Sinopsis
El presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, ordenó militarizar puntos críticos de la frontera con Perú y Bolivia, para aumentar el control del ingreso irregular de migrantes. Además, responde a los reclamos de los partidos de derecha sobre más seguridad para esa zona.
La militarización se aplicará durante 90 días en zonas críticas de la frontera norte en las regiones de Arica y Parinacota, Antofagasta y Tarapacá, por donde cada día, cientos de personas, en su mayoría familias venezolanas, esquivan los escasos controles migratorios.
El norte de Chile lleva tres años sumido en una fuerte crisis migratoria con la llegada masiva de personas por pasos clandestinos. Esta situación ha provocado el colapso de pequeñas localidades fronterizas, la celebración de marchas contra la migración y ataques xenófobos.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se registran 58 muertes en 46 incidentes entre los años 2016 y 2022 para el caso de personas inmigrantes en Chile en diversos lugares del país, incluida la frontera norte chilena
El ingreso de migrantes a Chile fue motivo en los últimos años de numerosas protestas de vecinos de distintas regiones que los consideran culpables del aumento de la inseguridad.
En enero de 2022, una movilización de más de dos mil manifestantes en la ciudad de Iquique terminó con la quema de pertenencias y carpas donde se alojaban estas personas, en su mayoría venezolanas.
Hace un año, el gobierno del entonces presidente Sebastián Piñera amplió una singular zanja de 600 metros de largo por dos de profundidad, construida seis años atrás cerca de Colchane. Pero, bandas criminales dedicadas al contrabando y al narcotráfico construyeron puentes para cruzarla, que también fueron usados por migrantes indocumentados.
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