impuesto entre las 8 p.m. y las 5 a.m. 
Las únicas razones por las que los residentes de Melbourne pueden salir de sus hogares son para hacer ejercicio, comprar bienes y servicios esenciales, trabajar, recibir atención médica o para cuidar a un pariente enfermo o anciano.
La lista completa de restricciones se puede encontrar .
Todos los residentes en Victoria deben cubrirse la cara cuando salen de casa, sin importar dónde vivan.
Las personas en Australia deben mantenerse al menos a 1,5 metros de las demás. Verifique las restricciones de su estado sobre los límites de reunión.
Si experimenta síntomas de resfriado o gripe, quédese en casa y hágase la prueba del COVID-19 llamando a su médico o comunicándose con la línea directa de información de salud de Coronavirus al 1800 020 080.
Toda la información y las últimas noticias sobre el coronavirus están disponibles en 63 idiomas en  

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